La autora de Harry Potter, JK Rowling se encuentra actualmente pensando en si debe aprobar o no el nuevo reboot que propone Warner Bros Discovery en forma de serie para HBO Max, pero parece que la controversial autora tiene también otros problemas de los qué ocuparse.
Y es que un reporte de Deadline, la casa productora que fundó junto a su socio Neil Blair en 2013: Brontë Film and TV, presentó una caída de 74% en sus ganancias netas. Esta empresa fue desarrollada por Rowling con el objetivo de producir con más rapidez libros, obras de teatro y series. Por supuesto, uno de sus trabajos más importantes es supervisar el desarrollo de la obra Harry Potter and The Cursed Child.
El primero de los proyectos que lanzaron fue la adaptación de la nueva The Casual Vacancy, una serie transmitida en 2015 a través de BBC One y HBO. Años después, estrenaron Strike para BBC One, que se basó en los libros de JK Rowling: Strike: The Cuckoo’s Calling, The Silkworm y Career of Evil.
Y entre sus controversias derivados de sus comentarios transfóbicos, las crisis derivadas del COVID-19 y pocas ventas de boletos para obras de teatro, ¡aquí les contamos las razones por las que la empresa de JK Rowling parece que entró en crisis!
Sin embargo, se dice que la pérdida de millones de dólares se relaciona por las restricciones que existieron durante la pandemia de Covid-19 en donde la mayoría de los teatros se vieron obligados a cerrar sus puertas, lo que significa una falta de ingresos en los espectáculos como Harry Potter and The Cursed Child.
¿Por qué perdió dinero JK Rowling?
Según un archivo de la Cámara de Sociedades del Reino Unido obtenido por Deadline, la compañía de JK Rowling registró una ganancia antes de impuestos de 1,8 millones de libras esterlina ($2,2 millones de dólares) en los 12 meses previos a marzo de 2022; en comparación, la empresa generó 6,9 millones de libras esterlinas (8,6 millones de dólares) durante el mismo período en 2021, por lo que se registra una pérdida de 6.4 millones de dólares
El informe de ganancias aseguró que las pérdidas se deben a las medidas sanitarias que impusieron duras cuarentenas para salas de cine y teatro, por lo que se detuvo por completo la venta de boletos para la obra Harry Potter y el niño maldito indicando «menores flujos de ingresos y participación en las ganancias de las producciones teatrales que estuvieron cerradas durante gran parte del período [financiero] debido a las restricciones de COVID».
La subsidiaria de Brontë, Harry Potter Theatrical Productions, reportó ingresos de 3,5 millones de libras esterlinas, lo que supuso una reducción de 6,6 millones de libras esterlinas, o un 65 %, en comparación con 2021. En total, la subsidiaría reportó que tendrá unas ganancias (antes de impuestos) de apenas 1.1 millones de libras esterlinas, por lo que sus ingresos disminuyeron en 84%.
La adaptación de Strike para la BBC estuvo rodeada de controversia, ya que en dos programas diferentes se acusó a JK Rowling de hacer comentarios transfóbicos, por lo que muchas personas consideran a que estas pérdidas económicas también podrían ser un reflejo de las políticas anti-trans que promueve la autora.
Los comentarios transfobicos de JK Rowling, comenzaron en el 2020, por lo que tendría sentido que hayan tenido un impacto económico más grande en su empresa y sus pérdidas no se relacionen por completo a la pandemia, aunque eso significaría que el impacto de los/as fans que decidieron dejar de consumir su trabajo directamente (incluido Harry Potter) es muy grande.
¿La imagen de JK Rowling si fue dañada por sus controversias?
Hasta el momento, JK Rowling no ha expresado arrepentimiento por sus comentarios. Muy al contrario, volvió a reiterar en el podcast “The Witch Trials of JK Rowling ”, que era consciente de las conciencias de sus palabras y que ella estaba «defendiendo el derecho de la libre expresión» de grupos activistas pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+ que considera «un poco peligrosos».
La autora señaló en el podcast que algunas personas parte la comunidad trans y los activistas LGBTQ+ se asemejan a los mortífagos, por ser los villanos puristas y radicales de Harry Potter. “Mi posición es que el movimiento de estos activistas [LGBTQ+], la forma que están tomándolo actualmente, se hace eco de lo que estaba advirtiendo en Harry Potter”
Por ello, muchos/as seguidores/as alrededor del mundo le han pedido que se haga responsable por sus comentarios de odio, al presionarla con dejar de consumir productos de la exitosa franquicia con el fin de no generar más ingresos para la autora, e incluso algunas librerías en Gran Bretaña han tomado la decisión individual de dejar de promocionar sus libros. Al respecto, JK Rowling también se burló en su cuenta de Twitter a principios de año, asegurando que estas controversias no afectaban las regalías que obtiene por sus trabajos.
Ella también se ha convertido en una vocal crítica de la llamada «cultura de la cancelación». En el mismo podcast, JK Rowling comentó que las acciones de algunos/as de sus críticos/as son parte de “un lenguaje fascista” y no piensa ceder ante la presión. “¿Cómo te estás comportando? Si están amenazándome con quitarme los medios de subsistencia, si están diciendo ‘esta persona está cancelada’, ese es el lenguaje de un dictador”.
Todo indica que JK Rowling no planea dejar de compartir sus opiniones transfóbicas y parece que en Warner Bros está dispuesto a quedarse al margen de la controversia si eso le permite seguir expandiendo el mundo de Harry Potter. Por lo que habrá qué esperar para saber si estas controversias públicas de verdad están impactando las ganancias de su compañía.