En Fuera de Foco tuvimos la oportunidad de platicar con César Vigné, conocido por participar de stunt en películas como Bardo, Vacaciones en el infierno, Blancanieves y la leyenda del cazador, Dragonball Evolution, Run Coyote Run, Tlatelolco Verano de 68, Rudo y Cursi, entre otras.
Vigné comenzó su carrera luego de practicar capoeira durante varios años, una manifestación cultural afro-brasileña que tiene diversas facetas, como danza, arte marcial, música, acrobacias y expresión corporal. Tiempo después, se enfocó en la acrobacia hasta que en un momento tuvo la oportunidad de audicionar para la película de Apocalypto, que obtuvo un premio Oscar por Mejor maquillaje y peinado. “Fue así como conocí el mundo del cine y el mundo de los stunt y toda la cuestión que tiene que tiene que ver con los dobles”, explicó Vigné
La disciplina que requiere ser stunt de cine
César Vigné nos platicó que lo más difícil de ser stunt es la determinación y preparación que esto requiere, ya que te obliga a aprender diferentes disciplinas para completar tu conocimiento y poder realizar cualquier tipo de escena.
“Son muchas disciplinas y normalmente es importante que tengas un conocimiento previo, un entendimiento del cuerpo y una forma de trabajo, para comenzar a formarte en las peleas, uso de espadas y montar a caballo, las alturas, etc. Es como muy extenso el camino del stunt, evidentemente se va aprendido sobre la marcha pero sí requiere mucha disciplina”.
César Vigné
A pesar de tener un amplio camino en el cine, Vigné considera que lo que más disfruta de ser stunt, es trabajar con cabellos, especialmente, cuando se tratan de historias de época. “Cuando inicie, mi enfoque eran la coreografías y peleas, pero cuando trabajé con caballos fue lo que mas me gusto”. Dichas historias requieren de más equipo y preparación para llevar la escena de forma segura. “Es importante que la persona lo pueda hacer varias veces, creo que es eso, platicar la acción o la trama de la película o serie a través del conflicto”.
Sin embargo, a pesar de toda la preparación, César Vigné externó que existen ciertas películas que requieren secuencias en donde la naturaleza les juega en contra. Esto sucedió con Dragonball Evolution, en donde las condiciones del lugar complicaron el trabajo para los stunt. “Las escenas eran complicadas porque fueron en el desierto, era muy complicado, el lugar donde estábamos realizando unas cosas en motos y saltos era de muy difícil el acceso”.
¿Cómo se creó la secuencia de Bardo?
Entre los hermosos diseños de escenarios que contiene Bardo diseñados por Eugenio Caballero (quien anteriormente trabajó con Alfonso Cuarón en Roma). Se encuentra la secuencia realizada en el Castillo de Chapultepec, en la que el protagonista se ve envuelto en la batalla que tuvo lugar en 1847 entre México y los Estados Unidos. Dicha escena fue coordinada por César Vigné, quien nos platicó que para lograrla se requieren varios meses y ensayos para lograr montar una de las escenas más ambiciosas de la película.
“En este caso en particular, la composición, los primeros planos y los segundos planos eran muy importantes porque debían estar muy definidos. Había tomas muy abiertas en donde se veían un gran cantidad de cosas pasando dentro de la batalla y si de pronto una de las coreografías estaba un poco más a la izquierda o a la derecha, ya tapaba al de atrás”.
César Vigné
César Vigné tuvo que desarrollar una “precisión muy milimétrica” para que todo fluyera de forma natural y sin contratiempos, puesto que gran parte de la escena se filmó en plano secuencia. “Todo tenía que pasar en el momento y en ese punto geográfico exacto, porque si se movían un poco ya no salía la escena”. Sin embargo, los problemas comenzaron cuando llegó la pandemia de Covid- 19 y las filmaciones pararon cuando todos los extras y el equipo estaba listo para desarrollar dicha secuencia.
“Filmarla fueron 3 días pero digamos que la preparamos previamente en base a lo que nos platicaron, y a la semana de que estaba lista ya con ensayos en el Castillo, apareció la pandemia. Pararon todas la producciones, entonces a una semana de grabar, paramos varios meses”.
César Vigné
Cuando finalmente el equipo de Bardo está listo para regresar a filmar, gran parte del equipo de extras (120 aproximadamente) ya no se encontraba en la ciudad o estaba dedicándose a otra cosa. “La mayoría eran jóvenes muy chicos, perdimos mucha gente y hubo que volver a empezar, restablecer los lugares y montar las coreografías”, agregó Vigné.
A pesar de todos los contratiempos, la escena en Bardo se pudo desarrollar sin problemas y la experiencia abrió un nuevo panorama para la carrera de Vigné. “Siento que no es igual que todas las demás películas por el compromiso con la estética”. Por ello, ahora desea aprender más sobre dirección de cámaras, para en un futuro dedicarse a eso. “Me gusta entender el cuadro, entender la cámara y me gustaría dirigir algo, todo lo que es la cinematografía me gusta ahora mucho”.