En este artículo:
- Martin Freeman defendió la trama de la cinta Miller’s Girl, en donde interpreta a un hombre que tiene relaciones sexuales con una chica (Jenna Ortega) 20 años más joven que él.
- El actor aseguró que el punto de la historia es criticar esa dinámica de poder, por lo que pide que la audiencia entienda los matices y no espere las mismas historias de víctimas y victimarios.
- También mencionó el meticuloso trabajo de coordinación que hubo en el set, el cual estuvo encaminado a asegurar que Jenna Ortega se sintiera cómoda todo el tiempo.
La reciente película protagonizada por Jenna Ortega y Martin Freeman, Miller’s Girl, debutó en cines estadounidenses a principios de este año y, desde entonces, ha generado muchas críticas negativas en redes sociales debido a que la historia incluye escenas sexuales entre la actriz de 21 años y el actor de 52.
Sin embargo, el actor señaló durante una entrevista con The Times que la película está dirigida para un público adulto y más maduro que logre entender que dicha relación no es normalizada en la película y, de hecho, la crítica. A continuación te explicamos sus declaraciones.
Martin Freeman defiende la película
La trama de Miller’s Girl se centra en Cairo (Jenna Ortega), una estudiante de 18 años cuyo amor por la escritura la lleva a conocer al Sr. Miller (Martin Freeman), un maestro que intentará seducirlo y desencadenará una conexión que irá más allá de lo académico. Si bien algunos/as espectadores/as se sintieron perturbados por la diferencia de edad entre los protagonistas, el actor explicó que el punto de la historia no es normalizar ese tipo de relaciones. “No es decir: ‘¿No es genial?’”, dijo.
Martin Freeman también puso de ejemplo al actor Liam Neeson quien protagonizó el drama sobre el Holocausto de Steven Spielberg de 1993, La lista de Schindler, como ejemplo de que asumir un papel no significa necesariamente que un actor apoye automáticamente el tema de la cinta.
Antes del estreno de Miller’s Girl, la directora Jade Halley Bartlett, también detalló que era consciente sobre las reacciones negativas que generaría la diferencia de edad entre ambos actores, pero esperaba que el público la aprecie de una manera mucho más crítica.
“Mi esperanza es que la gente entre y vea que hay más matices. Espero que la gente entre y pueda tener gracia para los personajes que no son binarios.
La víctima perfecta es aburrida. Es aburrido de escribir. Es aburrido serlo. Creo que es peligroso seguir escribiendo a las mujeres como la víctima perfecta”.
Martin Freeman
De igual manera, en una entrevista previa con Collider, Martin Freeman calificó de “increíble” el trabajo de Jenna Ortega y la describió como “muy sabia” para su edad. “Fue un verdadero placer”, añadió. “Toda la experiencia de filmar fue encantadora. Fueron cinco o seis semanas agradables en Georgia. Fueron un verano y un otoño encantadores, para una historia en la que realmente creía”.
Las escenas sexuales fueron cuidadas
Después del estreno de la película protagonizada por Martin Freeman y Jenna Ortega, el Daily Mail realizó una entrevista con la coordinadora de intimidad de la película, Kristina Arjona, quien explicó que los actores nunca estuvieron en una situación incómoda en el set mientras filmaban las escenas sexuales. “Hubo muchas, muchas personas a lo largo de este proceso, interactuando con [Jenna] para asegurarse de que fuera consistente y que se sintiera cómoda”, aseguró. “Ella (Ortega) estaba muy decidida y muy segura de lo que quería hacer”.
Arjona hizo hincapié en que los coordinadores de intimidad en las producciones de cine y televisión, están ahí para asegurar el bienestar y comodidad de los actores y actrices que participan en una escena sexual y, en este caso, siempre se respetaron a los actores. Para lograrlo, la producción ocupó prendas de vestir como “barreras adicionales” para garantizar que hubiera una “distancia adecuada” entre los dos.
De igual forma, la coordinadora también platicó que Martin Freeman y Jenna Ortega siempre tuvieron la oportunidad de “cambiar de opinión” sobre hacer cierto “elemento” en una escena de intimidad con el que ya no estuvieran de acuerdo. “Tenían algunas variaciones diferentes de cómo querían filmar estas escenas para que el público pudiera verlas”. explicó.