¡Conversamos con los directores detrás de El comediante: Gabriel Nuncio y Rodrigo Guardiola! Y esto nos contaron.
Gabriel (interpretado por Gabriel Nuncio) está a punto de llegar a los 40 años y su vida no es como la esperaba: tiene problemas económicos y para sustentarlos realiza trabajos que no le apasionan, quiere llevar a cabo una película pero nadie entiende y apoya su idea, entre muchos conflictos más, ¿logrará sobreponerse a todas estas vicisitudes?
La anterior es la trama de El comediante, un filme mexicano que ya se encuentra disponible en Netflix y parte de un guión co-escrito por Alo Valenzuela y Gabriel Nuncio. Este último también dirige la película en compañía de Rodrigo Guardiola, a quien quizá reconozcan de su faceta musical como el baterista de la banda mexicana Zoé. Y Fuera de Foco tuvimos la oportunidad de conversar con ambos cineastas, ¿qué nos dijeron?
Una amistad de muchos años
Para abrir la conversación, Gabriel Nuncio destaca que lleva 20 años siendo amigo de Rodrigo Guardiola y no es la primera vez que colaboran juntos en un proyecto cinematográfico, pues en sus años de juventud el también músico lo dirigió en comercial para el equipo de fútbol Monterrey, el cual ambos recuerdan entre risas que fue odiado por los productores ya que se trataba de algo experimental filmado en blanco / negro y en 16 mm.
Tras lo anterior, Gabriel Nuncio menciona que Rodrigo Guardiola se enfocó más en la música, pero siempre estuvo consciente de su «pasión por lo el cine, su rigor, talento, disciplina y curiosidad», por eso cuando al proyecto de El comediante se le dio luz verde buscó directamente a su amigo para trabajarlo juntos.
¿Su primer protagónico?
En un tónica similar, Rodrigo Guardiola admitió que «nuestra amistad y gustos cinematográficos similares nos aligeraron bastante la chamba de un proyecto que nos quedaba grande pero lo queríamos abordar y confrontar«. Y también reveló que una de sus principales motivaciones para participar en el proyecto era entregarle a Gabriel Nuncio su primer protagónico en la pantalla grande:
«Todas las personas que conocemos a Gabriel sabemos que debía tener un protagónico, tiene carisma y la facilidad, no entendíamos porque aún no lo tenía. Así que una de las razones para realizar este proyecto fue para que ya pudiera protagonizar una película».
¿Cuándo escuchar y cuándo no?
Tal y como muestra la colaboración de ambos cineastas es importante escuchar diversas voces durante el proceso creativo, pero a veces también es importante defender una visión creativa como demuestra el personaje de Gabriel en la película, quien en divertidas escenas que cuentan con cameos de Cecilia Suárez o Tenoch Huerta defiende su perspectiva intimista sobre la historia que escribió.
¿Pero en dónde se encuentra el punto medio entre escuchar y seguir tus instintos? Esta es una pregunta que el mismo Gabriel Nuncio se realizó mientras filmaba la película, y ante la cual reflexiona:
«En esa alquimia está el arte. Cada película es un aprendizaje, los equipos y la energía de cada persona involucrada es diferente en cada proyecto. Yo estoy muy tranquilo y contento de lo que conseguimos aquí. Había cosas en las que decía: ‘Esto nadie me lo puede mover’, pero con el resto podíamos jugar y experimentar».
Abrazar el presente
Por su parte, Rodrigo Guardiola piensa que para el arte siempre hay que estar receptivo, y este proyecto no fue la excepción:
«El arte requiere flexibilidad, no aferrarte y aprovechar lo que está frente a ti. En un rodaje las situaciones son muy diferentes a lo que planeaste y pensaste, hay que tomar lo presente como un regalo del universo, debes tomar la oportunidad en vez de pelearte con lo que tienes o imaginabas. El arte requiere gozar el proceso, si te nublas quien sabe como vaya a salir, igual hay obras geniales llenas de oscuridad, pero esta necesitaba la voz de todos/as».
¿Dónde está nuestro lugar?
El comediante cuenta una personaje una personaje llamada Leyre -quien es interpretada por la siempre maravillosa Cassandra Ciangherotti-, la cual es una mujer muy conectada a lo espiritual que busca encontrar la paz y su lugar en el universo, una búsqueda que como admiten sus directores no sólo se extiende al protagonista del filme sino también a ellos.
Por un lado, Gabriel Nuncio admite que tras realizar El comediante había encontrado ambas cosas, pero finalizado el proyecto las cosas se han vuelto más difusas:
«Durante la película pensé que había encontrado mi lugar en el universo, pero justo como dice Rodrigo, la paz siempre está ahí pero luego uno se distrae, aleja y nubla. Es una relación muy particular la que uno tiene con este oficio. Actualmente estoy sumergido en otro proyecto y ya olvidé un poco a El comediante y esa búsqueda».
Una búsqueda constante
Por su parte, Rodrigo Guardiola le aconsejó a su amigo volver a ver su película de manera en que pueda «volver aterrizar en la paz», y admitió que también se encuentra un poco perdido debido a una mezcla de emociones opuestas:
«El escalón de la película es muy satisfactorio debido a que mi ilusión por hacer cine radica de muy temprana edad. Junto con la música es una de las cosas que más me ilusionan y me da mucha paz haber logrado un proyecto así. Pero ahorita también estoy ansioso por ver los resultados del proyecto».
A pesar de lo anterior, Rodrigo Guardiola intenta calmar la llama de la ansiedad con una reflexión donde tampoco desestima sus emociones:
«Pero uno no debería estar ansioso, debería estar tranquilo y saber que la película va a encontrar su público. Como humanos no siempre se puede estar en completa paz, todo nos dispara inseguridades e incertidumbre, además el tiempo en el que estamos ahora es difícil, pero que bueno que existen los libros, la música y el cine para escapar un poquito, y tratar de entonar esa paz».