En este artículo:
- Un senador de Estados Unidos pidió que se investigue a Warner Bros Discovery, quien recientemente amenazó con archivar por completo la película de Coyote Vs. Acme.
- Según el político, las estrategias de cancelar películas como Batgirl, Coyote vs Acme o The Mothership es un problema que genera conductas monopólicas y que dañan las prestaciones que reciben los trabajadores.
- Aunque Warner Bros es el ejemplo más reciente, la sospechosa “contabilidad de Hollywood” es un problema que lleva décadas afectando a la industria.
Desde el año pasado, Warner Bros Discovery se ha caracterizado por tomar decisiones muy severas para ahorrar costos de producción. Después de cancelar el estreno de Batgirl a pesar de tenerla casi terminada, actualmente la empresa todavía está decidiendo qué hacer con Coyote Vs. Acme, otra cinta que decidieron no lanzar y que estaban pensando vender a otra distribuidora.
Esta práctica es una estrategia del CEO de Warner Bros, David Zaslav, para ahorrar costos y solventar la enorme deuda que tienen después de que Discovery se fusionara con la legendaria productora de Hollywood.
Aunque esta práctica ya la repitió Netflix y se ha vuelto el pan de cada día en la industria desde que se inició la pandemia y llegaron las plataformas de streaming, en realidad la práctica es bastante sospechosa y podría comenzar a ser investigada por el gobierno de Estados Unidos.
¿El gobierno de Estados Unidos quiere regular a Warner Bros?
En estos meses, se dio a conocer que la cinta de Coyote vs Acme podría ser archivada por completo debido a que Warner Bros no ha encontrado ningún comprador que quiera pagar un monto de entre 65 y 80 millones de dólares para obtener los derechos de distribución.
Esto llamó la atención de Joaquin Castro, un político demócrata que actualmente trabaja en la Cámara de Representantes en el distrito de Texas, quien confesó a través de sus redes sociales que ya le pidió al Departamento de Justicia y a la Comisión Federal de Comercio Estadounidense que investigue a Warner Bros y a otros estudios para analizar si sus prácticas van en contra de las leyes de competitividad empresarial.
“Ya hablé (y escribí) al DOJ y la FTC sobre esta aterradora tendencia en la industria de entretenimiento. Es anti-competencia, anti-trabajadores y predatoria. Reguladores deberían revisar el uso corporativo de esta estrategia para ver si se puede demandar para bloquear futuras fusiones”.
Aunque su posteo en X/Twitter busca evaluar qué tanto poder se le da a las empresas de Hollywood una vez que se fusionan con otras, también pone en perspectiva la forma en la que una empresa tiene el control total sobre los derechos de una pieza de contenido.
Y es que, gracias a la llegada del streaming y fusiones como las de Disney/Fox y Warner Bros/Discovery, pocas empresas tienen el control de grandes propiedades intelectuales y pueden decidir en qué momento eliminan una producción, la venden o la desaparecen por completo de la faz de la Tierra.
Warner Bros también decidió sacar series como Westworld de su plataforma de HBO Max debido a que los costos de mantener la serie en el catálogo en la plataforma no resultaban redituables. Y así, a pesar de que ahora ha sido licenciada a otras plataformas en Estados Unidos, todavía no hay una forma estable de poder encontrar el contenido de manera internacional.
Warner Bros no es el único estudio que incurre en estas prácticas. Disney+ también decidió eliminar de su plataforma la serie de Willow meses después de ser estrenada, y Netflix acaba de cancelar una película estelarizada por Halle Berry a pesar de que estaba a punto de lanzarse.
Estas maniobras no sólo dañan la legitimidad de los estudios, también pone en riesgo las prestaciones y regalías del equipo de trabajo que colaboró en la producción, ya que al no estar disponible en ningún lado, técnicamente la empresa no tiene por qué pagar comisiones ni bonos a guionistas, actores, directores y otros/as artistas que colaboraron en el proyecto.
Warner Bros no está descubriendo el hilo negro
Aunque la práctica de Warner Bros ya llamó la atención del gobierno estadounidense, desde hace años Hollywood ha utilizado este tipo de estrategias. Como ejemplo, tenemos el caso de “El baúl de Disney” una táctica en donde la empresa del ratón desaparecía de la faz de la Tierra historias y licencias hasta que encontraba una manera de volverlas rentables.
Siguiendo con Disney, artistas de Disney Channel han denunciado varias veces que la compañía suele hacer “reboots suaves” de sus series más exitosas, como Hannah Montana, Liv & Maddie o Zack & Cody, a partir de la cuarta temporada para evitar que las series entren a programas sindicales y sus artistas deban recibir más dinero o prestaciones.
Otro ejemplo de la llamada “contabilidad hollywoodense” la podemos ver con Ed Solomon, el creador de la historia de Hombres de Negro. Cuando se estrenó en 1997, el guionista firmó un contrató para recibir el 5% de las regalías futuras que hizo la película. Sin embargo, en varias ocasiones ha denunciado que supuestamente Paramount sigue teniendo pérdidas por los costos asociados al estreno de la cinta, pues a pesar de tener otras tres películas, haber inspirado videojuegos y series animadas, la historia todavía no es rentable según el estudio.
Si bien estas prácticas no son nuevas, la evolución del streaming y las huelgas de Hollywood han hecho que se acentúe el impacto de estas prácticas, y aunque Warner Bros podría ser la punta del iceberg, una investigación más profunda sin duda terminaría por arrastrar a todo Hollywood.