Conversamos con el coprotagonista de Poderoso Victoria: Gerardo Oñate.
Cuando un poblado mexicano se quedaba sin minerales durante los años 30’s en el siglo XX, desde la capital se expedía una orden de que se retirarán las vías de tren de la susodicha comunidad, esto generaba que las mismas perdieran toda comunicación con las grandes ciudades, y por la tanto al no ver más futuro en el territorio las personas abandonaban el mismo dejándolo desierto.
Algo similar es a lo que se enfrenta la comunidad protagonista de Poderoso Victoria: la Esperanza, lugar donde habita un maquinista llamado Durán (Gerardo Oñate) que se enfrentará al dilema de irse o quedarse y luchar junto a Don Federico (Damián Alcázar) por la realización de una tarea casi imposible: construir un tren, lo cual permitiría a la comunidad conservar las vías del tren.
Ante la premisa de la película Gerardo Oñate rememora las palabras del director Raúl Ramón, quien utiliza la siguiente comporación para brindar perspectiva de la difícil faena ante la cual se encuentran sus protagonistas:“Construir un tren era tan difícil como construir un transbordador espacial en la actualidad.”
El vestuario para entrar en el personaje
El histrión se unió proyecto gracias a Paulino Partida: “mi mentor en la actuación y un colega muy querido que lamentablemente falleció por complicaciones derivadas del Covid en agosto”, quien le pidió realizar un casting para “ver si le gustas al director.”
Tras la audición y el paso de algunos meses donde existieron diversos mensajes difusos sobre su participación en el largometraje, el artista firmó su contrato y un día se vio parado el set, aunque aclara que eso no ocurrió sin unas semanas para preparar su personaje, construcción que terminó de edificarse cuando comenzó a usar el vestuario realizado por Mayra Juárez: “Realizó un trabajo increíble de investigación y confección, sentí como si usará ropa de hace 100 años, te la pones y miras como el personaje, te sientas como el mismo, todos tus ademanes están determinados por el corte y tipo de tela.”
Ya encaminado el artista también elogió el labor de Raúl Ramón como director, quien tras la planear la película durante 8-9 años: “Tenía clarísimo que iba a suceder, en que momento, bajo que ángulo y día de rodaje. Había un nivel de precisión increíble para poder sacar el proyecto en las fechas pactadas y con el presupuesto que se tenía.”
Trabajar entre leyendas
Estos últimos dos nombres no fueron los últimos talentos en elogiarse, pues el actor se aprecia como un privelegiado por compartir la pantalla con leyendas del cine y televisión mexicana como Damián Alcázar, Luis Felipe Tovar, Joaquín Cosío, entre otras/os:
“Fue una masterclass todas las semanas del rodaje al ver cómo se comportaban, disponen, manejan, caminan en set, el entendimiento que tienen de la cámara, el lente, luz que se está utilizando y de las acciones que realizan. A lo mejor yo no estaba con mi libreta pero quiero creer que todo eso se queda.”
El cine mexicano y sus vicisitudes
Justamente en un día de rodaje al cual los medios tuvieron acceso, Damián Alcázar pidió a las audiencias mexicanas brindarle mayores oportunidades al cine nacional, al mismo tiempo que exigió a los exhibidores más salas para la proyección del mismo.
Ante la situación del cine nacional Gerardo Oñate se encuentra en un punto miedo, pues por un lado entiende que “existen muchos intereses involucrados entre exhibidores y aquellos que colocan, distribuyen y hacen los acuerdos comerciales para que ciertas películas se exhiban”, sin embargo piensa que la cinematografía nacional tiene que: “ganarse su espacio. Creo que pueden existir muchos proyectos de muy buenas calidad y un mensaje profundo que también sean comerciales, que se cuenten bien y muevan a la gente, inclusive en el corte independiente, pero que sean comercializables.”
Con respecto al tema, el histrión puntualiza que Damián Alcázar tiene mucha razón en sus palabras porque “los exhibidores mexicanos tienen que tener una consideración hacia el cine del país, el cual lucha tanto por realizarse para que luego se presente en pocas salas y en horarios que no le convienen a las audiencias. Se conjuntan muchos factores para que la situación del cine nacional no sea la mejor.”
Festejando de local
Poderoso Victoria tendrá su estreno el 5 de octubre del 2021 en el Festival de Cine de Guadalajara, y el histrión admite que todo el equipo creativo y elenco se encuentran muy contentos de regresar a la locación principal de la película, donde debido a la excelente venta de boletos que ha tenido la producción se realizarán 4 proyecciones.
Además el artista admite que el lanzamiento de Poderoso Victoria debe ser muy lindo para la pareja de productores Raul Ramón y Fabiola Velázquez, pues los mismos son de Jalisco y tendrán la oportunidad de presentar la cinta junto a “las personas que quieren y seguramente están igual de expectantes que el elenco, quienes tampoco hemos visto la película. Así que vamos a tener la misma sorpresa que la audiencia que nos acompañé en la gala de beneficencia.”
¿Irse o quedarse?
A pesar de la limitante de aún no haber visto la película el histrión piensa que Poderoso Victoria dialoga sobre un dilema muy presente en la actualidad: irse o quedarse en el lugar donde nacemos, experiencia que el mismo Gerardo Oñate vislumbró mientras crecía:
“Había pueblos que sólo estaban conformados por mujeres, infantes y ancianos/as porque los hombres se iban a trabajar a Estados Unidos, van a ver si allá o acá se puede. El filme habla sobre como se puede defender el lugar del que somos y que aveces no hay de otra más que irnos. Pero también es una historia de aventuras y saber que se puede, de creer en nosotros como mexicanos.”
Futuros proyectos
Finalmente el artista nos recomienda seguirle en su redes sociales para conocer todos sus proyectos, pero nos habló sobre dos producciones que tiene en puerta.
La primera es una película independiente que aún no ha podido ver la luz llamada La Laguna Rosa, la cual nos narra la historia de dos hermanos que se reencuentran a través del ballet, y tiene como protagonistas al propio Gerardo Oñate y una talentosa actriz llamada Mónica Arce: “Ese largometraje lo tengo mucho en mi corazón y supongo que está en la etapa de ver si va a festivales o busca taquilla o espacio en alguna plataforma.”
Un corto enmarcado en el género del horror
En segundo lugar nos platicó sobre Tekenchu, un cortometraje escrito y producido por Roberto Chávez -fotógrafo-, Carlos Matienzo –director-, y el propio Gerardo Oñate, el cual es una historia de terror que fue filmada durante el primer rally de cortometrajes de 60 horas en Feratum.
Tras ganar el premio del público en dicha edición y ser seleccionado para participar en 18 festivales oficiales a lo largo de Europa y América del Norte, los susodichos están pensando llevar el proyecto a largometraje, pero mientras tanto espera que a audiencia pueda vislumbrar el mismo en algún festival nacional que cuente con proyecciones híbridas (streaming / funciones presenciales).