Jupiters Legacy es la nueva serie de Netflix, la cual se enmarca dentro del universo superheroico, ¿aporta algo nuevo al subgénero?
Los relatos superheroicos han enamorado a las audiencias durante la última década, y en su lucha por conquistar los diversos mercados, cada compañía se encuentra intentando explotar los derechos de sus franquicias adquiridas relacionadas al mundo del cómic.
Disney se encuentra haciendo lo propio con su Universo Cinematográfico de Marvel, Amazon con historias más cínicas y maduras como The Boys o Invincible, y Netflix ya ha incursionado en este mercado con producciones como The Umbrella Academy.
Pero el rey del streaming desea posicionarse con mayor fuerza en este mundo, y es por eso que en 2017 adquirió todas las propiedades intelectuales de Millarworld Limited, que tal como indica el el título, es una compañía fundada por Mark Millar, conocido en el medio de los cómics por ser el creador de Old Man Logan o Kick-Ass.
Es así como llega a la plataforma streaming: Jupiter’s Legacy,la cual narra la historia de una familia superheroica, donde el papá: Shledon Sampson/Utopian (Josh Duhamel) y la madre Grace/Lady Liberty (Leslie Bibb), se encuentran lidiando con un mundo que los enfrenta a cuestionar sus códigos, debate que se extiende a la crianza de sus hijos: Brandon (Andrew Horton) y Chloe (Elena Kampouris), con quienes no mantienen una buena relación.
Sin embargo en un medio saturado de relatos superheroicos, Jupiter’s Legacy, ¿aporta algo nuevo? Cabe aclarar que esta crítica abarca sólo argumentos del primer episodio.
Redefiniendo el código superheroico
Mark Millar es uno de los creadores más interesantes dentro del mundo del cómic, ya que sus narrativas proponen interesantes cuestionamientos al canon superheroico, Old Man Logan explora un mundo post–apocalíptico donde vemos a un Wolverine mayor y cansando lidiando con las cicatrices del pasado, mientras en Kick-Ass es una aproximación que busca integrar esta clase de relatos a la realidad, lo que nos entrega una historia con muchos más grises.
Y Jupiter’s Legacy parece ser una combinación entre ambas narrativas, donde vemos a un grupo de héroes/heroínas cansados, que llevan combatiendo décadas enteras, y no observan un cambio en el mundo que les rodea, e inclusive les exige reformular los códigos sobre los cuales han fundamentado su trabajo.
La serie comienza con una secuencia que rememora cuales son los principios del mundo superheroico, aquellos que han sido cuestionados y respondidos en la trilogía de Spiderman e Invincible: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”: esto significa que las personas con dichas características obrarán en vísperas del bienestar social en vez de individual.
Esta enseñanza nos permite entender que significa ser un/a héroe/heroína, pero Mark Millar pone en entredicha estos cuestionamientos en un largo plazo, y explora cuales serían las consecuencias en el mundo real.
Primero señalando como el sacrificio del bienestar personal influiría en una dinámica familiar, fracturándola por completo, pues como vemos en el programa Brandon y Chloe se enfrentan al fantasma de sus padres, dinámica que resulta curiosa por su contraposición: ya que el primero desea emular lo hecho por su progenitor de manera que se gane su cariño, pero constantemente se golpea contra la pared. Mientras la segunda prefiere ni siquiera intentarlo, evadiendo el conflicto y buscando un camino alejado del mundo superheroico.
Y en segundo lugar Millar pone la lupa sobre lo social, debate que plantea a través del choque de filosofías entre Utopian (Josh Duhamel) y su hermano Walter/Brainwave (Ben Daniels), ya que el primero considera que es incorrecto asesinar a los/as antagonistas, e involucrarse en las decisiones del Estado, ya que esto arrebataría la libertad a las personas, mientras el segundo piensa que dichos códigos han sido los culpables de no evitar los círculos viciosos del mundo, costando la vida de compañeras/os y permitiendo acrecentar las desigualdades sociales, por lo que deben reformularse si desean evitar el inicio de otra guerra.
Jupiter’s Legacy centra su conflicto en lo íntimo más que lo epopéyico, lo cual es un acierto, no sólo porque cuando se enfoca en las secuencias de acción se le notan las costuras, rememorándonos a las peleas de botargas de los viejos filmes de Gojira -esto a pesar de las interesantes propuestas de cámara que tiene por momentos-, sino también porque el guión de Mark Millar plantea vicisitudes y -quizá respuestas- que refrescan al subgénero superheroico.