En este artículo:
Platicamos con la directora Liora Spilk y la curadora y autora Deborah Holtz sobre el documental Pedro, que busca presentar el legado de Pedro Friedeberg de una manera diferente.
Pedro Fiedeberg es, sin duda, el símbolo viviente de una parte muy importante de la historia artística de México. Diseñador y artista, Friedeberg fue parte de un movimiento denominado “Los Hartos”, el cual rechazaba cualquier tipo de “arte oficial”, como el muralismo, que tenía también marcadas tendencias políticas y sociales.
Su trabajo pasó por el surrealismo y el dadaísmo, aunque realmente él buscaba que su arte fuera libre y no estuviera sometido a ningún tipo de etiqueta. Pero entre una mano-silla que causó conmoción en su época y grandes obras de arquitectura, diseño, murales y hasta dibujos, Pedro Friedeberg es una leyenda viva de una época muy particular en México.
En Fuera de Foco, tuvimos la oportunidad de platicar con la directora Liora Spilk y la curadora de arte experta en Pedro Friedeberg, Deborah Holtz, sobre el documental “Pedro”, el cual busca adentrarnos en la vida del artista.
Pedro Friedeberg: ¿Un documental diferente?
En lugar de hablar a detalle y de manera cronológica sobre las hazañas de Pedro Friedeberg, el documental nos adentra a su día a día como símbolo viviente en la Ciudad de México.
Lo vemos viajar en metro, dentro de su casa. Lo escuchamos reflexionar sobre el ego de los artistas, el arte contemporáneo y el significado de la vida. Pero adentrarse de una manera tan personal en la vida del artista no fue fácil, según Spilk, el artista constantemente se sentía nervioso y serio en presencia de la cámara, por lo que tuvo que pensar en otra manera de producirlo.
“Me di cuenta de que de repente entraba en la toma y hacía a Pedro reír, entonces se sentía menos incómodo con la cámara” nos comentó. “Ahí me fui dando cuenta de que yo podía ser un recurso narrativo y también una especie de atributo cómico”.
Spilk pasó mucho tiempo junto a Pedro Friedeberg, y las partes más interesantes del documental son cuando sostienen conversaciones que se sienten casuales, pero que esconden la visión y filosofía del artista. Y de pasó, logra capturar el desarrollo creativo de Spilk, pues también podemos ver las dudas y frustraciones que vivió mientras intentaba terminar el documental.
Pero en la entrevista quedó claro que el documental de Pedro fue posible gracias a Deborah Holtz, “ella fue quien sacó a Pedro de su escondite” nos comentó la directora.
Y para Holtz, uno de los grandes logros del documental “es que logra alejarse de los ismos que tanto odia Pedro, de la clasificación artística. Porque este documental dialoga con él, y eso es exactamente lo que representa”.
“De alguna manera teníamos que compartir con el público, a quien no lo conocía, y para quienes ya no existía o que se dedicaba a otra cosa. Y ponerlo sobre la mesa así, es un ejercicio de amor”.
Deborah Holtz, Fuera de Foco
Pedro: ¿Una carta de amor al arte mexicano?
Liora Spilk se enamoró del trabajo de Pedro Friedeberg y de su amistad con Leonora Carrington, por lo que también nos comentó que “este documental fue una destrucción de mi ego total. Tenía que dejarlo todo para de verdad capturar su esencia, y eso incluía mis expectativas y creencias sobre quién Pedro y cuál era su arte”.
Cuando hablamos de surrealismo o movimientos artísticos, usualmente se piensa en Europa y en movimientos como la secesión vienesa o la generación perdida, pero para el documental de Pedro, tanto Holtz como Spilk nos comentaron que buscaron activamente honrar el arte mexicano.
“Creo que hay pocas personas que conocen México como Pedro” nos dijo Spilk. “Geográficamente, artísticamente. Realmente es un mexicano honorario porque le da lo mismo el papelito que se encuentra en una papelería, a una iglesia”.
Deborah Holtz nos contó que la iglesia favorita de Pedro Friedeberg es la iglesia de Tonantzintla, en Puebla. “Y ese es un ejemplo del sincretismo que vive él todos los días y que lo definen como persona, como artista”.
“Él tiene una devoción tan grande a Italia como la tiene a México, y precisamente por eso tuvo un mundo que no era de este mundo, y a la vez, si hubiera estado en Europa no habría tenido este abanico”.
Deborah Holtz, Fuera de Foco
Holtz nos comentó que él trabajó con Remedios Varo, estuvo con los beatniks, llegó a conocer a Diego Rivera, “pero nunca perdió la admiración por el país, y por eso se vuelve un símbolo también del arte en México”.
El documental es un acercamiento fascinante y personal a un artista que puede pasar desapercibido, pero que marcó una época artística en México. Sin duda, Pedro Friedeberg es todo un héroe nacional, y el documental sirve como prueba y homenaje de su importancia para la historia nacional.
