Qué pensamos de «El bar», la nueva cinta de Alex de la Iglesia

Terrorismo, extraterrestres, arrebato divino,  contagio mortal, o  sueño vívido, son las teorías de nuestros personajes para descubrir aquella situación extraña que los mantiene dentro del bar


El bar, un desayunador, un sitio de café, un lugar donde a diario se cruzan los caminos de las más heterogéneas personas, este es el escenario casi único donde se desarrolla esta historia.

Llena de suspenso y aderezado con actuaciones -de principio exageradas- propias de la comedia negra. Esta película nos cuenta lo que pasaría si un grupo de personas desconocidas son obligadas a permanecer dentro de este espacio, que se asume como de tránsito.

Ataque terrorista, ajuste de cuentas, abducción extraterrestre, arrebato divino, robo masivo, contagio de alguna enfermedad mortal o resultado de un sueño vívido son algunas de las teorías a las que tendrán que enfrentarse nuestros personajes para descubrir qué es lo que los mantiene dentro de aquel bar.

Alex de la Iglesia, director y también co-guionista de la película, logra reunir en su historia un grupo muy variado -y caricaturesco- de personajes, la niña rica, el hipster, el ejecutivo, la dueña del local e incluso un mendigo que frecuenta el sitio. Todos diferentes, todos con algún secreto y todos posibles responsables de la situación.

El elenco incluye a Blanca Suarez, nuestra querida Chica del Cable en Netflix, quien encarna a Elena, la niña rica que no frecuenta esa clase de sitios. También está el galán Mario Casas, quien interpreta a Nacho, estrenándose en un rol diferente al de niño guapo y popular, dando vida a un hipster torpe socialmente.

Pero sin lugar a dudas, los personajes mas creíbles y con los que se puede tener mayor empatía, son Sátur (Secun de la Rosa) dependiente del bar y Carmen Machi, quien muestra a Trini, una esposa aburrida que se refugia en la maquina tragamonedas del bar casi a diario.

La cinta puede dividirse en dos partes: la primera, antes de que se descubra el misterio que los mantiene dentro del bar. La segunda, cuando el grupo tiene que lidiar con el problema y buscar una solución. Carece de un crecimiento orgánico en cuanto a su historia, donde la primera mitad está plagada de chistes o diálogos mordaces; mientras que la segunda solo parece una sucesión de secuencias desconectadas argumentalmente.

Las actuaciones iniciales son muy teatrales, con close-ups y miradas reflexivas al vacío por doquier, luego dan paso a unas interacciones mucho mas espontáneas entre los personajes. Pareciese que de esta forma el director nos quiere mostrar como los protagonistas comienzan a conocerse y confiar los unos en los otros.

Aunque la cinta fue gestada y dirigida por un talentoso artista como  Alex de la Iglesia, no logró una buena taquilla. Pero es, sin pretensiones, una buena película dominguera.

Actualmente se encuentra en el catalogo de Netflix.

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