Después del éxito de su ópera prima Huachicolero, con la que ganó el premio a Mejor Nuevo Director en el Festival de Tribeca, el cineasta mexicano Edgar Nito presenta su segunda película, Un cuento de pescadores, que acaba de celebrar su estreno en el Festival Internacional de Cine de Morelia.
En una entrevista exclusiva con Fuera de Foco, Nito explicó que Un cuento de pescadores combina elementos de thriller con folk horror, creando imágenes que mezclan lo perturbador con la belleza natural de los lagos de la región de Pátzcuaro, Michoacán.
Pero, ¿Cómo se creó esta historia y porque tomó como base una leyenda purépecha? A continuación te lo platicamos.
¿Por qué Un cuento de pescadores surgió de una leyenda?
Un cuento de pescadores es una adaptación de una leyenda purépecha que ha sido transmitida de generación en generación en la zona de Pátzcuaro, Michoacán, en donde se ha rumoreado que existe una mujer conocida como La Miringua, que atrae a los pescadores hacia las profundidades del lago y los embruja.
La Miringua, cuyo nombre significa «olvido» o «olvidarse», confunde a sus víctimas, haciéndoles perder la noción del tiempo y el espacio, hasta que se olvidan de sí mismas. Según el director Edgar Nito, escuchó por primera vez esta leyenda mientras trabajaba en otro proyecto en una isla de Pátzcuaro. Fue en ese momento cuando él y su equipo comenzaron a pensar la idea de hacer algo alrededor de este relato.
El siguiente paso fue realizar entrevistas y conversar con los habitantes locales para entender qué significaba la leyenda para ellos y cómo era importante para la comunidad. “Al ser una tradición oral, cada persona la cuenta de acuerdo a su propia experiencia, como la vivió ella misma o como se la relató un amigo o un familiar. Por lo tanto, la investigación es muy flexible, y la aportación también lo es”.
Esto significa que Un cuento de pescadores se construyó a partir de múltiples perspectivas y testimonios, lo que la convierte en una obra mucho más compleja de lo que parece, ya que a medida que se filmaba, la historia se fue enriqueciendo, incorporando diversas voces y experiencias.
Sumado a esto, el director comentó que aprovecharon al máximo lo que la naturaleza les ofrecía para la filmación, de tal forma que se levantaban a las cuatro de la mañana para capturar el amanecer, aprovechar la niebla e incluso registrar la fauna típica de la región.
“A mi me gusta filmar en las locaciones en donde se va a hacer la historia o al revés escribirla a partir de una locación, entonces sabíamos que tenían las islas en el lago de Pátzcuaro y eventualmente fuimos construyendo a parte del estudio.
El espacio tiene este misticismo en sí mismo basta con que pongas la cámara para transmitir una atmósfera muy particular”.
Edgar Nito
Un cuento de pescadores va más allá de la leyenda
Aunque Un cuento de pescadores parte de una leyenda interesante, el director en realidad buscaba construir una historia con personajes complejos ya que, al final, aunque el misterio es importante, la trama se enfoca en exponer los demonios internos de los seres humanos.
“Es una representación metafórica de la maldad, del lado oscuro de los seres humanos, está dentro de todos, todos los llevamos y, eventualmente, cuando te lleva es porque te dejas ir, te vas al lado oscuro y responden más a esos institutos, que no son luminosos y básicamente para mi representa eso”
Edgar Nito
Asimismo, el director quería reflejar el miedo colectivo en la película, ya que medida que desaparecen personas y ocurren comportamientos extraños, la falta de una explicación lógica provoca que los personajes comiencen a hacer suposiciones, alimentando aún más el temor en la comunidad. “El miedo sin duda se contagia y se vuelve colectivo, hay este fenómeno como de histeria colectiva de que alguien empezó un rumor y el rumor crece y todo comienza a permear”, agregó. “Luego ya no importa que sea real, es real porque todos están metidos en el mismo miedo colectivo”.
