Si eres fanático/a del cine de serie b puede que Jolt sea tu opción.
Debido a un trastorno neurológico crónico Lindy (Kate Beckinsale) es una mujer que experimenta una serie de impulsos de violentos que sólo pueden controlarse al recibir una fuerte descarga eléctrica, lo que no le permite desenvolverse con normalidad en la estresante cotidianidad.
Ante esta situación su psiquiatra el Dr. Munchin (Stanley Tucci) le recomienda asistir a una cita a ciegas en donde conoce aun hombre llamado Justin (Jai Courtney) del cual se enamora. Sin embargo su historia de amor no durará por mucho tiempo porque el susodicho es asesinado a las primeras de cambio, lo que motivará a Lindy a buscar venganza.
El primer guión para un largometraje de Scott Wascha compone una narrativa digna de un filme de serie b que desde el primer momento no se toma enserio y transita entre una amplia mescolanza de géneros: pues tiene instantes propios de una película detectivesca que desembocan en acción pura con tintes de gore, chistes fálicos y comedia romántica.
La directoria Tanya Wexler abraza la locura del escrito e imprime a Jolt una narrativa audiovisual y ritmo propio de este género cinematográfico: la estética puede transitar de los grises cutres a los fársicos coloridos, las atmósferas se perciben igual de irreales y el mismo relato parece burlase de los pocos sets en donde se desarrolla historia.
En lo referente a lo sonoro el score de la cinta igualmente busca la exacerbación de los sentimientos hasta lo ridículo, mientras que el montaje que basa sus cortes en la acción conforma un ritmo frenético que imposibilita el aburrimiento en un metraje que conoce sus limites y por lo tanto es concreto, su hora y media de duración se agradece en una industria contemporánea repleta de muchas producciones que confunden extensión con profundidad.
Las actuaciones son otro de los puntos fuertes de Jolt pues todo el elenco se le nota comprometido con el proyecto, al grado de que vemos a actrices/actores de la talla de Stanley Tucci, David Bradley o Susan Sarandon divertirse en pantalla abrazando el tono fársico.
Claramente cada uno/a de los/as personajes en el filme son una caricatura, y como suele ser característico del género el drama o intención de tridimensionalidad en los/as mismas/os es sólo efecto un burlesco del canónico drama industrial.
La cinta subvierte la típica narrativa que supondría una evolución emocional en la protagonista, quien normalmente haría las pases con su pasado y se permitiría amar, camino del cual la producción se carcajea entregándonos un sinsentido donde prima la violencia.
A pesar de que reconozco todas estas virtudes debo admitir que Jolt no es mi tipo de película, entiendo el objetivo de las hipérboles del cine de serie b para ridiculizar al status quo de la industria en cuestión, pero nunca he sido una persona fanática de esta clase de narrativas.
Lo anterior quizá se debe a que mi acercamiento al cine siempre tiene la expectativa de la catarsis, inclusive tratándose de la farsa. Claro que hay algunas excepciones como Censor: la cual a la vez que hace un homenaje al cine de terror de serie b, utiliza la estética y características del género para ahondar en el descenso a la locura de su protagonista y el trauma no enfrentado.
Pero si ustedes son una audiencia que le encanta este tipos de relatos Jolt es una buena opción para pasar la tarde con una intencional narrativa inverosímil, gore y chistes fálicos. Y aunque puede ser un chiste más de la misma la película coquetea con una secuela, así que quizá podamos conocer más de este universo.
