Negan supo jugarse las cartas como buen villano calculador, aspecto que no le conocíamos desde hace mucho
Mayor dosis de Negan, Simon y Dwight (los malos) debería ser suficiente para que los escritores hicieran maravillas. Pero no, esto es The Walking Dead y el ritmo que lleva es de desgaste; no por ser impetuoso sino por todo lo contrario, lo lento que avanza hacia ningún lugar.
«Worth» es el penúltimo episodio de la 8va temporada y se supone estamos más cerca de la batalla final. ¿O no?. ¿Será que nos castiguen con otro cliffhanger que nadie necesita?. Al menos en este capítulo nos mostraron, aparentemente, que Negan ya no está para tratos delicados. Se nota decidido a que se haga un baño de sangre para eliminar a todos los Rick’s.
A como habíamos visto en la semana anterior, Negan regresó al Santuario conociendo de la traición de Simon. Ahí hace una reunión con sus «generales» y en un momento que se supone era tenso (no lo fue en absoluto); decide «perdonar» a Simon cuando éste ya estaba de rodillas esperando su castigo.
Eso sí, dicha ejecución no iba a ser por lo de la Thrash People, sino por el ataque desmedido a Hilltop.
Negan supo jugarse las cartas como buen villano calculador, aspecto que no le conocíamos desde hace mucho. O de nunca, si nos ponemos más específicos. Fue soltando su trampa a manera escalonado y las piezas cayeron justo donde él quería.
Luego de explicar el siguiente curso de acción, una estrategia que involucra puestos de avanzada rodeando Hilltop; habla directamente con Dwight sobre cómo lo aprecia por todo lo que ha hecho. Ya saben, ese tipo de conversación donde Negan agita el bate sutilmente y sonríe. Obviamente algo andaba mal, pero Dwight le sigue el juego.
Fue así que Simon decide de una vez por todas reunir a todos los inconformes y hacer el Golpe de Estado. Pero Dwight, siendo «fiel» a Negan, avisa del mismo y provoca la confrontación de Negan vs Simon. Esto fue interesante la verdad, porque el dueño de Lucille en vez de matarlo de una vez buscó una opción mucho mejor. ¡Pelea a puño limpio!
Simon parecía súper confiado en que ganaría esa pelea y que asumiría el liderazgo del Santuario. Lastimosamente Negan supo enfrentarlo bien y lo termina ahorcando con sus propias manos. No, no fue una gran escena la verdad, a veces el gore se les olvida.
En medio de esa lucha, Dwight le da un mapa con el plan de ataque a Gregory para que vaya a Hilltop y avise de todo. Lo cual cumple (extrañamente) pero ahí viene el twist… Resulta que dicho plan era una mentira plantada por Negan, pues ya sabía de la traición del cara quemada.
¿Cómo supo? Sencillo, la persona que recogió en el vehículo en el episodio anterior era Laura, otra de sus «generales». Y si recuerdan, ella recibió directamente la traición de Dwight. Así que todavía no sabemos qué le espera a este hombre pero será algo cruel.
Y la crueldad es lo que le queda a Negan, así se lo explica a Michonne por radio; después que ella le leyó la carta de Carl hacia él. ¿Adivinen? Sí, más de ese Carl pacifista que jamás vimos. Al menos Negan no se compadece demasiado y solo dice que es tarde para eso. En su mente quiere que todos mueran.
Como momentos extra, Rosita y Daryl secuestraron a Eugene. Y pues nada, el creador de balas vomitó a Rosita y escapó… A veces que en verdad da risa/pesar esta serie. Lo otro es que Aaron intenta convencer a las mujeres Oceanside de unirse a la pelea. Para ello casi se muere de hambre pero al final ellas se compadecen de él y lo rescatan.
Así que para el capítulo final cruzamos los dedos para que haya alguna resolución; que por favor se mueran algunos personajes; que Negan se muera sería lo ideal también. Las esperanzas es lo último que debe perderse y la verdad difícilmente el público quiera otra temporada de The Walking Dead si no hacen algo sorprendente.