Lo que tienes que saber:
La plática exclusiva que tuvo Fuera de Foco con el director Alejandro Monteverde, nos ayudó a entender por qué la temática de Sound of Freedom se tergiversó para convertirse en propaganda que promueve los intereses políticos de Donald Trump.
“Me duele mucho que mi película haya caído en las garras de la política” nos comentó Alejandro Monteverde, el director de la película de Sound of Freedom, en exclusiva para Fuera de Foco.
Hablar de esta película es hablar de controversia, pero es innegable que justo el revuelo que hay a su alrededor es lo que la ha catapultado a recaudar más de 181 millones de dólares con un presupuesto de apenas 14, cosa que enorgullece mucho al director.
En estricto sentido, Sound of Freedom es una aventura de acción que cuenta las heroicas hazañas de Tim Ballard, un hombre que funda una organización no-gubernamental para rescatar infantes de redes de tráfico infantil y arma toda una operación para desmantelar una red colombiana y rescatar a 60+ niños/as.
Sin embargo, Sound of Freedom es una cinta de corte religioso distribuida por Angel Studios que tuvo un marketing dirigido específicamente a audiencias religiosas. Y cuando se estrenó el 4 de julio, rápidamente grupos de ultra-derecha en internet la catalogaron como “la película que las élites de Hollywood no quieren que veas”.
Por si fuera poco, tiempo después se descubrió que Fabián Marta, una persona que ayudó a financiar el proyecto, fue arrestada por secuestro infantil, situaciones que han sido suficientes para que muchas personas denuncien la película y la critiquen por sus controversiales nexos.
Al respecto, Alejandro Monteverde nos comentó que “todo eso son simples acusaciones y esas se puede hacer como sea, lo importante es la temática” y muchas personas concuerdan con que lo ideal sería hablar sobre cómo Sound of Freedom retrata el tráfico infantil.
Entonces, ¿por qué no podemos separar a Sound of Freedom de su contexto, de sus vínculos, de sus controversias?
La plática con Alejandro Monteverde nos ayudó a dilucidar cómo el cine puede ser usado como herramienta propagandística, y por qué es importante denunciar a los grupos que han cooptado Sound of Freedom para fines políticos a favor de Donald Trump, ya que se están colgando de una temática muy sensible para promover intereses privados. Y eso incluye a su productor: Eduardo Verástegui.
Monteverde nos cuenta cómo construyó Sound of Freedom
Según lo que nos comentó Monteverde, él comenzó a preparar la historia de manera 100% como una ficción. “Empecé a hacer una ficción tipo la Lista de Schindler sobre un empresario que, cuando se entera de esto [del tráfico infantil] empieza a comprar niños/as para liberarlos”.
El director nos dijo que “la ficción requiere investigación” y que ya llevaba mucho tiempo en ese proceso cuando se acercó al productor Eduardo Verástegui “para conseguir a alguien que financiara la película. Entonces fui con él y le dije: Oye, ¿me apoyas?”.
La relación de Alejandro Monteverde y Eduardo Verástegui no es nueva. En 2004, los dos creadores, junto con el productor Leo Severino (señalado por grooming recientemente) fundaron Metanoia Films, y los créditos de dirección más importantes de los que goza Monteverde (además de Sound of Freedom) son gracias a esta asociación: “Bella” y “Little Boy”, ambas cintas con fuertes temáticas católicas.
Y fue precisamente Verástegui quien le presentó a Tim Ballard con el objetivo de “consultarlo como experto en el tema”.
Él es un hombre que dejó su trabajo en el departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos para fundar Operation Underground Railroad, una organización dedicada supuestamente a combatir redes de tráfico de menores que ha tenido presencia en Colombia, Haití, El Salvador y otros territorios.
“Y cuando lo conozco, me doy cuenta que su historia sobrepasa mi ficción. Y ahí es donde empieza toda esta travesía”, nos contó el director.
En la entrevista, Monteverde mostró en varias ocasiones su admiración hacia Tim Ballard y su trabajo, pues en la plática mencionó varias veces cosas como:
“¿A cuántas personas conoces que hayan dejado su trabajo para arriesgar su vida en otro país? Se ha ido a Colombia, Haití, a República Dominicana […] ¿A cuántas personas conoces que les apuntaron con un arma por querer rescatar niños/as? […] Una cosa es hacer trabajo detrás, otra cosa es arriesgarse”.
