En News of the World, Tom Hanks y Paul Greengrass han vuelto en forma de western.
Durante tres décadas, el western fue por antonomasia el género que encantó a las grandes audiencias estadounidenses.
De finales de los años 30’s hasta los 60’s, nombres como los de John Ford o Sergio Leone confeccionaron películas icónicas como La diligencia o El bueno, el malo y el feo, en las que se forjó el nombre de algunas estrellas en la industria, tanto a nivel actoral como resultó ser el caso John Wayne o Clint Eastwood, como a nivel musical, donde probablemente las primeras escenas que vienen a nuestra cabeza al hablar de este tipo de filmes, se encuentran musicalizadas por Ennio Morricone.
André Bazin, una de las figuras más importantes en la historia de la crítica cinematográfica, y cofundador de la revista Cahiers du Cinéma –de la cual posteriormente surgiría la Nouvelle Vague-, comentaba que el western era “el encuentro de la mitología con un medio de expresión.”
Con ello, el crítico francés lanzaba de una manera muy elegante un dardo y halago para el género, pues la primera parte del enunciado hacía referencia a esa costumbre del cine estadounidense de resumir sus historias en las grandes epopeyas de héroes y villanos, mientras en segundo lugar alababa la maestría audiovisual con que eran abordados estos relatos.
La época dorada del western terminaría, sin embargo con los años diversos/as cineastas han vuelto a sus raíces, ya sea para homenajearlo como hicieron los hermanos Coen para su colección: La balada de Buster Scruggs, subvertir sus formulas como Kelly Reichardt en First Cow, o simplemente tomar sus principios narrativos como vehículo en un cuento propio, es el caso The Mandalorian.
Y el suceso más reciente que demuestra que dicho género aún se encuentra latente entre nosotros/as, es la nueva película distribuida en Netflix: News of the World.
Conexiones con el pasado
La cinta se centra en la figura del retirado Capitan Kidd, quien tras la Guerra de Secesión viaja de poblado en poblado para relatar las noticias e historias más importantes a lo largo de todo el territorio estadounidense, sin embargo su cotidianidad se verá trastocada cuando encuentra a una niña huérfana a la cual no tendrá otra opción que llevar a casa.
El largometraje significa la reunión de dos viejos conocidos: el cineasta Paul Greengrass -conocido por su labor en la saga de Jason Bourne- y el intérprete Tom Hanks, quienes laboraron en Capitan Phillips: filme que obtuvo 6 nominaciones a los premios Óscar en 2013. ¿Y cuál fue el resultado de este reencuentro?
Hay diversos aspectos a resaltar: como la bellísima fotografía a cargo de Dariusz Wolsk, quien a través de un trabajo fundamentado en simétricos panorámicos que aprovechan la luz natural para su iluminación, otorga el deseo a las personas espectadoras de vislumbrar esta película en una sala cinematográfica.
Además existen escenas visualmente extraordinarias donde la cámara mediante suaves trazados, permite que brille el detallado diseño de producción realizado por David Crank, mientras que la mejor secuencia del filme se fundamenta en el montaje externo de William Goldenberg, quien a través del frenetismo y la pausa respectivamente, elabora las atmósferas de tensión que acompañan un elemento clásico del género: los tiroteos.
También cabe destacar el trabajo actoral de Tom Hanks, quien quizá no sale de su rango habitual, al interpretar a un personaje de buenas intenciones y corazón, pero cumple con su personaje conmoviéndonos mediante la vulnerabilidad que suelen albergar sus rasgos faciales, además que conforma una tierna dinámica con su coprotagonista Helena Zengel.
Sin embargo el guión escrito por el mismo director y Luke Davies, se encuentra lejos de la virtuosidad con que se desenvuelven los demás apartados, los cuales también se vuelven sosos cuando pasamos el tercer acto en el largometraje, el cual se encuentra a mitad del mismo. Pues después de este momento, el filme cae en un bache donde pierde de la brújula su objetivo: sus protagonistas se embarcan en situaciones que no aportan nada a la trama ni psicología de sus personajes, y dichas aventuras se resuelven con un enorme deus ex machina.
Además, aunque Hanks logra cargar con la emocionalidad del relato y crear momentos conmovedores, los fantasmas de su pasado lucen inconexos con su presente, de manera que las personas espectadoras no logramos identificarnos con el sentir de su protagonista.
El poder de las historias
News of the World aborda dos temáticas interesantes: la primera recae en el subtexto del ambiente político de la época que pareciera perseguir hasta la actualidad a Estados Unidos, me refiero a la discriminación racial retratada en los estados del sur en dicho país, quienes posterior a su derrota en la Guerra de Secesión, se mantienen renuentes a abolir la esclavitud.
Y el segundo -quizá el más importante- el poder de las historias, la capacidad que tienen de enfurecer o alegrar a la gente, llevar a la acción o calma, como su influencia puede transformar la vida de las personas y simbolizar un camino lejos de los círculos viciosos que simboliza la violencia.
Con todo lo anterior, Paul Greengrass compone un entretenido western para palomear, lejano de la calidad que simbolizan los grandes clásicos del género bajo la paradoja que una película donde su protagonista sea reconocido como un magnifico narrador, sus carencias provengan principalmente de dicha característica.