Los primeros episodios de Falcon y el Soldado del Invierno, ya han abordado diversas problemáticas como el racismo y los trastornos psicológicos.
El pasado 19 de marzo The Falcon and the Winter Soldier llegó a Disney+ superando las expectativas de muchas personas, pues se convirtió en el estreno más visto dentro de la plataforma, posicionándose por delante de WandaVision y la segunda temporada de The Mandalorian.
Anteriormente en Fuera de Foco, conversamos sobre el primer episodio, además de realizar una guía para ayudarte a entender mejor la serie si desconoces el pasado de Sam Wilson (Falcon) y Bucky Barnes (Winter Soldier) en el MCU.
Parece que en comparación a la primera entrega de la serie, el segundo episodio ha recibido una buena aceptación por parte del público, ya que aunque la acción aún no es el eje central de la trama, la misma se encuentra brindando un trasfondo interesante a su narrativa: abordando temáticas como el racismo en Estados Unidos en el arco de Falcon, y los conflictos psicológicos de un soldado posterior a la guerra, representados en Bucky tras su pasado como El Soldado del Invierno.
Los toques estadounidenses
En el más reciente episodio de la serie nos presentaron a Isaiah Bradley, un hombre que fue el único de los 300 soldados afroamericanos, que sobrevivió al experimento realizado por el gobierno estadounidense, el cual buscaba replicar el suero del supersoldado.
Así Bradley tomó el manto del Capitán América cuando Steve Rogers estaba congelado, pero tras cumplir su tarea en la Guerra de Corea, el gobierno lo encarceló 30 años tras tomar una imagen que «no le pertenecía». Este arco argumental trae consigo a la narrativa, un trasfondo que dialoga sobre el racismo que se vive en Estados Unidos.
Pero esta problemática no sólo se trata como algo del pasado, sino también del presente, ya que en la escena cuando Sam le cuestiona a Bucky sobre la razón por la que no le había comentado nada de Isaiah, llega la policía y comienza a intimidar a Falcon, preguntándole constantemente a Bucky si lo estaba molestado. Situación que se detiene hasta que se percatan que ambos son parte de Los Vengadores.
Curiosamente, mientras The Falcon and the Winter Soldier aún se encontraba filmando el año pasado, se suscitó el movimiento Black Lives Matter, el cual hizo que toda una generación abriera lo ojos con respecto a la enorme problemática de racismo experimentada en la cotidianidad estadounidense.
Los traumas de Bucky
En estos episodios también se han retratado las problemáticas psicológicas que acompañan y le han impedido a Bucky Barnes adaptarse a la vida cotidiana, esto como consecuencia de su etapa como Soldado del Invierno, donde como vimos en el primer episodio, bajo el control de HYDRA asesinó a un hombre inocente.
Dicho trauma aún lo persigue hasta la actualidad, donde lo vemos manteniendo una relación de amistad con Yori, un señor de la tercera edad que perdió a su hijo, el cual nos enteramos que fue asesinado por Bucky en la anterior secuencia, quien intenta remediar los crímenes que realizó en el pasado.
Situación a la que se encuentra haciendo frente mediante terapia, donde además se enfrenta al pensamiento de decepcionar a la única persona que siempre creyó en él, su mejor amigo: Steve Rogers, lo que le ha aportado tridimensionalidad a un personaje que carecía de la misma.
Aún nos queda mucho por conocer sobre lo que ha sucedido con estos personajes tras los hechos de Endgame, por ejemplo aún no sabemos como Bucky llegó al lugar donde vive y comenzó a ir a terapia, pero al igual que sucedió con WandaVision, es probable que la mayoría de predicamentos sean contestados en los cuatro capítulos restantes, además de entregarnos el final épico que todos/as estamos esperando desde WandaVisión.
