Hunters: La Sátira Más Relevante de nuestros tiempos

Hunters aparece como una comedia frenética que denuncia problemas muy actuales.

Hunters convierte los mitos de los cazadores de Nazis en un verdadero espectáculo superheroico.

La Segunda Guerra Mundial es uno de los temas más homenajeados y representados en el cine y la cultura pop. Las atrocidades cometidas por Alemania bajo el mando de Hitler y los nazis, los hacen los villanos perfectos para cualquier tipo de aventuras e historias. Hunters, de Amazon Prime Video, cuenta la historia de los héroes que vivieron después de la guerra.

Basada parcialmente en hechos reales, la nueva producción de Jordan Peele cuenta la historia de un diverso grupo de cazadores dedicados a encontrar nazis fugitivos en Nueva York a finales de los 70. Y al tener a Al Pacino como protagonista, todo apuntaba a que tendríamos una historia seria que nos brindara un panorama de lo que ocurría en esas épocas, pero Prime Video optó por algo mucho más interesante.

Hunters

Los Cazadores de Nazis llegaron al Pueblo

Desde el primer episodio, Hunters se muestra como un festival de sangre y acción, al más puro estilo de una historia de superhéroes tipo The Boys, pero con la excentricidad de una película de tipo B (de esas que le encantan a Quentin Tarantino).

En medio de un atropellado primer episodio, nos dejan claro que Hunters es la historia de origen de Jonah Heidelbaum (Logan Lerman), un chico normal que jura venganza después de que su abuela – una sobreviviente del holocausto- es brutalmente asesinada. Y para lograrlo, conoce a una banda de cazadores Nazi liderada por Meyer Offerman (Pacino), un sobreviviente del holocausto.

Al Pacino lleva esta historia maravillosamente. Pues es el único que logra transitar entre los diferentes tonos que maneja la serie. Y, sin duda, es una mancuerna perfecta para Lerman, pues parece que también lo empuja a comprometerse más con su papel.

A partir de ahí, conoceremos de la forma más frenética posible las aventuras de estos cazadores y su búsqueda por atrapar nazis fugitivos, quienes no solamente intentan esconderse de la justicia, sino que han armado toda una nueva red para promover el surgimiento del Cuarto Reich en Estados Unidos.

Los Villanos Fáciles

Lo bueno de que los nazis sean los más grandes villanos de la historia mundial, es que se puede hacer lo que sea con ellos. En Los Cazadores del Arca Perdida (1981) son derretidos, en Jojo Rabbit son derrotados por la mente de un niño de 10 años, y en Nazis en el Centro de la Tierra (2012), los muestran con una organización patética que sólo hace experimentos complicados e inútiles.

Hunters no es la excepción. Los villanos no tienen ningún tipo de propósito o personalidad más allá de ser malvados, y David Weil, el creador del show que, dicho sea de paso, es nieto de un sobreviviente del holocausto, se encarga de que cada uno de ellos sea una versión plástica y completamente unidimensional.

Con frases como “Nunca has visto a una vaca administrar un matadero”, Flashbacks a campos de concentración, y un tono que constantemente oscila entre el drama telenovelesco y la comedia gore, tal vez pueda dañar susceptibilidades, especialmente si tomamos en cuenta la oscuridad de los temas que tocan.

Hunters

Una Denuncia Muy Actual

Sin embargo, el punto de Hunters no es ser un homenaje, ni un documento histórico, es una sátira de nuestros tiempos. Algo que hace a la serie realmente interesante, es ver las pequeñas formas en las que una amenaza aparentemente erradicada, permea poco a poco la cultura pop y los medios a través de su ideología.

Y en esta serie, a través de varias referencias y comentarios a elementos culturales, vemos justamente como se comparten nociones de anti-semitismo y supremacía blanca. No de manera sutil, no están escondidas, esa ideología está presente en la sala de los habitantes promedio de Nueva York.

Hunters se vuelve relevante precisamente por el clima político que vive Estados Unidos y Europa, donde la extrema derecha está constantemente creciendo. En una de sus mejores escenas, vemos como una persona canta “Jews Will not replace us” (los judíos no nos reemplazarán), que recuerda mucho a los cánticos que usaron en 2017 los asistentes a la marcha de Charlottesville.

Quizá la serie es brusca y poco sutil. El humor es sencillo, exagerado y no se anda con miramientos. Pero tiene un objetivo bien delimitado, que es burlarse del intenso clima político actual, y por eso, tal vez, cuando sea menos incómodo hablar de estos temas, estaremos hablando de Hunters como una serie de culto.

Hunters
¡Cinéfilas y Cinéfilos! ¿A ustedes les gustó Hunters?