En este artículo:
- Reportes aseguran que el gobierno de Rusia busca sabotear la película The Master and Margarita, a pesar de ser un gran éxito en taquilla.
- Grupos pro-rusos iniciaron una campaña en contra de su director, pidiendo que se retire la película de los cines y que se investigue al cineasta por traición o terrorismo. Se dice que estos ataques son provocados para censurar la historia, que se ha vuelto un símbolo en contra de la invasión rusa en Ucrania.
- Esta no es la primera vez que se denuncia al gobierno de Rusia por intentar silenciar cineastas, otras figuras ya han hablado al respecto.
Luego de que la película Rusa, The Master and Margarita, se estrenará y fuera un éxito en taquilla en tan solo pocos días, los propagandistas pro guerra de Rusia y un ejército de trolls en línea, han emprendido una campaña para desacreditar a la película y a su director, Michael Lockshin, un estadounidense que se crió en la Unión Soviética y se ha manifestado en contra de la guerra con Ucrania.
Se dice que el éxito de la película y la crítica que lanza a Rusia, ha provocado que el gobierno liderado por Vladimir Putin comience a tomar medidas en su contra, provocando que varios medios de comunicación de dicho país exijan que se reitre el filme de salas de cine y se emprendan acciones legales en cintra del cineasta. A continuación te platicamos los detalles.
¿Por qué el gobierno de Rusia está en contra de este éxito taquillero?
Producida por Amedia, Kinoprime y Mars Media Entertainment, The Master and Margarita, es una adaptación de la novela con el mismo nombre escrita por el novelista soviético nacido en Kiev, Mikhail Bulgakov. La historia se publicó en 1960 y pronto causó conmoción, pues narra la historia de cómo el diablo llega a la Unión Soviética para cuestionar su régimen y sus posturas.
Aunque es una de las obras sobre la Unión Soviética más importantes del siglo XX, la historia nunca había sido adaptada a la pantalla grande. Por eso, causó mucho entusiasmo cuando el director Michael Lockshin comenzó a trabajar en la historia en 2021 y logró estrenarse a principios de 2024.
Rápidamente la historia se volvió un éxito, en parte por los comentarios del director en contra de la guerra de Rusia con Ucrania. La historia, que tiene un ojo crítico y satírico sobre el gobierno de la Unión Soviética, también ha incitado conversaciones a favor de la paz y en contra de gobiernos totalitarios. En represalia, el cineasta y la película han sido atacados públicamente por parte de grupos pro-Rusia que buscan censurar la película.
Personas que llevan blogs, personalidades de los medios de comunicación y estrellas de la televisión en Rusia comenzaron a emprender una campaña contra Lockshin, quienes pedían que el gobierno sumara al director a su lista negra de terroristas y se congelaran sus cuentas bancarias.
Y es que hay razones para pensar que el estreno de la cinta sí impactó la imagen de los círculos políticos más cercanos a la figura de Vladimir Putin. «Los propagandistas sienten envidia y también odio por el hecho de que una película con un mensaje anticensura, antitotalitario y antiguerra esté ganando tanta popularidad, que han redoblado su apuesta», dijo una fuente que decidió permanecer anónima al portal Variety. “Todo comenzó con unos pocos patriotas. Ahora está en la televisión estatal. Quieren sangre”.
El popular canal Readovka Telegram, que cuenta con más de 2,1 millones de seguidores, calificó al director de “rusófobo” y “transucraniano”, mientras que el grupo radical de derecha “La Llamada del Pueblo” comentó que el director debería enfrentar consecuencias penales por propagar “noticias falsas” sobre el ejército ruso.
Por su parte, el presentador de televisión Tigran Keosayan, criticó las “posiciones antirrusas” de Lockshin en una publicación en Telegram y exigió una investigación sobre la película, “desde los productores hasta las fuerzas del orden”. Mientras tanto, en el programa de televisión Sunday Evening, Vladimir Solovyov, criticó la película por su “aguda, antisoviética, tema ruso antimoderno”, y cuestionó cómo podría siquiera exhibirse.
Rusia sigue censurando a cineastas y artistas
Esta no es la primera vez que Rusia se pone en contra de las celebridades por decir sus convicciones políticas. Anteriormente, Anna Mongayt, quien era una presentadora y productora creativa de la cadena de oposición, TV Rain, fue expulsada de Rusia después de decir ponerse en contra del gobierno. “El mecanismo de persecución de personas incómodas está bien establecido y funciona como un reloj”, declaró Mongayt.
La presentadora expuso que en dos años, todos los que no están de acuerdo con la guerra y dispuestos a hablar en contra de ella, “fueron borrados de la cultura” y si ni siquiera una película famosa podría salvarse. “Te ponen en la lista negra y pierdes tu trabajo. Se están abriendo causas penales por el artículo de noticias falsas sobre las fuerzas armadas. Las películas se reeditan, los nombres se borran de los carteles”.
El productor dos veces nominado al Oscar, Alexander Rodnyansky, pasó casi tres décadas en Rusia pero se vio obligado a irse debido a su oposición a la guerra en Ucrania, demostrando que el gobierno emprende medidas severas contra sus opositores. “Muchos/as escritores rusos populares han sido acusados y procesados penalmente, sus libros prohibidos en las librerías y sus medios de vida destruidos”, dijo Rodnyansky.
Por ahora, el destino de The Master and Margarita sigue siendo incierto, puesto que los críticos pro-Kremlin exigen que se retire de las salas de cine, pero críticas en gran medida positivas y los buenos resultados en taquilla, continúan atrayendo a más espectadores/as al cine. «Se ha convertido en un fenómeno cultural que la gente se una contra la guerra y de la censura», dijo una fuente anónima. “Hay toda una narrativa: ‘Ve a verla antes de que la saquen de los cines’”.