The Marvelous Mrs Maisel está de regreso en Prime Video después de 2 años de ausencia. Pero parece que el tiempo le ha hecho perder su encanto
Hace casi 5 años, conocimos por primera vez a la maravillosa Midge Maisel en una de las series que se ha vuelto de las consentidas del servicio de streaming Amazon Prime Video, The Marvelous Mrs Maisel.
La serie sigue a su personaje titular, una esposa y ama de casa en la alta sociedad de la comunidad judía de Nueva York durante la década de los 50’s, quien después de enterarse de la infidelidad de su esposo y su próxima separación, por azares del destino (y una larga noche de borrachera) llega un club de comedia durante una sesión de open-mic y descubre su talento nato para el stand-up.
La historia de Midge también se ha vuelto una de las más galardonadas de Amazon Studios, consiguiendo 16 nominaciones a los premios Primetime Emmy a lo largo de sus 3 temporadas, ganando Mejor Serie de Comedia por su primera temporada. Y ahora, a más de 2 años del lanzamiento de su tercera temporada, la Sra. Maisel está de regreso.
Mezclando la Realidad y la Ficción
Parte del éxito del que ha gozado The Marvelous Mrs. Maisel se debe a su excelente mezcla entre los mundos de la ficción y la historia real de la comedia stand-up. Aunque la historia de Midge es una 100% ficticia, a lo largo de la serie cruza caminos con figuras legendarias del escenario como el comediante Lenny Bruce (interpretado aquí por el ganador al Emmy Luke Kirby) y podemos ver a través de tramas secundaria, y a veces hasta el fondo de diversos episodios, elementos de momentos históricos para mediados del siglo XX.
Pero más allá de ello, Mrs. Maisel hace un fuerte comentario acerca de las múltiples controversias, tanto pasadas como presentes, que se han vivido en el mundo de la comedia (y la farándula en general) relacionadas con el sexismo, la discriminación, la homofobia, entre otros, y como lo que Midge «vivió» hace más de 60 años son paralelos directos de mucho de lo que se vive aún hoy en día.
El final de la tercera temporada nos dejó con un cliffhanger brutal (SPOILERS para dicha temporada): después de que Midge pareciera por fin haber encontrado su entrada a las ligas mayores del stand-up al ser contratada como el acto de apertura para el cantante Shy Baldwin (Leroy McClain), es abruptamente despedida del tour después de que sus nervios la vencieran durante una presentación y casi expusiera, accidentalmente, la homosexualidad de Baldwin.
Y, sin embargo, pareciera que la cuarta temporada tendrá como objetivo… ¿volver a cero?
¿Se requiere de nuevo material?
Aunque es completamente posible que el resto de la temporada retome estos elementos, por lo menos en su inicio pareciera que opta por ignorar dichos eventos casi por completo. La vida y conflicto de Midge pareciera ser los mismos de siempre: luchar contra la rutina (tanto cotidiana como cómica), lidiar con el estrés de su familia y encontrar la manera de triunfar.
Y no es que la serie lleve a cabo este concepto o lo ejecute de mala forma, a este punto tanto el equipo creativo como el elenco tienen un dominio total sobre este mundo y sus personajes. Podrían hacer esto mientras duermen, y aún así lograrían un resultado innegablemente impresionante, y la calidad del acabado visual, los espléndidos sets y vestuarios, la maravillosa recreación de Nueva York dejando atrás los 50’s y dándole la bienvenida al nuevo mundo de los 60’s y, por supuesto, el trabajo logrado por el elenco, todo es de primer nivel como ya nos tienen acostumbrados.
Sin embargo, pareciera ser que sus guionistas están empezando a desarrollar una zona de confort y llegando a un muy evidente bloqueo creativo para el desarrollo del arco y crecimiento de nuestra heroína como personaje. Y tal vez no resaltaría tanto, de no haber finalizado la tercera temporada de la manera en la que lo hizo y las posibilidades que esto presentaba.
Una oportunidad perdida
Aunque Shy Williams es un personaje creado específicamente para la serie, sí hay un cierto nivel de verdad detrás de su historia. Aunque nunca se ha confirmado oficialmente, muchos/as han analizado al personaje como una posible mezcla entre los estilos e historias de Harry Belafonte y Don Shirley (en quien recientemente se inspiró la cinta ganadora al Oscar Green Book), con este último resultando más similar a Shy en la manera en la que mantuvo su sexualidad un secreto por la mayoría de su vida.
La casi-exposición de dicho secreto podía significar una cuestión de, literalmente, vida o muerte para Shy y la conclusión con la que nos habíamos quedado prometía traer consigo varias consecuencias que cambiarían por completo el estatus quo en el mundo de Midge. Esto les traía al equipo la oportunidad perfecta para hablar del tema más sonado actualmente en la industria de la comedia: la «cultura de la cancelación».
Pareciera ser que más y más comediantes hoy en día, hablan acerca de cómo las nuevas generaciones han cambiado el panorama social y político alrededor de la comedia, por lo que muchos ya no intentan ser tan dar declaraciones o comentarios «políticamente incorrectos» por miedo a ser exhibidos en redes sociales y terminar «cancelado». La posición de Midge tras sus chistes acerca de la «feminidad» de Shy y las consecuencias que esto traería a su carrera pintaban para ser un excelente análisis acerca de este complejo aspecto de la comedia, su búsqueda de traspasar y desafiar límites, y dónde es que se debe pintar la raya.
Pero por alguna extraña razón, simplemente decidieron… no hacerlo.
Aún hay espacio para mejorar
Debo de hacer mucho énfasis en que el arranque de esta cuarta temporada, y su manejo del personaje de Midge, no es malo. Rachel Brosnahan continúa dando su todo absoluto a cada faceta de nuestra querida Sra. Maisel y el rol se siente ya casi como una parte de ella, después de todo estamos hablando del papel que lo consiguió ya un Emmy y dos Globos de Oro consecutivos.
Su química con la Susie de Alex Borstein, quien vuelve a robarse cada minuto en pantalla en el que sale, permanece exclente, al igual que lo hace el trabajo del resto del elenco. Y como mencioné, a un nivel técnico, la serie permanece tan hermosa como siempre, y no es que no cumpla con su propósito de entretener, eso lo logra muy bien. Es solo que después de casi 3 años de espera, y la promesa y potencial con el que nos habían dejado, el ver que la serie regrese tan repentinamente a sus personajes a una especie de seguridad simplemente es… decepcionante.
Pero como dije, los cimientos para algo mejor están ahí. Si la temporada nos sorprende con el resto de sus episodios y demuestra que verdaderamente no solo forma, sino que extiende y desarrolla su historia de una manera orgánica, creíble y con la excelente mezcla de humor y tensión emocional de sus predecesoras, podríamos resumir esto a un simple tropezón al inicio de la carrera.