Te presentamos los 5 peores momentos que experimentó la industria cinematográfica en el 2021.
Cada año se encuentra marcado por los claroscuros de la vida, y así como hay buenos momentos también los hay malos, por lo que en Fuera de Foco repasamos los cinco peores sucesos que enfrentó la industria cinematográfica en el 2021, desde incidentes en el set, pasando por el metaverso, y llegando hasta las NFT’s.
Incidente de Rust
El 21 de octubre de este año la industria cinematográfica estuvo de luto, pues la directora de fotografía Halyna Hutchins perdió la vida durante la filmación de una escena de Rust, esto supuestamente provocado por el disparo de un arma que contenía una bala real.
Aún no se ha determinado quien o quienes son los responsables de este triste acontecimiento, pero más allá de los nombres parece que lo sucedido es el resultado de la precarización laboral que se vive en la industria cinematográfica, pues supuestamente por esta razón diversos/as miembros sindicalizados de la producción abandonaron horas antes la misma, lo que llevó al filme a contratar personas no sindicalizadas a laborar en apartados como los props y efectos especiales.
Curiosamente, las semanas previas a este incidente estuvieron marcadas por las turbulentas negociaciones entre el Sindicato de Trabajadores de la Industria Fílmica y Televisiva (IATSE por sus siglas en inglés) y la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP por sus siglas en inglés), en las cuales la segunda organización se negaba a aceptar cumplir los requisitos de los/as trabajadores/as, quienes pedían jornadas laborales menos largas y un salario digno.
¿Sólo franquicias para las salas?
7 de las 10 películas más taquilleras del 2021 son blockbusters pertenecientes a alguna franquicia: No Way Home, No Time to Die, Rápidos y Furiosos 9, Venom 2, Godzilla vs Kong, Shang Chi y Eternals. Y las 3 restantes pertenecen al particular caso chino: The Battle at Lake Changjin, Hi Mom, y Detective Chinatown 3.
Sumemos a estos datos el desempeño en taquilla de filmes como West Side Story de Steven Spielberg o Nightmare Alley de Guillermo del Toro (por poner algunos de los muchos ejemplos en el año), los cuales apenas recaudaron respectivamente 27.5 millones de dólares y 2.8 millones de dólares.
Posiblemente lo anterior llevó al analista de taquilla para Forbes: Scott Mendelson, a declarar que hemos llegado a un punto donde las películas de mediano presupuesto u aquellas que no pertenecen a alguna gran franquicia, han perdido su lugar en los complejos cinematográficos.
Tras lo anterior, las salas cada vez más podrían estar más acaparados por los grandes títulos, dando lugar a una distribución más desigual y acabando con la diversidad de relatos que podemos ver en la pantalla grande.
Metaverso
Este año Mark Zuckerberg anunció que Facebook cambiaría su nombre a Meta, esto supuestamente porque la empresa quiere reflejar que ya no sólo se encuentran a cargo de una red social, sino de un metaverso: un entorno virtual donde los/as usuarios/as podrán jugar, reunirse, trabajar, crear y compartir experiencias, al cual se podrá acceder desde todos los dispositivos y aplicaciones de la compañía (Oculus VR, Facebook, WhatsApp e Instagram).
Además de que este movimiento busca ser un lavado de imagen en toda regla, asusta que empresas líderes en la actualidad como la ahora Meta o Disney apuesten por la creación de un metaverso, pues frente a la constante explotación mundial de unos recursos finitos y la creciente desigualdad social, ¿es que el único espacio que nos queda vislumbrar con esperanza es la virtualidad? Parece que no entendimos nada de Black Mirror y Ready Player One.
NFT’s en el cine
Los NFTs son archivos digitales -regularmente relacionados a cuestiones artísticas- que muchas personas se encuentran vendiendo, los cuales otorgan a el/la comprador/a una propiedad verificable.
Al respecto, muchas personas en redes sociales han criticado este mercado y lo han calificado como una estafa, esto debido a la facilidad con que se puede copiar un archivo digital, y lo rídiculo que es pagar cantidades inmensas de dinero por poseer los derechos de propiedad de uno.
En lo que respecta al cine, muchas empresas se están subiendo al barco con la esperanza de rascar la mayor cantidad de dinero posible, y en el camino no les ha importado profanar la imagen de figuras reconocidas del séptimo arte, como lo sucedido recientemente con Stan Lee o la demanda que Miramax levantó contra Tarantino por querer vender NFT’s de Pulp Fiction.
¿Y la diversidad?
Eternals y West Side Story tienen dos cosas en común: ambas cuentan con un/a personaje perteneciente a la comunidad LGBT+ y no pudieron llegar a las audiencias de países como Qatar, Kuwait y Arabia Saudita, donde cualquier contenido referente a los susodichos grupos disidentes está prohibido.
Por otro lado, en países como Corea del Norte un estudiante que contrabandeaba la serie de El Juego del Calamar fue sentenciado a muerte, pues poseen una Ley sobre la eliminación del pensamiento y la cultura reaccionarios, la cual castiga a quienes poseen o distribuyen producciones de países capitalistas como Corea del Sur y Estados Unidos.
Estos dos ejemplos nos hablan de algo en común: la larga lucha que aún nos queda por recorrer en términos de diversidad ideológica, y por lo tanto de libertad.
Cinéfilas y cinéfilos, ¿Qué otro momento añadirían al top?