Alejandro Monteverde, Fuera de Foco
Tim Ballard: ¿Un Superman de la vida real?
Monteverde, quien en una entrevista en 2007 reveló que su gusto por el cine empezó cuando creaba historias jugando con sus figuras de G.I Joe y Superman, entiende el atractivo cinematográfico de la historia de Ballard: Un héroe de acción que resuelve problemas internacionales por cuenta propia mientras se ve cool y parece que tiene la solución a todos los problemas.
En la página de Operation Underground Railroad, tienen un lema que dice “Creemos en el poder de las historias para generar un cambio” dentro de una pestaña que muestra los diversos documentales que tienen sobre su trabajo, y en uno de ellos, “The Abolitionists”, una persona se hace llamar Batman. El cine crea mitos, inspira de verdad, y hay pocas historias más atractivas para el cine que la de héroes tan poderosos, tan comprometidos por una causa.
De hecho, Hollywood ama estas historias y la audiencia también. No por nada Arnold Schwarzenegger se convirtió en gobernador de California en 2003, Carmen Salias fue diputada y el mismo Donald Trump se dio a conocer primero como estrella de televisión.
Necesitamos estas figuras que nos hagan pensar que hay gente luchando allá afuera por nosotros/as, y los/as artistas se pueden volver figuras tan reconocibles, que se convierten en líderes de opinión y ejemplos a seguir que pueden incidir en la sociedad más allá de la pantalla, como se ha vendido el propio Tim Ballard desde 2014.
Monteverde inició la filmación de Sound of Freedom en 2015. 4 años antes de que el expresidente Donald Trump escogiera a Tim Ballard como parte del “Consejo Consultor para terminar con el Tráfico de Personas” y 5 años antes de que el mismo presidente escogiera a Eduardo Verástegui para formar parte de “La Comisión Presidencial para la Prosperidad Hispana”.
Pero, ¿Qué tiene que ver esto con Sound of Freedom? Alejandro Monteverde fue muy enfático en decir que quería ”iniciar un diálogo, una conversación sobre el tema” algo que va más allá de colores y partidos. “Si vieran la película, ambos bandos verían que están del mismo lado” sentenció.
Sound of Freedom: El camino al infierno está lleno de buenas intenciones
El director de Sound of Freedom nos comentó que él “es cineasta y ya. No Hago documentales, hago cine. Y al cine se le tiene que dramatizar. Tienes que tomar libertades para iluminar, encontrar miles de cosas” confirmando que se tomó libertades creativas con respecto a las hazañas de Tim Ballard para “hacer una ficción que retrate algo de verdad para generar conversaciones”.
También nos dijo que “la política divide. Yo soy cineasta, no político. A mi lo que me interesa es unir a la gente alrededor de un tema real”.
Pero el cine y la política van muy de la mano. El séptimo arte, con el poder de la imagen en movimiento, puede crear grandes historias que inspiren a muchas personas. Y la política, tiene como objetivo justamente crear la imagen de que una persona/partido/asociación tiene una visión e ideas prácticas para mejorar la sociedad.
La magia del cine está en que crea imágenes tan poderosas, que se pueden convertir en referentes, inspiraciones y símbolos de ideologías y movimientos que no tienen nada que ver con la intención original de sus creadores.
Por ejemplo, Anonymous, una organización que aboga por diferentes causas políticas, adoptó la máscara creada por Alan Moore en «V For Vendetta». Y durante las protestas en Chile en 2019, mucha gente tomó al Joker de Joaquin Phoenix como símbolo de la revolución.
Por eso, la imagen que decide crear Monteverde sobre Tim Ballard y sus operativos importan, porque es el vehículo con el que la audiencia entra al tema, y la trama de Sound of Freedom sí hace mucho énfasis en sus actos heroicos.
De hecho, Tim Ballard y su esposa son los únicos personajes en Sound of Freedom que tienen contrapartes directas en la pantalla y en la vida real. Como nos comentó en entrevista:
“Tim Ballard, el personaje principal es la historia, pero la temática son los/as niños/as, que son las víctimas”.
Alejandro Monteverde, Fuera de Foco
Monteverde quería contar la historia dramatizada de Tim Ballard para poner en el foco el tema del tráfico infantil.
