Los premios Oscars pretenden cambiar las reglas para ayudar a que más películas internacionales lleguen a sus nominaciones
Tras éxitos como Parasite, Roma y Drive My Car, La Academia comenzó a impulsar más películas internacionales, pero estas han tenido dificultades en presentar su postulación debido a las reglas que imponen los Oscars. Es por eso, que ahora Dilcia Barrera, será la encargada de administrar la categoría de Mejor Película Internacional e idear nuevas estrategias para mejorar el proceso de inscripción y que cintas que no se producen en Estados Unidos tengan más oportunidades de ser nominadas en diferentes categorías.
La reciente preocupación de los Oscars surge luego de que la película de acción India, RRR, no fue enviada para consideración por su país, pero tenía el potencial en las principales categorías, incluida la de Mejor Película. Mientras que el filme pakistaní Joyland fue prohibida por el mismo país debido a los tabúes percibidos relacionados con sus temas queer.
Por ello, ahora pretenden que, en algún momento, ya no sea necesaria la aprobación de los países donde se produce una cinta para que pueda competir por un premio. Si bien no se esperan cambios en las reglas este año, Barrera afirmó que los comités y la junta “evaluarán cuál es la mejor manera de mantener la equidad global a la vanguardia”, explicó para Indiwere. “No puedo confirmar ni negar que eso es parte de los planes futuros”.
Cambiar las reglas de Mejor Película Internacional también se ha convertido en una necesidad ahora que comienzan a ser considerados en otras categorías. Por ejemplo, Bong Joon-ho y Alfonso Cuarón ganaron el Oscars al Mejor Director por Parasite y Roma, mientras que Drive My Car y The Worst Person in the world fueron reconocidas por su guion.
“Estas películas han demostrado que es extremadamente posible que las películas internacionales brillen en las categorías generales de entrada. El reconocimiento en escritura de guiones, actuación, escritura, etcétera se ha convertido en una posibilidad muy real para estos cineastas”.
Formar una competencia más justa
Barrera explicó que durante su trabajo como evaluadora en Sundance, notó que las películas que provienen de países con recursos limitados tienen más desafíos de llegar a las premiaciones por problemas con su propio gobierno o confusión en las fechas de elegibilidad.
“La programación es un proceso completamente diferente, pero es similar en el sentido de que nos aseguramos de pensar en cada región y las diferencias en términos de economía, financiamiento y geografía, mientras mantenemos la accesibilidad a la vanguardia. Mi función es presentar los deseos del comité y la junta de gobernadores, pero cualquier deseo personal tiene que ver con tener en mente una perspectiva global”.
Barrera también expresó su interés en expandir la membresía de votantes en América Latina, Asia y Oceanía, para ser más equitativos. “Hay tanto interés y, con nuestra guía, más oportunidades para traer a esos cineastas y otros a la Academia”, dijo Barrera. De igual forma, explicó que los miembros de la Academia que han sido parte durante años, también están comprometidos en impulsar las películas internacionales. “Es una categoría que ha puesto por delante a todos, desde Fellini hasta Almodóvar. Ser parte de ese proceso y comprender que esta podría ser la categoría que descubra al próximo autor cinematográfico mundial es realmente emocionante para todos ellos”.
En la actualidad, 92 países se presentaron para competir en la premiación del 2023; después, el Comité Internacional de Largometrajes vota sobre las películas que llegarán a la lista de finalistas, y esos 15 títulos se anunciarán el 21 de diciembre. “La Academia no dicta ningún procedimiento de votación ni influye en el resultado de cómo o qué películas se eligen”, dijo Barrera. “Todo esto sigue siendo parte de las conversaciones para evaluar cualquier tipo de cambio anual en las reglas o regulaciones”.
