En este artículo:
- Damien Chazelle, director de Whiplash, confesó que no sabía si el actor J.K. Simmons tuviera lo que se necesitaba para interpretar al profesor Terrence Fletcher.
- La razón era porque no creía que “fuera lo suficientemente intimidante”, ya que Simmons es mejor conocido por papeles entrañables y divertidos, como J. Jonah Jameson en Spider-Man.
- Al final, Simmons dejó boquiabierto al director en el cortometraje que hizo de Whiplash, y logró capturar la misma esencia para su versión de largometraje.
J.K. Simmons dejó una marca imborrable con su interpretación en Whiplash como Terence Fletcher, el despiadado y exigente profesor de música que le valió el Oscar a Mejor Actor de Reparto en 2015, gracias a que demostró su capacidad para transmitir tanto la brillantez como la crueldad del personaje que cautivó a la audiencia y a la crítica por igual.
Sin embargo, antes de ser elegido para este papel icónico, el director de Whiplash, Damien Chazelle, admitió que inicialmente tenía dudas sobre si Simmons era la elección adecuada, ya que no estaba seguro de que pudiera resultar lo suficientemente intimidante para encarnar a Fletcher, dado que es un actor conocido por interpretar personajes más amables.
Pero, ¿Qué fue lo que cambió la opinión de Chazelle? A continuación te lo contamos.
¿Cómo Whiplash encontró a su villano?
J.K. Simmons es un aclamado actor reconocido por su versatilidad y talento en cine, televisión y teatro, que logra equilibrar el humor con la emotividad, consolidando su reputación como un actor capaz de abordar personajes entrañables en películas como Spider-Man, en donde le dio vida a J. Jonah Jameson, pero estos roles en su mayoría tenían tintes cómicos.
No obstante, cuando Damien Chazelle comenzó a considerarlo para Whiplash, tenía dudas sobre si Simmons era la elección adecuada, ya que lo asociaba principalmente con roles amables. “La gran pregunta que tenía sobre J.K. —y hablamos de esto— era si podría ser lo suficientemente intimidante y aterrador”, le dijo el director a Indiwere. “Para mí, Oz fue la única gran excepción en su carrera, pero había pasado tanto tiempo que temía que hubiera perdido ese lado de su actuación, especialmente considerando los roles más recientes por los que era conocido”, recordó Chazelle.
A pesar de esas dudas, Chazelle consideraba a Simmons un candidato ideal, sobre todo porque inicialmente lo estaba contratando para el cortometraje que más tarde se convertiría en el largometraje Whiplash, de tal forma que el director confesó sentirse «honrado y halagado» al conocerlo, pero también preocupado de saber si Simmons podría ser lo suficientemente intimidante en pantalla o si su interpretación del personaje sería vista como «una caricatura».
Sin embargo, desde el primer día de rodaje de Whiplash , Simmons superó todas las expectativas de Chazelle y quedó asombrado de inmediato por su actuación: «Básicamente interpretó el personaje de la misma manera desde el principio, con pequeños ajustes aquí y allá”, comentó. “Fue uno de esos casos en los que un actor llega al set con una visión completamente formada del personaje que funcionó desde el primer momento”.
El director de Whiplash tenía una visión clara del protagonista
Al hablar sobre la elección del protagonista, el joven baterista Andrew Neiman, Damien Chazelle señaló que el proceso fue distinto al de seleccionar a J.K. Simmons, ya que desde un principio, escribió el guion para Miles Teller por tener una personalidad más “tranquila” y porque sabía que tocaba la batería, lo que resultó una gran ventaja para el director, quien tenía planeado simular la mayor parte de las secuencias musicales con un baterista profesional.
«Estaba al inicio de mi carrera, y cuando recibí el guion, me agoté solo leyéndolo. Recuerdo haber hablado con mi agente, estaba terminando un rodaje de cuatro meses en Chicago y básicamente tendría que ir directo a este proyecto.
Pensé: ‘Esto será implacable. Hay mucho que dar con este personaje. Va a ser una experiencia realmente intensa’.»
Miles Teller
A pesar de la formación que recibió, Teller admitió sentirse intimidado ante la idea de aprender toda la música y ejecutarla del modo preciso que Chazelle requería para que la película funcionara. Además, su mayor preocupación era convencer al público de que realmente podía ser un hábil baterista de jazz. «Siempre había miembros del equipo enfocados en la continuidad», comentó Teller. «Recuerdo que la única vez que me frustré un poco fue cuando, si mi camisa estaba arrugada de forma distinta a la toma anterior, en medio de una interpretación, pensaba: ‘Déjenme seguir, por favor'».