Pero el énfasis que se hace en la historia particular del agente y en que todo lo ha hecho es real, contribuyó a que los grupos políticos reales a los que pertenecen Ballard y Verástegui aprovecharan el éxito de la película para adaptarla a la causa política de Donald Trump, un hombre que dijo que tendría sexo con su hija si no fuera su hija.
Sound of Freedom: ¿Biografía a modo?
Sound of Freedom ha sido criticada por especialistas en tráfico infantil porque aseguran que mitifica la forma en la que inicia y se desarrolla el abuso y el tráfico en primer lugar. De hecho, esta acotación aparece en la página oficial de Operation Underground Railroad.
Para Fuera de Foco, Monteverde definió Sound of Freedom como “una biografía más” y se mostró desesperado por el escrutinio que tiene su película. “O sea, ¿por qué no agarran a Gandhi, a Mozart, a Beethoven? Todos somos seres humanos, si te investigan con lupa pues, el que quiere encontrar algo, lo encuentra o te lo inventa”.
Monteverde, como director y guionista, puede decidir lo que es parte de su historia o no. Pero si su intención es que se hable sobre la trata infantil usando como gancho la historia de Tim Ballard, parece obvio que, cuando se busque más información, el primer acercamiento para abrir el debate sobre el tema sean precisamente los detalles que quedaron fuera de la película sobre las hazañas de Tim Ballard.
El mismo Tim Ballard ha dicho que “Cada tipo malo es real. Cada niño es real. Al final había unos créditos que te decía quién era quién y dónde están ahora, pero era muy largo y los cortaron. Dolió, pero…”
Sound of Freedom dura 2 horas 15 minutos, y aunque no hay tiempo de hablar sobre la verdad detrás de la película, en la versión para México, Eduardo Verástegui sale al final diciendo que “ver esta película ayuda a erradicar el problema”.
Esto es un ejemplo de cómo los mismos creadores nos piden que pensemos en Sound of Freedom más allá de una película y la liguemos necesariamente con ideas políticas. Inclusive, insinúan que ver la película ya es tomar acciones contra el problema de la trata infantil, lo cual es engañoso.
Sound of Freedom: Realidad vs Ficción
Por eso es un problema que solamente Tim Ballard y sus hazañas en lo general son los únicos elementos reales de la película, ya que todo lo demás tuvo que ser modificado y resumido para adaptarse a una historia de acción hollywoodense.
Por ejemplo, como nos mencionó Monteverde, un ejemplo de la forma en que resumió la historia de Ballard es con el personaje de Jorge. “El segundo personaje más importante después de Tim Ballard”, quien representa los esfuerzos de todo el gobierno colombiano en la operación. “Y además, mencionamos las organizaciones e instituciones al final de los créditos”.
Pero uno de los problemas de Sound of Freedom es que presenta villanos anónimos, ficticios que bien podrían ser parte de cualquier otra trama en una película de acción gringa que involucre viajar a detener redes criminales internacionales.
El contenido religioso de Sound of Freedom
La villana principal parece ser Giselle, la reclutadora que aparece en los primeros minutos y es la que secuestra a Rocío, la niña que detona “el llamado divino” de Tim Ballard para comprometerse a rescatar infantes víctimas de trata infantil.
Jorge, aunque en un principio está renuente de sumarse a la misión de Ballard, al final cede y lo presenta con El Vampiro, n ex-gángster que revela haber tenido sexo con una prostituta de 14 años pero que se convierte en la mano derecha del agente.
Operation Underground Railroad confirmó que esta es una de las partes ficcionalizadas de Sound of Freedom, ya que la historia real de persona en la que se inspira la figura (cuya identidad no fue revelada) es que tuvo sexo con una prostituta mayor, pero que había pasado toda su vida como esclava sexual.
Curiosamente, El Vampiro es el único personaje que siente el mismo “llamado divino” que Tim Ballard por ayudar a detener el tráfico infantil. ¿Por qué presentarlo así? Para el director, tiene que ver “con la forma en la que me interesaba que el vampiro empujara la historia narrativa de Tim Ballard”.
“Como artista, tengo que escoger y tomarme licencias creativas. ¿Cómo compresionar todo y ponerlo en un en dos horas y encontrar los elementos que empujen la narrativa?”
Alejandro Monteverde
Pero la duda sigue: ¿de qué sirve ese detalle narrativo? La autora cree que es una metáfora del arrepentimiento cristiano y las segundas oportunidades. O sea, un recurso para generar empatía.
