En este artículo:
- Mark Ruffalo confesó que, originalmente, la historia de Poor Things lo intimidó por los matices cómicos que tenía su personaje.
- No creía tener lo necesario para hacerlo, ya que consideraba que el lenguaje corporal era primordial, pero Willem Dafoe le ayudó a prepararse.
- Mark Ruffalo acaba de ser nominado como Mejor Actor de Reparto en los Golden Globes y se perfila para ser uno de los favoritos en la temporada de premios en 2024.
Después de participar en diferentes película como 13 Going On 30, The Kids Are Alright, Spotlight y, por supuesto, formar parte del en el Universo Cinematográfico de Marvel, Mark Ruffalo, se sintió intimidado de recibir el guion de Poor Things, la próxima película de Yorgos Lanthimos protagonizada por Emma Stone que ha sido alabada por la crítica en los diferentes festivales alrededor del mundo en los que se ha presentado.
Ruffalo interpreta en el filme a Duncan Wedderburn, un abogado astuto y libertino con quien Bella (Stone) huye para experimentar el mundo a fondo luego de ser resucitada y criada por el Dr. Godwin Baxter (Willem Dafoe), dejándola sin las nociones preconcebidas de la sociedad y los prejuicios del mundo. Pero, ¿Qué tiene de especial esta película para Mark Ruffalo para temerle? A continuación te lo platicamos
Mark Ruffalo pudo entrar en su personaje gracias a William Dafoe
El guion de Poor Things es escrito por Tony McNamara (La favorita, Cruella) basado en la novela de 1992, Poor Things: Episodes from the Early Life of Archibald McCandless M.D, pero en la película, el personaje de Mark Ruffalo está inundado de situaciones y elementos cómicos que le parecieron extraños al actor.
Aunque Mark Ruffalo y William Dafoe solo comparten una escena juntos, el intérprete de Hulk comentó en una entrevista para EW, que el momento fue uno de los primeros que leyó en el guion y comenzó a asustarse por la complejidad. “Pensé que el guión era increíble, pero también me asustó mucho. Pensé: ‘¿Estás seguro de que esta es la parte que quieres que lea?’”, añadió. “Lo leí y pensé: ‘No sé si podría lograrlo’. Afortunadamente, Willem demostró que estaba equivocado”.
La escena sucede cuando el personaje de Mark Ruffalo, Duncan, visita la casa del Dr. Godwin Baxter para ayudarlo con un asunto legal pero, sorpresivamente, se encuentra por primera vez con Bella y se enamora, regalándonos uno de los momentos más divertidos de la película. «No he hecho mucha comedia», señala Ruffalo. Afortunadamente, Dafoe fue de gran ayuda para el actor. “Tuvimos este ensayo y realmente pudimos divertirnos; Encontré muchas cosas allí. Me estuvo incitando todo el tiempo”.
Ruffalo explicó que su objetivo era que Dafoe se riera de la situación, una tarea realmente difícil de lograr. “Me enloqueció por completo”, agregó. “Sólo quería hacerlo reír, así que lo presionaba cada vez más. Él diría: ‘Está bien, ¿realmente vas a hacer eso?’ ¡Y lo hice!». Pero, al final, lo logró. «¡Me hacía reír todo el tiempo!», Dafoe añadió.
La interesante creación de Duncan
Para transmitir la particular personalidad de Duncan, Mark Ruffalo junto a la diseñadora de vestuario de Poor Things, Holly Waddington, crearon atuendos que tuvieran una energía cómica y clásica, así que tomó de inspiración algunas ilustraciones satíricas de hombres poderosos ingleses del siglo XIX, que solían vestirse de manera exagerada.
“A menudo, estos hombres tienen sus pechos ‘bombeados’ de la manera más ridícula con espaldas exageradamente arqueadas, hombros estrechos, manos en las caderas y muslos y glúteos curvilíneos.
Lo más interesante para mí fue que las posturas crean una sensación de pomposidad y de importancia personal».
Holly Waddington
Mark Ruffalo cooperó en todos los procesos de la creación y a menudo era “muy juguetón y extremadamente generoso” con las ideas de Waddington. “Estaba dispuesto a explorar y jugar con estas ideas», agregó la diseñadora. Pero después de tiempo, decidieron simplificar el vestuario y dejarlo en un corsé y un par de calzoncillos largos, que, según ella, los/as espectadores/as con ojos de águila pueden detectar en las escenas de sexo «¡Si miras con atención!».