Réplicas

Si son fans de Keanu Reeves, evítense la pena de verlo en un trabajo mediocre y mejor hagan un maratón de Matrix/John Wick.

El protagonista de Réplicas, Will Foster (Keanu Reeves), es un científico que ha trabajado en un proyecto para transferir la mente de las personas muertas a un cuerpo mecánico. Sin embargo, sigue sin tener un caso 100% exitoso.

Durante un viaje familiar, su esposa e hijos fallecen. Con ayuda de su otro amigo científico, Ed Whittle (Thomas Middleditch), trae de vuelta a su familia con cuerpos funcionales y memorias prácticamente intactas. En pocos días, la vida de todos vuelve casi a la normalidad.

Créanme, si aquí se acabara la película, tendríamos lo menos malo de la trama.

Ahora estás muerto. Ahora no lo estás.

La ciencia ficción nos ha dado películas dignas de admirar. No sólo porque es un género que permite a los creadores lucirse con los efectos especiales, sino por la complejidad de sus guiones. No es raro que tiendan a lo filosófico, llevados quizás por ese miedo que aún nos genera el pensar que máquinas y humanos podamos convivir como iguales.

Por desgracia, Réplicas no tiene ninguno de estos elementos.

La muerte de la familia de Will es cero significativa para el espectador. Aunque aprecio el intento por hacer que la trama llegue de manera rápida al punto principal de la historia, eso evita que nos identifiquemos con los personajes. Y si consideramos que son ellos quienes mueven a Will a tomar todas sus decisiones, se pierde todo el sentido.

Está bien que esta película quiera ser menos pretenciosa que otras y busque entregarnos solamente algo entretenido. Pero eso tampoco lo logra. Hay momentos en que quiere ser comedia negra, pero no da nada de risa; y acaba siendo muy incómodo ver cómo tratan de arreglar la historia a la mitad, cuando es obvio que ya no queda mucho por hacer.

Decepción al género

Ninguno de los personajes parece cuestionarse las consecuencias morales de sus actos. Luego, hacia el final, tratan de poner mucho peso en las consecuencias legales con un villano muy forzado y nada creíble. Todo termina resolviéndose de forma rápida y carente de emoción: ¡es como si a los personajes no les hubiera pasado absolutamente nada!

¿Cuál es el motivo de ver una película así? Ninguno, sobre todo porque en los últimos años hemos tenido grandes producciones en este género como Arrival, A Quiet Place, e incluso la secuela Blade Runner 2049, sin mencionar a los clásicos del género. Justo a eso me refiero: la vara está alta desde hace ya muchos años. Es una pena, entonces, ver cómo una idea que tenía potencial se desbarata por la falta de habilidad de sus involucrados.

Así que olviden, o eviten, Réplicas y mejor compártanos sus películas favoritas de ciencia ficción en los comentarios.