Esta no es la única referencia religiosa que tiene Sound of Freedom. A lo largo de la película, Tim Ballard “evangeliza” a muchas personas para que se sumen a su visión. Y en un momento clímax, el protagonista dice que “Los niños de Dios no están a la venta” del Dios cristiano, por lo que entendemos sobre la trama de la película.
Estos son detalles conflictivos dada la documentada relación de los más altos mandos de la Iglesia Católica con redes de trata infantil, como el padre Marcial Maciel.
Y es que, si se supone que es una película en contra del tráfico infantil, resulta contradictorio que la religión cristiana-católica se presente como una característica natural en la cinta, pero sin duda se alinea con las creencias religiosas reales que tienen Jim Caviezel, Eduardo Verástegui, Tim Ballard y Donald Trump, un hombre muy cercano a Jeffrey Epstein, uno de los más grandes traficantes infantiles de Estados Unidos.
Monteverde nos comentó que “él solamente agarró información para hacer la biografía” de Tim Ballard, pero cuando se le pregunta sobre las controversias que enfrenta el agente en la vida real y sus conexiones con Donald Trump, nos comentó que:
“Esas son distracciones. Volvamos a la motivación. ¿Cuál es la motivación? Crear consciencia sobre el tráfico y el abuso sexual de niños/as. ¿Qué importa lo demás?”.
Alejandro Monteverde, Fuera de Foco
Pero si Sound of Freedom es un recuento real (aunque dramatizado) y es importante que se vea. ¿Para qué hacer tanto hincapié en que la historia de Tim Ballard sí es real? Si todo es verdad, ¿Por qué entonces no hablar de sus problemas y de sus controversias?
¿Tim Ballard exagera sus hazañas?
Investigando estos detalles, nos dimos cuenta de que la mayoría de la información disponible sobre Tim Ballard y sus fundaciones vienen de fuentes creadas por el propio Ballard o con nexos muy cercanos a él.
La única investigación independiente sobre su organización es un artículo de Vice, el cual acusa a la operación de exagerar sus hazañas, crear testimonios sensacionalistas y de tener poca transparencia sobre lo que hace con el dinero que recibe en donaciones.
Uno de los detalles más preocupantes de su investigación es cuando cuentan la historia de una mujer que escapó de una red de tráfico que opera en México y Estados Unidos. Según Ballard, ese rescate fue parte de una de sus operaciones encubiertas, pero documentos de la corte recuperados por Vice aseguran que la mujer, de 17 años, testificó que no había sido rescatada por nadie, sino que escapó por cuenta propia.
Y su declaración se siente más realista que la de Ballard. El agente aseguraba que ella había sido secuestrada con violencia, dando a entender que el perpetrador fue una figura ajena a la vida de la víctima.
Pero ella testificó que cuando tenía 14 años, un joven la sedujo y se ganó su confianza hasta que pudo hacer que se pasara la frontera por cuenta propia. Y fue él quien comenzó a traficar con ella, un modus operandi que va acorde a lo que publican otros grupos expertos en tráfico y abuso infantil.
Al buscar información sobre el operativo “Triple Take”, el cual inspiró los eventos de la película, en medios colombianos o internacionales, nos topamos con más información sobre las versiones reales de la villana principal de Sound of Freedom, y de paso con otros detalles sobre lo que ha hecho Ballard después del estreno de la cinta.
Giselle, supuestamente, es la representación ficticia de Kelly Johanna Suárez, quien fue arrestada en la redada de 2014 y que formó una agencia de modelaje que resultó ser un grupo de tráfico infantil.
Otras cinco personas siguen en prisión por el mismo operativo, pero es incierto saber cuáles de ellas aparecen en Sound of Freedom y cuáles no, ya que lo importante era mostrar a Tim Ballard y su misión divina contra la trata infantil, no a la gente con la que convivió, que arrestó, ni las consecuencias específicas que tuvo el trabajo de su organización en el operativo.
Según los recuentos de medios colombianos, mexicanos y estadounidenses, Kelly aprovechaba su estatus como “reina de belleza” para inspirar a niños/as de su comunidad y su vecindario. Pero en 2016, fue puesta en libertad porque, al ver un video de la fiesta que retrata Sound of Freedom en el clímax de la película, se descubrió que Kelly llegó tiempo después, confirmando su versión de que ella se había reunido ahí pensando ingenuamente en sumarse a una agencia de modelaje.
