El Cuento de la Criada, o The Handmaid’s Tale, tuvo en el episodio final de su 3era Temporada momentos de verdadera tensión, emoción y drama para completar una season que, en realidad, no fue tan buena.
El martirio de June Osborn en este conjunto de 13 episodios tomó un camino extraño, con menos castigos y más libertades de las que parecieran posibles en una sociedad tan cruel como Gilead. Curiosamente, el trayecto oscuro que ha recorrido la ha vuelto más fría, frívola y despiadada: justo lo necesario para liderar una revolución.
El episodio final, «Mayday«, una oda impresionante a cómo el conjunto de acciones abren puertas de esperanza en medio de las peores tempestades, es una excelente recompensa a viajes vertiginosos, torpes y simplistas (en ocasiones) de estos capítulos que a veces parecían estar ajenos uno del otro.
Mal manejo de las tramas
El problema mayor de la Temporada 3 de The Handmaid´s Tale es que abusó de querer contar cosas que no importaban demasiado. O quizás sí, pero que no tenían un desenlace adecuado.
Y con esto no digo que la temporada fue una falla, porque no es así; de hecho es bastante superior a la segunda, sobre todo en el tema artístico y audiovisual!. La calidad en la fotografía y selección de planos más el montaje no envidia nada a películas de alta estirpe.
Lo que me refiero es que buenas partes de estas casi 13 horas de metraje se sintieron de relleno, o de tramas alternas que no aportaban demasiado a la historia general. Está bien querer ver el pasado de Tía Lydia un poco, pero ese flashback no aportó tanto para alimentar su arco como personaje. Una decisión de guión bastante pobre, la verdad.
Por ahí también hubo momentos tensos y muy interesantes en la parte de Washington y las acciones de Serena y Fred, con todo el asunto de la bebé Nichole, nuevos comandantes y ejes de poder traspuestos en asuntos diplomáticos delicados, al tratarse de la vida de una madre, una hija y una sociedad autoritaria.
Desgraciadamente, tampoco supieron aprovechar del todo estos argumentos, que aunque sí tuvieron resolución satisfactoria (Fred y Serena reducidos a nada) su construcción se fue en mucho humo.
June, multifacética
Entiendo que después de todo lo que ha pasado June su carácter se haya transformado, pero hubo momentos en que no supieron muy bien cómo moldear, o hacer reaccionar a este personaje.
Su relación de poder con Joseph Lawrence y su esposa a veces rozaba lo absurdo. Especialmente al tener demasiadas libertades y salirse con la suya con mucha facilidad. Aún así, también hubo escenas de enorme peso emocional, especialmente la de este último episodio: «¿Todavía crees que ésta es tu casa?»…
A la vez, June se comportaba en ocasiones de forma errática e irresponsable, sobre todo con las Marthas, sus más grandes aliadas y a quien les debe gran parte del maravilloso plan del éxodo. Y qué decir de la forma como trató a una nueva criada, a quien llevó prácticamente a su muerte.
Eso y otras cosas son las que me hicieron engorrosa una temporada a la que le faltó mayor solidez para hilar un solo camino y, en cambio, se fue por los bordes hasta eventualmente llegar a un punto final.
Mayday
Llegamos al gran episodio 13, una gesta heroica que hace eco evidentemente de las grandes hazañas de las revoluciones. Un repliegue táctico para liberar a muchas niñas inocentes, cuyo futuro estaba marcado paraa continuar con las políticas extremistas de Gilead.
Como todo gran plan, las cosas no salen bien en un inicio, y todo necesita ser tan perfecto que cualquier defecto puede significar un desenlace mortal.
Una Martha se adelanta a las acciones, lo que provoca la alerta de los Guardias y todo parece desmoronarse, al menos así lo percibe Lawrence que quiere cancelar todo… Lo que no sabía es que él no mandaba, sino que siempre lo fue June.
A duras penas pero con la esperanza en alto, June mueve las piezas y dice que se avienten a llegar al avión que las lleva a la libertad. Lo hacen a pie, agarradas de las manos, niñas y mujeres; imágenes que desde ahí ya te van dejando un nudo en la garganta. Los hombres, esos despiadados, esos con armas, están al acecho.
El sacrificio
La ambientación fue perfecta, con los tonos precisos para dejar al espectador al filo del asiento y las manos en el rostro. Eventualmente llegan al lugar, pero una camioneta con hombres armados también está ahí, y June, como gran heroína, decide distraerlos. Pide que las demás vayan y cumplan su destino. Así se sacrifican las grandes personas.
Afortunadamente no fue sola, la sororidad está en lo máximo en estos momentos. Criadas y Marthas juntas se enfrentan con piedras contra estos hombres. Desgraciadamente no es suficiente, June lo sabe y busca hacer un último sacrificio para que la persigan solo a ella. El desenlace: una June moribunda, pero feliz de ver que el avión sobrevuela encima de ella.
En Canadá, una sorprendida Moira y un anonadado Luke reciben junto a otros voluntarios a esta camada de niñez, de inocencia, que ahora cuenta con un futuro diferente y mejor.
Los encuentros son sumamente conmovedores; Rita y Emily, Rita abrazando a Luke, la expresión de Moira… y la cereza en el pastel, una niña rescatada que se reencuentra con su padre.
Veredicto Final de The Handmaid’s Tale
Es cierto que este capítulo aun hermoso tuvo sus situaciones un poco irreales o demasiado convenientes, pero la verdad todas muy perdonables después de presenciar momentos, que sin exagerar, son simplemente inolvidables.