Reportes aseguran que la nueva cinta de Francis Ford Coppola corre peligro de ser cancelada por diversos problemas en el set
Cuando Francis Ford Coppola anunció el inicio de producción de Megalopolis, la comunidad cinéfila saltó de alegría al ser uno de los proyectos más ambiciosos y caros del multipremiado cineasta. Y es que es uno de
Sin embargo, parece que su ejecución no ha sido nada sencilla y ahora se ha reportado que algunos miembros de producción abandonaron la cinta por problemas con el director. ¡Les contamos qué está pasando con la cinta y por qué es un proyecto tan importante para Francis Ford Coppola!
¡No saben si terminarán de filmar!
Megalopolis ha sido descrito como uno de los proyectos más importantes a nivel personal en la carrera de Coppola por ser escrito, dirigido y producido en su totalidad por el cineastae. Al no encontrar un estudio que estuviera dispuesto a producirla, Francis Ford Coppola decidió invertir de su propio dinero $120 millones de dólares. Para lograrlo, el cineasta optó por vender su popular bodegas de vinos de Northern California, debido a que no quería estar sujeto a una casa productora y sus nuevas estrategias de distribución.
De acuerdo con The Hollywood Reporter la producción Megalopolis se encontraba filmando en Atlanta cuando perdió en la última semana de diciembre el talento creativo clave, incluido su diseñador de producción y director de arte, así como todo el equipo de efectos visuales, por lo que en la actualidad, el set “es una locura» y Coppola no ha dejado de tratar de buscar a nuevos artistas para ocupar los puestos.
Desde entonces, se dice que el presupuesto sigue creciendo y la película está a la mitad de su rodaje, por lo que todavía le faltan entre 80 y 90 días de filmación. Una fuente de producción explicó que no está claro si la producción podrá seguir adelante según lo planeado y por el momento el futuro de Megalopolis está en la cuerda floja.
¿La producción Megalopolis es un desastre?
De acuerdo con diversas fuentes, Francis Ford Coppola empleó una nueva tecnología de producción virtual similar a la utilizada en The Mandalorian, puesto que la historia de Megalopolis demanda efectos visuales muy . No obstante, estos métodos causaron nuevos desafíos y los costos planeados en un principio aumentaron, lo que los obligó a cambiar a un enfoque de pantalla verde más tradicional y menos costoso. “No hay una buena respuesta aquí”, dije un ejecutivo de producción. “[Coppola] va a gastar mucho más dinero del que pretendía. Puedes imaginar cuánto ha invertido ya. Sería un trago muy amargo no terminarlo”.
Por otro lado, hasta el momento, Coppola jamás había desarrollado una película que necesitará efectos visuales tan elaborados, de modo que se dice que sus problemas con el departamento de efectos especiales liderados por Mark Russell ( In the Heights y The Wolf of Wall Street) comenzaron a surgir por no llegar a acuerdos y terminaron por renunciar a principios de diciembre pasado.
Sumado a estos problemas, la diseñadora de producción Beth Mickle y el director de arte supervisor David Scott abandonaron el proyecto de forma voluntaria, mientras que se dice que otros miembros de producción fueron despidos. Por el momento, un portavoz del Sindicato de Directores de Arte señaló que apoyaran a sus creativos en su decisión y garantizarán “la dotación de personal y la programación adecuadas” de Megalopolis. Asimismo, determinaron que analizarán la situación del filme para “determinar los próximos pasos”.
Aunque los artistas que renunciaron no emitieron una declaración, un representante de talentos cuyo cliente estaba entre los despedidos señaló que “estar en el set fue una locura absoluta”, y agradeció su salida temprana. Sin embargo, se dice que Coppola contratará nuevo personal esta semana.
No es la primera vez que le pasa a Coppola
La caótica producción de Megalopolis, se asemeja a la anterior película de Francis Ford Coppola, Apocalypse Now, que es considerada una de las más notorias y problemáticas de la historia de Hollywood a pesar de que al final ganó dos premios Oscar y se convirtió en un clásico del cine.
La adaptación de la novela de Joseph Conrad de 1899, pasó por un infierno en el set por filmarse en 238 días y reportó ataques cardíacos y excesos logísticos para los actores mientras que el presupuesto seguía aumentando. Durante el Festival de Cine de Cannes de 1979, Coppola admitió que la filmación se salió de control por la presión de sacar adelante la producción. “Estábamos en la jungla, éramos demasiados, teníamos acceso a demasiado dinero, demasiado equipo, y poco a poco nos volvimos locos”, agregó.