Entre los muchos pros y contras que el streaming pueda tener, no cabe duda que uno de los grandes beneficios que ha traído a la industria es acercar el contenido —sean series o películas— a toda clase de audiencias. Pues, en una economía aún sensible tras la pandemia, el público se ha vuelto cada vez más selecto en las piezas cinematográficas que ve directamente en salas de cine, aliándose con las plataformas de streaming que canalizan rápidamente los estrenos en sus servicios.
Sin embargo, si bien el streaming ha demostrado ser una de las vías más atractivas para ver algunos de los blockbusters más esperados del año, cuando se trata de películas nominadas a los Oscar y cintas de carácter independiente, el cine aún se enfrenta a varios retos y en cuanto a las plataformas en específico, tales obstáculos están en saber conquistar directamente al público.
Es por eso que la plataforma de Inteligencia de Variety puso en marcha un estudio donde determinan exactamente qué tanto ayuda el streaming a dar más visibilidad a las películas mejor valoradas del año y si sumado a la taquilla, es una forma de negocio viable para monetizar más allá de los asientos vendidos en una sala.
¿Un cine demasiado exclusivo?
La plataforma creada por Variety de la mano de PlumResearch, dio a conocer que así como las películas —más allá de los blockbusters— enfrentan una dura falta de atención en los cines, un fenómeno similar se ha suscitado en streaming.
Pues, de acuerdo a la investigación, a pesar de que el streaming es un medio más accesible y de un gran alcance desde la pandemia, no ha sido un vehículo tan factible para consumir cine “de prestigio”.
Varias de las cintas nominadas al Oscar, incluyendo algunos de los competidores más aclamados, han luchado por atraer una audiencia significativa en medios digitales, a pesar de que el 2022 y 2023 se posicionan como los años en los que las películas nominadas son más fáciles de encontrar a comparación de ediciones anteriores.
Tan sólo en Estados Unidos, 6 de las 10 cintas nominadas a la categoría de Mejor Película se encuentran en servicios on-demand.
En México, por otro lado, también ha habido un flujo mucho más rápido de cine reconocido por la Academia hacia plataformas de streaming, contando con Everything Everywhere All at Once, Triangle of Sadness, Aftersun, Pinocchio, Bardo, y All Quiet on the Western Front, Elvis y Top Gun: Maverick disponibles en diversos servicios.
Si bien, el caso de All Quiet on the Western Front debe analizarse por separado, al no haber tenido un lanzamiento en cines previo a su estreno en Netflix, sí es curioso que a pesar de haber arrasado en los premios BAFTA y ser la segunda cinta con más nominaciones en el Oscar, su poder de convocatoria no haya sido tan grande como se esperaba.
Por otro lado, The Banshees of Inisherin también ha sido aplaudida a su paso por otras premiaciones, no obstante así como fue opacada por The Menu a su estreno en cines de Estados Unidos, el streaming (HBO Max) no le ha dado una gran cantidad de reproducciones, alcanzando apenas a 1.6 millones de usuarios en una de las plataformas con mayor tráfico de suscriptores.
Igualmente, Everything Everywhere All At Once sí logró un número de ingreso sustancial en la taquilla, aunque a su llegada a streaming tal reconocimiento no se reflejó en horas amasadas, lo que llama la atención al ser una de las favoritas para llevarse el máximo galardón.
¿Las plataformas no promocionan a sus nominados?
El estudio de Variety y Plum destaca que la comparación directa entre reproducciones en streaming es realmente ambiguo, pues para empezar, tiene que considerarse la muestra de suscriptores con el que cuenta cada una de las plataformas y cómo se compara con otros gigantes.
En un caso muy específico, TÁR se exhibe directamente en Peacock en territorio estadounidense, habiendo contado con 500,000 reproducciones en su primera semana en la plataforma que, en contraste con los 23.1 millones de reproducciones logrados por All Quiet, parece ser mínimo y deficiente. No obstante, Peacock apenas pasó la barrera de los 20 millones de suscriptores, mientras que Netflix se ha mantenido en el círculo de los 230 millones.
Eso posiciona a TÁR con el 2.5% de la audiencia de Peacock, mientras que All Quiet llegó al 5.74% de usuarios únicos del gigante del streaming tras su lanzamiento.
