Lo que tienes que saber:
The Dead Don’t Hurt inauguró la edición 21 del Festival Internacional del Cine de Morelia y la productora mexicana Regina Solórzano sobre por qué es una película revolucionaria, tanto para el cine feminista como para el cine mexicano.
“Yo no quería que nadie me salvara, yo quería que alguien caminara conmigo mientras hacía su propia vida”. Esa es la frase que Vivienne Le Coudy (Vicky Krieps) dice antes de morir. Ella es la protagonista de The Dead Don’t Hurt, una película que utiliza los elementos del género Western al pie de la letra, pero que a través de sutiles diálogos e interpretaciones, presenta una historia.
Dirigida, escrita, protagonizada y musicalizada por Viggo Mortensen, esta es una película que busca mezclar el romance y la venganza. Y aunque su ritmo lento podría darnos la impresión de que es un Western más, en realidad su premisa y los diálogos inspiran grandes discusiones sobre las dinámicas de género, como hombres y mujeres entienden la libertad en una sociedad machista, y presenta una forma de lucha feminista de la que no se habla mucho (y hasta podríamos decir que está estigmatizada).
The Dead Don’t Hurt fue la película que inauguró el Festival Internacional de Morelia (FICM) con la presencia de Mortensen y el actor Danny Huston. Y en Fuera de Foco, tuvimos la oportunidad de platicar con la productora Regina Solórzano sobre por qué esta película es tan importante para el cine mexicano.
The Dead Don’t Hurt: ¿Un Western Feminista?
Viggo Mortensen cataloga The Dead Don’t Hurt como “un western feminista”, ya que a pesar de que sigue los convencionalismos de una historia de vaqueros: en realidad la protagonista de la historia es Vivienne, quien muere en los primeros minutos de la historia y después se encargan de contarnos qué pasó a través de una narrativa que oscila entre el pasado y el presente.
“Vivienne es como una Santa Laica que representa el perdón y el amor” dijo Viggo Mortensen en la conferencia de prensa que organizó. el FICM. Esto puede causar controversia, ya que entender la lucha feminista desde la pasividad y el amor es un tema que no se ha tocado mucho, especialmente en el cine.
Vivienne sufre un abuso por parte de Alfred Jeffries (Garret Dillahunt), el acaudalado hijo de un poderoso empresario que cubre todos sus crímenes, por dolorosos y brutales que sean. Y en lugar de pelear, ella decide vivir con dignidad en el pueblo, esperando a que regrese Olsen (Mortensen), la pareja con la que decidió construir un hogar.
Enraizado en la idea de que es el Siglo XIX, The Dead Don’t Hurt habla sobre cómo una mujer independiente y fuerte se posiciona en una sociedad machista. De niña, Vivienne deseaba ser Juana de Arco mientras esperaba que su padre regresara de otra guerra. Los hombres en su vida están definidos por la violencia, y ella lucha por su libertad para decidir vivir como ella quiere.
Ella no es tan volátil y no responde con la fiereza con la que lo hace Joan Crawford en Johnny Guitar, otro Western donde la legendaria actriz interpreta a una dura dueña de un bar que debe huir debido a que una rival de amores quiere asesinarla.
Tampoco toma venganza por su propia mano, ella se rehúsa a ser definida por su abuso. Ella quiere vivir tranquila, tener un empleo (cosa que incomoda a la comunidad y al mismo Olsen, pero él decide también respetar su individualidad). Y así como ella espera que su compañero de vida “regrese de su guerra”, ella lidia sus batallas como puede, como quiere.
Al respecto, Regina Solórzano, productora de The Dead Don’t Hurt y CEO de Talipot Studio, le contó a Fuera de Foco que le parece que esta cinta es un ejemplo de cómo está evolucionando el cine.
“El Western es un formato más clásico, pero lo que pudo hacer Viggo con el guión fue increíble y cambió totalmente la narrativa. Cambió el arquetipo de la mujer [en el género], y también el código de México, no estamos acostumbramos a ver este tipo de historias aquí.
Este tipo de formatos se pueden reconfigurar, estamos viviendo un momento muy interesante, porque creo que los formatos se están moviendo, nos estamos atreviendo, a utilizar mucho de lo que se contó y cómo se contó pero desde una perspectiva más contemporánea, y el personaje de de Vicky Krieps representa eso”.
Regina Solózano, Fuera de Foco
¿The Dead Don’t Hurt abre nuevas oportunidades para el Cine en México?
Solórzano también nos comentó que “Paradójicamente, esta película no tiene nada que ver con México, pero la filmamos casi toda en Durango y un par de tomas en Canadá”. En conferencia de prensa, Viggo Mortensen aseguró que “aunque se habla en inglés, francés y un poco de danés, esta es una cinta mexicana” pues el equipo creativo y muchos/as artistas de reparto son del país.
La fotografía es algo de lo más destacado en The Dead Don’t Hurt, y es impresionante cómo captura la belleza del estado de Durango. “Yo me enamoré del paisaje, del hecho de que los árboles y la vegetación es precisa y va acorde con la época y cómo se veía. De verdad no podía haber otro lugar que no fuera Durango” aseguró Mortensen en conferencia.
México en realidad es también una cuna de Westerns muy interesantes. Los Hermanos de Hierro de Ismael Rodríguez es un claro ejemplo. Pero también lo es John Huston, legendario cineasta que impulsó el turismo de Puerto Vallarta porque usó sus playas como ambiente para algunas de sus películas más icónicas.
Su hijo, Danny, dijo en conferencia que “México tenía un lugar especial en su corazón porque fue donde pasó los años más idílicos de su niñez”. Y es interesante que, 59 años después, México nuevamente se convierta en un recinto para producir nuevas películas, con nuevos formatos, y que esta vez empresarios/as y artistas del país tengan la oportunidad de colaborar de cerca en estas producciones.
The Dead Don’t Hurt todavía no tiene una fecha de estreno en México, pero seguramente dará mucho de qué hablar cuando se estrene. Y sin duda es una película muy prometedora para la evolución del cine mexicano.