En los medios que no tienen ningún nexo con Ballard o su organización y que hablan de la redada, no se menciona a Tim Ballard de ninguna manera, aunque se detalla que “hubo fuerzas extranjeras” como el ICE (Servicio de Administración y Control de Aduanas y Estados Unidos) y el Servicio Secreto, organizaciones con las que ha colaborado Ballard y OUR.
Operation Underground Railroad también estuvo bajo escrutinio legal, según Vice, por acusaciones de crear demanda sobre tráfico infantil bajo la lógica de que, sin querer, sus operaciones fomentaban que las redes de trata buscaran infantes en primer lugar.
Porque contrario a lo que nos muestra Sound of Freedom, la realidad es que las víctimas de trata no necesariamente están en un mismo lugar, ni se guardan en cajas como mercancía. Pero todos los cargos fueron desestimados.
Por otro lado, Tim Ballard ya ni siquiera forma parte de Operation Underground Railroad, pues se salió poco antes de que Sound of Freedom estrenara en Estados Unidos, pero ahora promueve también el trabajo de otras organizaciones que también fundó: The Spear fund y The Nazarene Fund (aunque tampoco es parte de ellas).
En una de las veces que el director de Sound of Freedom alabó el heroísmo real de Ballard en la plática con Fuera de Foco, él mencionó que: “Ahorita está en Ucrania”.
Pero le faltó mencionar que Ballard dijo que había desmantelado un partido político conformado por pedófilos en Ucrania, cosa que es falsa.
El partido político al que se refiere, el PNVD, sí existió y era un grupo pro-pedofilia, en realidad era un pequeño partido holandés instaurado en 2006 que siempre fue rechazado por la mayoría de la población y se terminó disolviendo en 2010.
¿Qué hace el PNVD en un país azotado por la guerra? Según Tim Ballard, buscando niños para enviarlos a México, donde tienen su base. Y si bien es cierto que el líder del partido: Nelson Maatman se mudó a México huyendo por cargos por posesión de pornografía infantil y fue arrestado por autoridades mexicanas en junio de 2022.
Por eso, en entrevistas ha hablado sobre la importancia de “fortalecer el muro entre México y Estados Unidos para impedir la trata”, tema que fue crucial en la presidencia de Donald Trump. Curiosamente, el súper agente no habla sobre los casos documentados de cómo Rusia secuestra infantes de Ucrania para convertirlos en soldados para la guerra.
¿Eso es demasiado escrutinio en contra de Sound of Freedom?
Cuando se le cuestionó sobre las controversias reales de Tim Ballard, Monteverde nos dio su perspectiva sobre el escrutinio que sufren las biopics.
“por qué se le pone tanta atención a su biografía si hay otras 300 mil allá afuera” preguntó Monteverde, insinuando que las críticas podrían tener malas intenciones.
“Es muy raro que en esta película biográfica se hayan dedicado tanto a enfocarse en los detalles. No entiendo eso. Ya se empiezan a ver como pues… […]
Ya viéndolo objetivamente. Oye, hay trescientas biografías, películas biopics. ¿Por qué no agarran la misma lupa?”.
Alejandro Monteverde, Fuera de Foco
Pero Monteverde se equivoca, Sound of Freedom tiene el mismo nivel de escrutinio que otras biopics. Basta ver todos los artículos, videos y TikToks comparando la realidad de la ficción en Oppenheimer para darse cuenta que la gente está igual de obsesionada con los detalles que quedaron fuera (o se dramatizaron) de la película de Christopher Nolan.
Lo que pasa, es que cuando uno comienza a buscar información sobre Tim Ballard, nos topamos con información que contradicen no sólo los valores y el eje temático de Sound of Freedom (que, como quedó establecido, es la trata infantil), sino que debieron preocupar a Monteverde dadas sus motivaciones artísticas.
Y es que Tim Ballard ha utilizado la plataforma de la película para, como mencionamos anteriormente, hacer argumentos falsos sobre política internacional, y además, utiliza el tema de la trata infantil para empujar sus intereses políticos.
Por ejemplo, en un podcast con Donald Trump y Jim Caviezel, el experto asegura cosas como que “es más difícil adoptar a un gato que a un niño en la frontera de Estados Unidos” (un dato falso), mientras alaba las acciones de Trump para combatir la trata “como se ve en Sound of Freedom”.
