- Blackwells Capital es una de las varias firmas de inversionistas detrás de Disney, aunque al no formar parte de su mesa directiva, no tienen poder de decisión para implementar cambios dentro de la empresa.
- Ante la apertura de espacios dentro de la mesa directiva de Disney, Blackwells Capital postula a tres de sus integrantes, quienes proponen cambios drásticos dentro de la empresa.
- De ser elegidos, los miembros de Blackwells Capital apuntarán a dividir Disney en tres compañías diferentes: contenido, bienes raíces y tecnología e inversión en inteligencia artificial.
El caos continúa dentro del corporativo de Disney, pues la compañía del ratón continúa en la mira de sus propios inversionistas, quienes desde hace varios meses han buscado hacerse de un lugar en la mesa directiva de la compañía para contar con un mayor poder de decisión.
Y es que tras abrirse espacios entre los directivos de la cotizada empresa del ratón y ante los conflictos económicos de la empresa en años recientes, sus accionistas buscan tomar las riendas de sus inversiones y moldear los intereses de Disney para responder a sus propios fines, cosa que Bob Iger ha intentado frenar desde su regreso a la compañía.
Pero, ¿qué es exactamente lo que está pasando con Disney? ¿Y qué pretenden sus inversionistas lograr con formar parte de la mesa directiva? ¡Te lo explicamos!
¿Inversionistas exigen cambios en Disney?
Hace poco más de dos años que grandes inversionistas detrás de Disney han buscado hacerse un hueco dentro de la cotizada empresa. Y es que sosteniendo el gran valor que posee dentro del mercado, y mucho más allá del entretenimiento, sus accionistas buscan un control mucho más cercano en Disney, al que han demandado mejores soluciones en cuanto a términos económicos refiere.
Y es que no es secreto que desde que Bob Iger dejó su posición con CEO para ver a Bob Chapek asumir el cargo, Disney ha ido de una crisis a otra, pasando por sus problemas con los gobiernos de Florida —donde sostiene uno de sus parques más prolíficos—, una crisis de inversión y no-redituabilidad en streaming, la crisis post-pandémica y de manera más reciente, las huelgas de Hollywood, las cuáles han puesto en números rojos a la compañía de nuevo.
Tales crisis han empujado a que a su regreso, Bob Iger haga cambios importantes en la forma en que se se crea contenido dentro de la empresa —priorizando estrenos en cine y ya no más en streaming, reduciendo la cantidad de producciones de marcas como Marvel—, mismas que han costado poco más de 7,000 empleos y cientos de millones dólares.
Sin embargo, aunque Disney sí ha implementado algunas de las estrategias sugeridas por sus inversionistas,— como el frenar el incremento de costos a sus productos dentro de los parques a cambio de experiencias por un valor adicional— éstos aún no están tan satisfechos.
Para Disney, las cosas se complicaron a partir de las vacantes en su mesa directiva, mismas a las que firmas como Trian Partners —perteneciente al activista conservador Nelson Peltz— y Blackwells Capital postularon a sus propios integrantes, considerando que los accionistas deberían contar con un mayor poder de decisión dentro de la empresa.
Pero, ¿qué clase de cambios quieren implementar dichos accionistas y por qué Disney hace lo posible por frenarlo?
¿Inversionistas quieren moldear a Disney desde cero?
Si bien, la firma de Nelson Peltz es la que más presente ha estado en su pugna por conseguir un lugar en la mesa directiva de Disney, recientemente Blackwells Capital presentó su nominación para presentar a tres de sus integrantes para las posiciones.
En su petición, Blackwells señaló que Disney está “lista para navegar a través de nuevas oportunidades con potencial ilimitado”, destacando que la empresa ha fallado en cumplir con sus promesas económicas hacia los involucrados, a partir de decisiones erróneas y estrategias fallidas.
“Queremos asegurar que Disney tiene una colección de mentes correctas en la mesa” señaló el documento, “trabajando juntos para tomar decisiones que beneficien a TODOS los accionistas en las próximas décadas”.
Por ello, la firma fundada por el empresario Jason Aintabi, destacó la posibilidad de dividir a Disney en tres entes distintos y no en una sola híper empresa bajo mando de una persona (Bob Iger), sino de tres directores encargados de una división en específico cada uno.
“Queremos explorar todas las posibilidades estratégicas con ojos fríos, en especial la separación de Disney en tres entidades, donde se reorganizará el liderazgo para cada negocio y resultando en compañías independientes.
Disney quizá sea demasiado compleja para que un sucesor único al Sr. Iger lo maneje de manera holística. Blackwells considera que es responsabilidad de la mesa directiva analizar y supervisar dichos negocios en conjunto de manera ordinaria”.
Blackwells Capital
En la carta, Aintabi nominó a Jessica Schell, Craig Hatkoff y Leah Solivan, quienes aseguró podrían apoyar a la empresa respectivamente en entretenimiento y contenido; bienes raíces y revisión de activos; computación física y espacial e inversión en experiencias de inteligencia artificial.
¿Por qué Disney se opone a la intervención de sus accionistas?
La presión sobre Disney desde el lado de sus inversionistas es cada vez más fuerte, especialmente por la falta de resultados y la gran pérdida sobre la que ha aterrizado Disney en los últimos 4 años.
Por ello, figuras como Nelson Peltz, inversionista líder de Trian, ha intentado hacerse de un espacio dentro de la compañía. Sin embargo, Bob Iger ha exigido a sus actuales miembros en la mesa directiva de Disney apoyar a nominados de la compañía a las posiciones abiertas y no a Peltz o, de forma más reciente, a alguna de las propuestas de Blackwell Capital; pues señala que la estrategia de la mesa directiva tiene que ser independiente a las exigencias de los empresarios.
Entre otras de sus razones, Bob Iger destaca el complejo problema de intereses que representaría integrar a figuras tan polémicas como Peltz, quien además afianzó su relación con Ike Perlmutter, ex-presidente de Marvel en su división de Mercancías y quien se oponía a diversos de los proyectos de la empresa por no responder a sus visiones.
Asimismo, reportes anteriores aseguraron que Trian también se veía influenciado por la relación e interés de negocios de figuras como Donald Trump y Elon Musk.
A pesar de los intentos por obstaculizar la nominación de Trian, recientemente se dio a conocer que Peltz sí se ha podido nominar como integrante de la mesa directiva, además de al ex-ejecutivo de Disney, Jay Rasulo, a lo que el representante de Blackwells, Jason Aintabi señaló como una postulación “absurda y caprichosa”, debido a que Peltz ha intentado conseguir un espacio en la mesa por más de 2 años, y asegurando que el accionista no “ha propuesto estrategias suficientes” para hacerse de un lugar en la empresa.
El 3 de abril, en la junta anual de la mesa directiva de Disney, se decidirá si alguno de los inversionistas podría formar parte de la mesa directiva o si la votación fallará a favor de las propuestas internas de Bob Iger.