Tom Cruise ha estado filmando impresionantes escenas de acción para la segunda parte de Misión Imposible – Dead Reckoning en diferentes países de Europa, a pesar de que la primera parte aun no llega a salas de cine, pues este es uno de sus proyectos más ambiciosos de su carrera. El año pasado, el veterano actor aseguró que lo que está preparando junto al director Christopher McQuarrie «eran acrobacias de riesgo que jamás había hecho» y en general, la intrépida estrella promete que la despedida de Misión Imposible estará cargada de acción y adrenalina.
Pero hasta Ethan Hunt tiene que aprender a aceptar la derrota. Y es que de acuerdo con The Guardian, al parecer la producción de la octava parte de Misión Imposible tuvo que ser detenida por completo debido a que autoridades de Noruega les negaron los permisos para filmar y sobrevolar decenas de veces Svalbard, la zona archipiélago que conecta al país nórdico con el Polo Norte.
¿Cómo afectará eso la producción de Dead Reckoning? ¿Por qué no consiguieron los permisos si tienen mucha experiencia filmando en las zonas más hermosas del mundo?
Svalbard: La [verdadera] Misión Imposible
Según los informes, la producción tenía como objetivo filmar en varios lugares de Svalbard, un archipiélago protegido entre Noruega y el Polo Norte, pero las autoridades locales rechazaron las solicitudes de aterrizaje planeado de 40 helicópteros debido a que pondría en peligro a la vida silvestre local.
La emisora pública de Noruega informó sobre el comienzo de las filmaciones esta semana, confirmando que la producción de la octava película de Misión Imposible utilizaría el barco PolarXplorer para realizar algunas escenas. Dicho vehículo tiene la facilidad de operar en aguas abiertas y cubiertas de hielo en el Mar del Norte, ideal para soportar las altas temperaturas en medio del océano.
Sin embargo, a inicios de esta semana, los encargados de PolarX no dieron su permiso para que aterrizara el helicóptero en Svalbard, dejando en ascuas a la producción, pues hasta el momento las autoridades de Noruega no han emitido una resolución oficial. Por su parte, el director general de «Visit Svalbard» (Visita Sbalbard, organización que fomenta el turismo en la región), Ronny Brunvoll, señaló que estaba en contra del rechazo debido a que la filmación de Misión Imposible ayudaría a la población local. “Asumo que el Gobernador tiene su punto en relación con la negativa, pero aún me permito cuestionar si es sensato y necesario ser tan categórico con respecto al enfoque de las actividades comerciales en el archipiélago”. agregó Brunvoll.
El director comentó que está de acuerdo en proteger a la naturaleza y animales del lugar, pero que la filmación de la cinta abrirá un interés al turismo. Sin embargo, la jefa de protección ambiental, Kristin Heggelund, agregó que la negativa se respalda por la Ley de Medio Ambiente de Svalbard, en donde se señala que su objetivo es mantener un entorno casi intacto y que la producción debe realizarse sin perturbar a las personas o la vida silvestre.
La producción de Misión Imposible 8 promete ser muy ambiciosa
Si bien aún se desconocen muchos detalles sobre Misión Imposible 8, la película ya ha prometido las escenas más peligrosas que jamás se hayan hecho en la historia de Hollywood. Recientemente, la producción también fue vista filmando en Italia en un portaaviones en el Mar Egeo que el propio director de la película, Christopher McQuarrie, compartió detalles de las escenas a través de sus redes sociales en donde se observa a Hannah Waddingham, quien aparentemente juega un papel en esta secuencia.
Ahora que la producción de Misión Imposible 8 ha quedado bloqueada, es posible que su estreno se atrase un poco más. Sin embargo, la séptima parte de la franquicia ya se encuentra lista para estrenarse el próximo 14 de julio en salas de cine. La película también promete incluir escenas de acción nunca antes vistas protagonizadas por Tom Cruise, a quien ya vimos conduciendo una motocicleta por un acantilado y realizando un salto en pleno movimiento.
Para lograrlo, la secuencia requirió más de 13.000 saltos de motocross y más de 500 saltos en paracaídas, además, de múltiples ensayos del protagonista de la película, quien se negó a ocupar un doble. “Si el viento era demasiado fuerte, me tiraría de la rampa. El helicóptero [que filmaba la acrobacia] era un problema”, explicó el actor en una entrevista. “Tenía seis segundos una vez fuera de la rampa para tirarme del paracaídas y no enredarme en la motocicleta. Porque si eso pasaba, no va a terminar bien”. Así de intensa ha sido la producción de la octava parte de la saga.
