Desde Las connotaciones sexuales de Betty Boop en los años 30, o El Pato Donald usado como propaganda en la segunda guerra mundial en 1943 con el corto «Der Fuehrer’s Face», que fue premiado por los Oscar, muchos los usos los que se le ha dado a la animación a través de los años y en distintas partes del mundo pero, ¿por qué solemos escuchar que la animación es para niños?
1.Porque era una niñera perfecta.
Alrededor de los años 40, la Tv americana comenzó a transmitir sus primeras series animadas, entre ellas Merrie Melodies del estudio Warner Bros o los estudios Terrytoons.
El rechazo a la animación por parte de un público adulto también gira en torno a la baja calidad de la animación usando la rotoscopia de los 40 a los 60 y contrastaba grandamente con la calidad un tv show promedio, o en su peor caso la técnica de Syncro Vox, que combina imágenes estáticas con imágenes en movimiento sobre todo en la zona de los labios.
Los segmentos animados eran cortos de por sí y la televisión también comenzó a usarse de niñera. En resumen, los niños eran los únicos que podían soportar la baja calidad y además era usado como una estrategia para distraerlos. Así los niños se convirtieron en una audiencia fuerte y eventualmente, los productores comenzaron a escribir para su audiencia.
2.Porque la mayoría de productos comercializados son dirigidos a un público infantil.
La mercadotecnia tiene gran parte de responsabilidad en el asunto. Desde el estreno de los segmentos de Félix el Gato, fue el primer personaje animado en ser comercializado, en forma de muñecos y hasta aviones de la marina.
En 1986, Mattel presentó su línea de juguetes Popples, que luego se adaptaron para una serie de 44 episodios que como se esperaba, aumentó sus ventas al máximo. Las grandes empresas de juguetes crean productos y los adaptan a la pantalla como estrategia de venta, o por el contrario, comercializan con los productos que estrenan las grandes productoras de cine o series.
El punto es que al emitirse una serie que tiene como foco de atención a niños, se asegura la venta de millones de juguetes. Está claro que el estreno de una película dirigida a niños generará mil veces más ganancias que una dirigida únicamente a adultos. Por ello, estudios como Disney o Dreamworks, apuntan a crear un contenido genérico que funciona para toda la familia pero se enfoca directamente a un público infantil. Después de todo, ¡alguien tiene que acompañar al niño al cine! ¡Alguien tiene que comprarles los juguetes!
Otro caso que vale la pena tocar es el estreno de Ana y Bruno, película animada del director Carlos Carrera que toca temas como las enfermedades mentales y la muerte. En un inicio el tráiler del film mostraba una inocencia de la que la película carecía en la realidad, dicho de otra forma, lo vendieron como un producto excesivamente infantil.
Por consiguiente, muchos padres de familia llevaron a sus hijos a las salas de cine y gran parte terminó en disgusto con los tintes oscuros de la historia. Reclamos de papas inundaron las redes sociales y finalmente el equipo de producción modificó la sinopsis de la misma. La pregunta es ¿por qué se ven forzados a infantilizar una película para presentarla en cines? Es simple: Si no, no entraría al mercado.
3. Porque es “Irreal”.
Además del tema de mercado, está el factor social. Mil factores nos han llevado a la falsa creencia de que aquello que es irreal, que no se desarrolla en un contexto tangible a lo humano, es cosa de niños o juventud, de hecho, la narrativa de fantasía ya sea audiovisual o literaria, también se lleva su rebanada del pastel.
El tema se ha estigmatizado tanto, que actualmente la mayoría de tv shows considerados para adultos se limitan a enfatizar en su contenido sexual, uso del lenguaje no apto para menores y violencia exagerada, esto erróneamente le da una categoría de “realista”. Todo llegó al grado de que si una serie o película animada no cumple con alguno de estos requisitos, se le etiqueta como infantil.
4. Porque es demasiado “suave”.
Por supuesto que la percepción es errónea, pero se suele pensar que lo presentado en dibujos animados es más suave, más sutil, menos real y por lo tanto causa un impacto menor en el espectador al representar situaciones de violencia o sexo. La animación oriental, sobre todo el anime de Japón, es el ejemplo perfecto para ello. Desde la cultura mexicana lo “suave” se suele asociar con lo infantil y con lo femenino.
Aun cuando el estilo tiende a ser más realista y juega con la animación de forma que escenas violentas resultan aún más aterradoras que la realidad, se sigue etiquetando en México como contenido infantil y por esto mismo, es tan mal visto por algunos sectores.
Factores comerciales, psicológicos y hasta sociológicos no solo han infantilizado a la animación en todas sus formas, también han implantado la idea errónea de que la animación es un género, cuando estamos hablando de un medio, que usa diversas técnicas para contar historias y generar experiencias de entretenimiento.
Este día del niño puedes festejar viendo algunas series o películas animadas de tu infancia, pero recuerda: La animación no es solo para niños y es un medio lleno de posibilidades. ¡Feliz día del niño!