Barbie será un gran éxito en taquilla. La cinta dirigida por Greta Gerwig y estelarizada por Margot Robbie y Ryan Gosling se perfila para recaudar entre 180 y 220 millones de dólares en su fin de semana de estreno, y algunos pronósticos optimistas aseguran que podría terminar su corrida en cines con más de 800 millones de dólares.
Y no es para menos, este es el primer live-action de Barbie que se estrena en cines. Y es la primera cinta en la que Mattel no tiene una injerencia directa en su desarrollo, ya que también se ha hablado mucho sobre como parece ser una deconstrucción del legado de la muñeca.
Pero antes de que el ambicioso proyecto liderado por Gerwig y Robbie llegara a las salas de cine, Todd Haynes (sí, el director de Carol) intentó hacer una película sobre una reconocida actriz utilizando sólo muñecas Barbie. Y entonces ardió Troya.
¡Les contamos aquí qué pasó con esa película y cómo Mattel luchó por impedir que se estrenara!
Mattel no quería que usaran Barbies para contar una historia de anorexia
En 1987, Todd Haynes escribió y dirigió una película biográfica sobre Karen Carpenter. Carpenter fue una de las estrellas más grandes de los 70, ya que junto con su hermano Richard formaron la exitosa banda The Carpenters. Lamentablemente, la baterista y cantante falleció en 1983 tras sufrir problemas cardiacos relacionados con anorexia y desórdenes alimenticios.
Haynes buscó hacer un pequeño cortometraje titulado «Superstar: The Karen Carpenter Story» que contara la vida de la cantante, pero contada enteramente con Barbies. La película se estrenó satisfactoriamente, y eso causó la ira de Mattel, ya que no estaban de acuerdo con el uso de la muñeca para contar una historia tan sensible.
Recientemente, la productora de la cinta Christine Vachon, reveló que ejecutivos de Mattel visitaron sus oficinas para pedir que no estrenaran la película, ya que no habían pagado el uso de licencia y no tenían permiso de utilizar muñecas Barbie para contar la historia de Karen Carpenter.
Sin embargo, Todd Haynes tenía todo planeado para evitar que la compañía evitara que usara a Barbie.
“Nos visitaron. Pero Haynes lo tenía resuelto: todas las Barbie las había comprado en ventas de garage. Así que les dijimos que eran Barbies falsas, así que no eran parte de su marca, porque eran las muñecas que uno conseguía si no te alcanzaba para tener una Barbie original”.
Christine Vachon, Deadline
El equipo logró burlar las demandas de Mattel, pero no las de Richard Carpenter, el hermano de la cantante que desde siempre se sentía incómodo con la historia. Al final, ganó una demanda debido a que Todd Haynes nunca compró los derechos de la música que utilizó para la cinta, ya que incluía los grandes éxitos de la dupla.
¿La película se volvió una obra de Culto?
Como la película llamó la atención de Mattel, los/as fans de Barbie y de The Carpenters, el caso fue sumamente mediático, aunque al final la película quedó completamente prohibida para su exhibición. Sin embargo, la cinta ya es todo un misterio dentro de la carrera del director, y a veces aparece y desaparece de plataformas como YouTube.
“Hay una versión restaurada que de repente aparece y desaparece. Ese es el verdadero corte del director” dijo la productora sobre la lucha que han atravesado con la película que utiliza la imagen de Barbie, ya que el filme se ha vuelto tan icónico que fue restaurado por la UCLA y Sundance.
Como la cinta ha ganado mucha popularidad, Haynes confesó que sí se ha mostrado al público, aunque nunca se ha vendido un boleto para verla y las proyecciones no se han anunciado de manera pública, como indican los términos de su demanda por derechos de autor.
Sin embargo, cada vez se siente más optimista de que podrá lanzarla a las salas.
“Ya hemos revisado algunas opciones legales sobre el filme que se ven muy favorables. Pero hay mucho trabajo que no he tenido tiempo de hacer, como presentar todas mis fuentes de información o hacer notas sobre la película”.
Todd Haynes, Entertainment Weekly
El experimento usando Barbies habría causado mucho revuelo particularmente porque la muñeca ha sido señalada como una de las herramientas de cultura pop que más cimientan ideas nocivas y exageradas sobre lo que significa “tener un cuerpo perfecto”, por lo que contar una historia tan pública de desórdenes alimenticios con ella le da una dimensión diferente al legado de Karen Carpenter y Barbie.