Para estudiar bien el porcentaje de suscriptores que consumieron All Quiet on the Western Front, el estudio de Plum pone el ejemplo de Glass Onion: A Knives Out Mystery, el cual atrajo al 17% del total de consumidores de Netflix tan solo en su primera semana de estreno. Por otro lado, la muestra histórica de la mayor cantidad de suscriptores que han consumido contenido original de la plataforma aún lo posee Wednesday, con el 42% de su total de usuarios habiendo visto el show en sus primeros 28 días.
¿Por qué entonces si All Quiet on the Western Front ha sido reconocida mundialmente como una de las mejores cintas del año anterior, no ha logrado tal tracción? La respuesta tendría que someterse a un montón de evaluaciones, aunque uno de los medios más lógicos para analizarlo, está en la estrategias de comunicación que la plataforma ha puesto en marcha para otros de sus estrenos y cuánto peso se le ha dado realmente a su principal competidor por la estatuilla.
En México, el caso de estudio directo sería la gran presencia y comunicación que se le dio a Pinocho de Guillermo del Toro, cinta que también se encuentra nominada en la terna de Mejor Película Animada en los premios de la Academia.
Asimismo, Bardo fue una de las películas más promocionadas por los equipos locales, por supuesto destacando el talento local, pero también buscando llevar las películas a circuitos internacionales donde ser exhibidas.
No pasan desapercibidos también los esfuerzos que títulos como Stranger Things, Wednesday y The Grey Man tuvieron previo a su estreno, los cuales distan mucho de la publicidad e impulso en marketing que tuvo All Quiet on the Western Front
¿Por qué el público no consume “películas de prestigio”?
El público alejándose de los nominados a la Academia es un fenómeno que se ha dado desde sus exhibiciones en cine, siendo uno de los casos más sonados el de The Fabelmans de Steven Spielberg.
Pues, a pesar de haber sido aplaudida por la crítica, las primeras semanas en exhibición de la cinta no reflejaron un gran número de asistentes a la sala, lo que llegó a posicionarla como una de las películas del director con la menor cantidad de ingresos generados en taquilla ($35.2 millones).
Sin embargo, a su llegada a renta y venta en formatos digitales en febrero de este año, la cinta se posicionó en el Top 10 de Títulos más comprados dentro de iTunes, aunque gran parte de ello se debe a las ofertas donde The Fabelmans se puso en descuento de su precio original por $20 dólares a $6 dólares toda una semana.
Dos semanas después la cinta salió del Top 10, despertando la curiosidad de analistas sobre por qué la cinta más reciente de Spielberg fracasó tanto en taquilla como en On-Demand.
En un caso similar, The Banshees of Inisherin logró 45.3 millones de dólares en la taquilla internacional contra un presupuesto de $20 millones, viéndose ligeramente impulsada por la audiencia que más tarde consumió la cinta en HBO Max en Estados Unidos, logrando 1.6 millones de usuarios únicos en reproducir la cinta.
El fenómeno se ha atribuido en su mayoría a los efectos que la pandemia ha traído tanto sobre las formas de consumo como en la golpeada economía de los públicos. Por un lado, se ha revelado que las audiencias son “mucho más conscientes” sobre las películas que deciden ver en cines, decisión que también se ha visto afectada directamente por la inmediatez de disponibilidad en streaming a los meses de haber estrenado en la pantalla grande.
Por otro, también tienen que ver los esfuerzos promocionales de los estudios, los cuáles es complicado comparar en contra de grandes blockbusters y cintas que, además de agresivas campañas publicitarias, dominan las carteleras mes con mes.
Por último, Plum Research también atribuye la falta de atención a las cintas en streaming debido a la gran oferta de contenido que existe en cada una de ellas, además del afectado poder adquisitivo de los suscriptores quienes cada vez tienen menos capacidad para pagar uno u otro servicio.
Y es que aunque tanto cineastas como cinéfilos esperaban que el streaming contribuyera a la distribución masiva de cine “de prestigio”, por ahora los nominados tendrán que conformarse con triunfar a través de estatuillas aunque tal logro no se refleje en reproducciones, ni ventas de boletos.