Sound of Freedom: Secuestrada por intereses políticos
La ambivalencia que causa la falta de detalles sobre la historia real de Tim Ballard y la “importancia universal” que tiene la temática de Sound of Freedom, tal vez han hecho que perdamos un poco el panorama sobre lo que están haciendo Jim Caviezel, Eduardo Verástegui y Ballard, que sin querer (queriendo) están usando la película para ayudar a Donald Trump.
El 20 de julio, Donald Trump ofreció una proyección de Sound of Freedom en su casa para votantes con tendencias religiosas. En el evento, además de ser alabado por diferentes figuras de ultra-derecha conservadora, Steve Bannon, mano derecha de Trump acusado de defraudar a millones de donadores para la construcción del muro, dijo que “Sound of Freedom podría unir a Estados Unidos” por su temática.
El 31 de julio, Donald Trump, puso el póster de Sound of Freedom en medio de dos banderas estadounidenses en su casa para platicar con Tim Ballard y Jim Caviezel supuestamente sobre la película y su relevancia.
Pero en el podcast, no se habla de Sound of Freedom más que en la generalidad. Ellos mismos traicionan la idea de que “la importancia de la película radica en que habla del tráfico infantil”, porque después pasan a hablar sobre la necesidad de construir el muro entre México y Estados Unidos, y de cómo las acusaciones judiciales contra Trump son falsas, a pesar de que actualmente ya se entregó a las autoridades en Atlanta, Georgia por 4 cargos contra él.
Los intereses reales de los creadores de Sound of Freedom
Y en un momento surreal, Tim Ballard, el gran héroe real que inspiró Sound of Freedom, invita a Eduardo Verástegui, quien asegura que “la homosexualidad está vinculada con la pedofilia” a pasar.
El súper agente dice que “está frente a los posibles presidentes de México y Estados Unidos en 2024” mientras que el mexicano le contesta “estamos preguntando” y se pone a discutir con Trump políticas bilaterales de seguridad fronteriza.
¿Qué tiene que ver eso con Sound of Freedom o la trata infantil? Nada. La película es una excusa para que las fuerzas políticas ligadas a su realización hablen sobre sus propuestas de campaña y en el caso, de Trump, sobre sus crímenes federales. Y al respecto, Monteverde tiene una opinión tajante:
“La política divide y esa nunca fue la intención. Yo no puedo controlar ni quiero controlar lo que hace la demás gente. Es como cualquier compañía. Soy un cineasta. Mi intención fue hacer una película sobre esta temática.
Si la gente que trabajó en la película tiene ideas políticas, pues todos tenemos el derecho a una opinión. Ellos fueron y expresaron sus opiniones.”
Alejandro Monteverde, Fuera de Foco.
La cosa es, que no son opiniones, son propuestas. Avaladas por el protagonista de la película, el hombre que inspiró la historia y el productor de cabecera. Son campañas que usan la película y tergiversan la intención original de su creador para generar empatía con una audiencia y verse como héroes que tienen la solución a un problema muy duro.
Jim Caviezel, en un evento relacionado con QAnon, una organización conocida por promover teorías de conspiración y que apoya a Donald Trump, hizo hincapié en que “es una película importante” y que verla nos hará “partícipes del cambio”.
¿Qué cambio? ¿El que promueven Donald Trump y Eduardo Verástegui? Son preguntas que no podemos dejar pasar si queremos entender bien de dónde viene Sound of Freedom y cuál ha sido el efecto real del “fenómeno taquillero” en la sociedad.
Es un ejemplo moderno de propaganda, de cómo el cine dialoga con la realidad. Por lo que es irresponsable ignorar cómo se está usando. Especialmente si nos ponemos a pensar a dónde se irá el dinero que recauda en taquilla. ¿A campañas políticas? ¿Abogados? ¿Más propaganda? Esas preguntas rebasan el alcance de este artículo.
“El autor, el escritor y el director de la película fui yo” nos contó amargamente Monteverde. “Yo te puedo decir que no hubo ninguna intención en que esto cayera donde cayó”. En la entrevista, dice que él y su película son víctima de las circunstancias.
Desafortunadamente, las intenciones de que Sound of Freedom fueran un thriller hollywoodense entretenido “con algo de verdad para despertar conversaciones” quedaron atrás hace mucho tiempo. Ahora, es imposible separarla de la narrativa panfletaria que ha creado Donald Trump y figuras conservadoras alrededor de la película.