Malasaña 32 te hará preguntarte preguntaras en todo momento: ¿qué está pasando? Pero al menos te dará uno que otro susto.
Esta producción española llega a los cines con el gran reto de pertenecer a la selecta lista de buenas películas del país europeo, encabezada por títulos como «Verónica», «El Orfanato» o «Rec». Se nota que hace un gran esfuerzo por alcanzar un puesto entre aquellas que han hecho estremecer a más de uno con su historia, sus presencias tan perturbadoras y las escenas que te hacen brincar de miedo. Sin embargo, no llegará a posicionarse en aquella categoría, ni tampoco estará dentro de las peores.
Curiosamente le alcanza para cumplir con el objetivo del género de terror, ya que logra crear por momentos un ambiente tenso, prepararte para la aparición y finalmente causar la impresión, que ya dependerá de qué tan miedoso o miedosa seas.
Entre esas y otras cosas que acá podrás encontrar, igual y te convences de verla o mejor buscas otra opción.
Una Premisa Muy Repetida
Malasaña 32 nos relata la experiencia de la familia Olmedo, quienes se trasladan del pueblo a la ciudad con la esperanza de encontrar la prosperidad que parece ofrecerles la capital. Manolo (Javier Botet) y Candelaria (Bea Segura) se instalan junto a sus hijos y el abuelo Fermín, en un edificio del barrio de Malasaña, en Madrid.
Sin embargo, a la joven Amparo (Begoña Vargas) le comienzan a suceder cosas paranormales y es ahí cuando se darán cuenta que en el departamento que compraron no estarán solos y la oscuridad reina más que la luz.
Una típica historia de la familia que llega a un hogar sin saber que ahí habita una entidad demoníaca. No hay variantes que la hagan resaltar de otras películas con una trama similar, no hay temas llamativos que te hagan interesar al cien por ciento en lo que estás viendo y al final se va por la fácil de salvar la película, al utilizar los jumpscare como recurso principal.
Una Familia Distante
Para ser una familia, fracasan en la unión. Además de que no se tiene una noción del tiempo durante los hechos de la película, pues no sabemos si han pasado horas, días o semanas, nunca se preguntan en dónde está tal integrante ni notan sus cambios de humor.
Cada quien enfrenta a la entidad en diferentes lugares y formas, pero en ningún momento se toman el tiempo de platicarle a los demás lo que les sucedió. Del mismo modo, en la siguiente escena, podrán encontrarse todos reunidos a excepción de la persona que vimos sufrir el encuentro y nadie hace por preguntar: ¿En dónde está? o ¿Por qué no está presente?
Esa falta de química entre los personajes y los desaciertos de continuidad, terminan por matar el interés del espectador, se sienten como historias independientes, que ya para el final de la cinta tratan de explicar que cada aparición tiene su por qué, para unificar la propia historia.
Logra dar miedo… si te asustas fácilmente
No todo es negativo, en los aspectos técnicos, se nota que Malasaña 32 le invirtieron mucho a la producción, al menos más que otros títulos del país hispano. Visualmente el espectro luce verdaderamente aterrador, muy influenciado quizá por REC, pero el impacto que causa en cada aparición, salva prácticamente la película.
Los ya tradicionales jumpscare también son parte fundamental de lo anterior, los característicos movimientos de cámara y los sonidos agudos, acompañados del silencio, atrapan al espectador. Por supuesto que llega a ser predecible, pero a eso se remiten todos los títulos pertenecientes al género de terror y es un gran mérito que en esta ocasión los hayan hecho funcionar.
El Genérico Género de Terror
Desde hace tiempo, pocas son las producciones que le hacen honor al género de suspenso o terror, extrañamente mostrándonos algo más psicológico que impresionante. Las cintas Hollywoodenses se han encargado de sacar una gran cantidad de historias muy similares que con tan solo ver una de éstas, podremos deducir la trama de cualquier otra.
Muchas de ellas fracasan en el intento, pero en gran parte se debe a lo acostumbrados que nos tienen precisamente los Blockbusters que salen año con año. Aquellas que logran destacar, se debe al gran desarrollo en su historia, a la capacidad de empatía con los personajes o porque no juegan con los miedos materiales, sino con aquellos que afectan psicológicamente y se meten a tu cabeza y te dejan marcado de alguna forma.
Llegarán nuevas entregas y seguramente seguiremos viendo historias similares a Malasaña 32, con posesiones, casas embrujadas, apariciones espontáneas, canciones o juegos perturbadores, juguetes diabólicos y más. Por cierto, para rematar, está «basada en hechos reales» una frase usada comúnmente, aunque parece ya es sólo para generar un impacto en la audiencia.
Cinéfilos y Cinéfilas, cuéntenos ¿Cuál es la película que más les ha causado terror? ¿Le darán una oportunidad a Malasaña 32?