Lo que debes saber:
El elenco de Valentina o la Serenidad nos contó cómo la película logró ser un retrato tan innovador sobre la pérdida y la infancia.
Valentina o la serenidad tiene una mirada que pocas veces se ve en el cine de México. Dirigida por Ángeles Cruz, la historia narra la vida de Valentina (Danae Ahuja Aparicio), una pequeña niña que transita el pueblo de Villa Guadalupe Victoria en Oaxaca. Su padre acaba de morir, por lo que ella busca el sentido de su ausencia a través de su fuerte imaginación.
El relato no sólo es conmovedor, es una mirada muy linda sobre el duelo, la pérdida, y sobre seguir adelante. Y en Fuera de Foco, tuvimos la oportunidad de platicar con la directora Ángeles Cruz y sus protagonistas: Danae Ahuja Aparicio y Myriam Bravo, sobre por qué este proyecto es tan especial.
Valentina o la Serenidad: buscando otro retrato de la infancia
Con tan solo 10 años, Danae Ahuja Aparicio presenta una interpretación simpática y conmovedora. Y de acuerdo a lo que nos contó, “lo que más le gustó fue poder estar en el rancho, con la naturaleza, jugando”. Su trabajo ya le valió una nominación como Mejor Revelación Actoral.
Myriam Bravo interpreta a la madre de Valentina, una mujer que vive su duelo en silencio, principalmente para poder ser un buen soporte para sus hijos, y quien todavía no sabe cómo lidiar con la imaginación y rebeldía de Valentina. y de acuerdo con Bravo, filmar esta producción fue sumamente especial, “estábamos afuera, comíamos en el campo, era muy tierno porque Danae es muy comelona, así que siempre tenía algo en la boca cuando empezábamos a filmar”.
La dinámica de juego y diversión era sumamente importante para Ángeles Cruz. La directora, quien plasmó sus propias experiencias en esta historia, fue sumamente respetuosa de la inocencia de sus protagonistas más jóvenes. “No queríamos exponerlos a experimentar algo que todavía no les toca” nos comentó.
Así que inició un gran trabajo de mesa, en donde buscaba explicar “en términos simples” una escena. “Danae no tenía un guion como tal, para ciertas escenas le decíamos a dónde tenía qué mirar, qué hacer, le poníamos situaciones y le preguntábamos cómo reaccionaría. Pero después con la edición incluíamos eso en la narrativa total”.
La muerte, la resignación, el dolor y la frustración son sentimientos que pasan por Valentina de una manera conmovedora a lo largo de la película. Pero de acuerdo con Cruz, “es sumamente especial, porque transmitimos todo esto cuidando de todos, abriendo un diálogo, buscando que fuera un juego casi casi de empatía y entendimiento entre todos”.
¿Cómo Valentina y la Serenidad capturaron temas tan universales?
Valentina o la Serenidad es un retrato conmovedor de la pérdida, por lo que todo el mundo podrá identificarse con eso. “Todos sabemos lo que es perder a alguien, ya sea por una muerte, por una riña, es parte del proceso natural de la vida” nos comentó su directora.
Para Cruz, el proceso de crear esta película “fue muy personal, pero siempre partí de una idea: mi duelo, mi dolor, lo han experimentado otras personas, el arte tiene esta forma maravillosa de convertir lo personal en algo más amplio, lo único que tienes que hacer es saber mirar”.
“La universalidad del arte radica en ese entendimiento de que, realmente, no hay experiencias que sean únicas a una sola persona. Sí, nuestra percepción, nuestra reacción, nuestra forma de verlo puede ser diferente, pero hay temas que todo el mundo entiende a su manera.
Pero el arte se vuelve un puente, una ventana a ver una experiencia particular sobre un tema universal, así que se trata simplemente de buscar dónde nuestras experiencias se intersectan con las de los demás”.
Ángeles Cruz, Fuera de Foco
El idioma Mixteco es una característica importante en Valentina o la Serenidad. Danae no lo habla muy bien, pero recibió ayuda para entenderlo. Para Angeles, “fue una forma de representar cómo, cuando murió mi papá, entendí que buscaba algo que me conectara a él después de años alejándome de eso. El idioma es importante porque es como el ancla, es esa búsqueda de conectar con alguien después de perderle”.
El equipo de Valentina o la Serenidad están de acuerdo que el proceso para crear Valentina o la Serenidad fue uno que se caracterizó por ser muy libre, por tener espacio para crear dinámicas cercanas, por “ser un espacio donde jugar, donde explorar, donde divertirse”.
Esto dio como resultado que Valentina o la Serenidad fuera no sólo conmovedora, sino también dura, retadora y sumamente interesante. Ya está en las salas de cine de México.
