«Proyecto Galileo» es el nombre de una búsqueda para comprobar si existe vida extraterrestre
No, no es una película de ciencia ficcón. Avi Loeb, astrofísico que labora en la Universidad de Harvard anunció una nueva empresa diseñada para avanzar en la búsqueda de vida extraterrestre: el Proyecto Galileo.
La estrategia se inspiró en el objeto interestelar conocido ahora como “Oumuamua” que pasó por la Tierra en 2017. El objeto fue el primero en su tipo en ser descubierto por científicos humanos, y aunque mucha gente rápidamente lo catalogó como un tipo de roca espacial, Loeb cree que en realidad se trata de un pedazo de una vieja nave extraterrestre.
Avi Loeb, describió la iniciativa como «una expedición de pesca. Vamos a ir y atraparemos lo que caiga. Eso incluye cosas que estén cerca de la Tierra flotando en nuestra atmósfera, u otros objetos fuera de nuestro sistema solar que se vean raros».
¿Cómo se llevará a acabo?
Loeb y su equipo utilizarán dos telescopios que incluyen el Pan-STARRS en Hawai y un telescopio en el Observatorio Vera C. Rubin en Chile. El Proyecto también planea crear una red global de telescopios de 1 metro que puedan encontrar detalles de 1 milímetro en objetos de tamaño humano hasta una milla de distancia.
Durante las últimas dos semanas, el proyecto ha recibido donaciones por un total de $1.755 millones de donantes y se espera que más miembros de la comunidad científica quiera unirse al proyecto para poner a disposición del publico sus descubrimientos.
El objeto “Oumuamua” que sirvió como inspiración, se trata de un elemento interestelar que atravesó el sistema solar. Fue descubierto en una órbita altamente hiperbólica por Robert Weryk, el 19 de octubre de 2017, con observaciones hechas por el telescopio Pan-STARRS. Desde entonces, científicos de Harvard creen que podría ser un objeto de «una civilización alienígena».
Cuando lo vieron por primera vez, lo describieron como “anormal” por medir 400 metros de largo, tener su ancho diez veces menor, su rotación veloz, tener una trayectoria caótica y un brillo que cambiaba de manera abrupta.
Si bien eso por sí solo no significa que fuera parte de una nave alienígena, Loeb señala que «El objeto tiene anomalías que merecen algo de atención, cosas que no se alinean de la manera que esperábamos. Cuando algo no se alinea, deberías decirlo «.