La guerra entre Disney y el gobierno de Florida sigue creciendo y no planea detenerse. Desde el año pasado, las tensiones provocadas por la controversial ley Don’t Say Gay, la cual fue impulsada por el gobernador del estado, Ron DeSantis, para evitar que se de educación sexual LGBTTTIQ+ en las escuelas del distrito, parece que llegarán a sus últimas consecuencias.
Y es que después de que Disney anunciara que ya no apoyaría económicamente a ningún senador en Florida, DeSantis prometió entonces que buscaría quitarle los derechos especiales que goza Reedy Creek, el distrito encargado de organizar y administrar los parques temáticos de Disney World y que hasta ahora ha funcionado como una entidad independiente del estado.
DeSantis decidió desmantelar su mesa directiva para sustituirla por miembros de su gabinete, pero Disney respondió no sólo con una curiosa legislación que impedirá que el estado pueda modificar sus leyes, también inició una demanda en contra del gobernador alegando que viola su libertad de expresión.
La pelea se vuelve cada vez más tensa, el CEO de Disney: Bob Iger, le añade fuego al asador y asegura que la pelea del gobierno de Florida se trata de una venganza.
¿Florida comparte Fake News sobre Disney?
Durante la presentación de su estado de resultados, Bob Iger respondió a los ataques públicos que Ron DeSantis ha impulsado para despojar de privilegios a la compañía. “Hay una falsa narrativa que dice que estamos luchando para proteger privilegios fiscales, cuando en realidad, somos quienes pagan más impuestos en Florida. Tan solo el año pasado, pagamos más de 1,100 millones de dólares en impuestos” sentenció Iger.
Ron DeSantis es una de las figuras conservadoras más prominentes del partido, y uno de los candidatos que suenan más fuertes rumbo a las elecciones presidenciales de 2024, por lo que su pelea con Disney está siendo analizada como una maniobra política, especialmente porque ha promovido la narrativa de que la compañía “busca adoctrinar a las infancias en temas woke o de inclusión forzada”, temas de debate entre diferentes partes de la población que vota.
Por eso, el CEO de Disney asegura que “esto se trata de una venganza” por su postura alrededor de la legislación Don’t Say Gay.
“Esto se trata de una sola cosa: y eso es un ataque en contra de nosotros por tomar postura sobre una legislación pendiente”. Cuando apenas se publicó la ley discriminatoria, el entonces CEO de Disney, Bob Chapek, dijo que no veía necesario posicionarse porque “las empresas no quedan bien paradas en estos temas”.
Pero después de una ola de críticas, quejas y exigencias por parte de la audiencia y artistas en Disney, decidieron tomar postura, lo que inició esta larga batalla.
¿Por qué no le hacen lo mismo a otros?
Con eso en mente, Bob Iger publicó una demanda alegando que el gobernador estaba violando la libertad de expresión de Disney al castigarlos por posicionarse sobre un tema social. “Al tomar esa posición, nosotros simplemente ejercíamos nuestra libertad” aseguró el CEO.
“Hay al menos 2 mil distritos especiales en Florida y la mayoría fueron establecidos para impulsar la inversión y el desarrollo. Nosotros empleamos a más de 75 mil personas y traemos más de 10 millones en turismo al año.
Aunque es fácil decir cómo la legislación que se hizo en los 50 beneficia a Disney, falta decir qué tando Disney beneficia también al estado de Florida […] Queremos seguir haciendo lo que siempre hemos hecho: invertir en el estado”.
Bob Iger, The hollywood Reporter
De acuerdo con cifras oficiales, sí hay al menos 1,800 distritos especiales en Florida, aunque ninguno es tan grande ni goza de tantos privilegios como Reedy Creek. El tamaño varía y sus servicios también, pues van desde alumbrado público, servicios de bomberos, privadas habitacionales, hoteles, y por supuesto, parques de diversiones.
Otros parques que se benefician de las legislaciones sobre los distritos especiales es Universal, ya que a través del distrito Orlando Community Redevelopment Agency puede utilizar sus impuestos para financiar infraestructura. También está el caso de Sea World, aunque ninguno de los dos es tan grande como Disney, tampoco han sido sometidos al escrutinio de ningún gobernador como ha ocurrido en este caso.