Glass

Llega el capitulo final de la trilogía

Finalmente se estrena en cines una de las cintas más esperadas del año: la tercera, y última, parte de aquella historia que M. Night Shyamalan empezó a contarnos hace casi 20 años en Unbreakable (2000) y que en Split (2017) llevo a su punto más alto. Glass, ahora, llega a poner el punto final involucrando a todos los personajes de la trilogía.

El elenco

James McAvoy vuelve para interpretar a “La horda”, junto a Bruce Willis como David Dunn “El centinela” y Samuel L. Jackson como Elijah Price.

El elenco es completado por Anya Taylor-Joy, Sarah Paulson, Spencer Treat Clarke y Charlayne Woodard.

Después de Split…

 La historia comienza muy pocas semanas después de los eventos ocurridos en Split. Veremos a David Dunn (Bruce Willis) involucrarse en la persecución de “La horda”. Esta búsqueda dará suceso a un enfrentamiento entre ambos que será interrumpido por la policía.

Tras la captura de ambos personajes, serán llevados a una institución mental en donde los evaluará la doctora Ellie Staple (Sarah Paulson), quién tratará a toda costa de convencerlos de que sus poderes no son más que un trastorno de personalidad. Es decir, que ellos no son súper humanos, no tienen poderes y todo lo que han hecho tiene una explicación científica.

Dentro de esta institución mental se encuentra también Elijah Prince, quien muy pronto se reencontrará con su viejo amigo David y conocerá a Kevin; en él hallará la respuesta a la pregunta que por tantos años no ha podido contestar.

La duda…

En Glass el juego con la mente del espectador empieza desde el principio, porque así como se busca que los personajes duden si sus habilidades son reales o sólo son producto de su imaginación, somos envueltos en esa incertidumbre.

Debo admitir que hubo un momento en el que yo también llegué a dudar de que estos hombres tuvieran alguna especie de poder. Me vi repasando en mi cabeza las dos películas anteriores. ¡Trataba de convencerme de que la premisa planteada por la Dra. Staple era equivocada!

Este laberinto de preguntas sin respuesta es lo más emocionante de la cinta.

El estilo del director

Glass es más un thriller que una cinta de acción o una película de superhéroes, ya que Shyamalan les da más peso a los elementos propios del primer género que a los del segundo.

La película cuenta con una historia envolvente que tiene giros inesperados e impactantes, como si este recurso fuera una forma de compensar la carencia de espectacularidad.

Sin embargo, estos giros no terminan de impactar lo suficiente y caen en situaciones que se sienten un tanto forzadas. Esto ocurre en más de una ocasión, y se torna bastante predecible cuando se nos revela la relación que tiene Kevin con la primera cinta. De hecho, el director aprovecha para confirmarnos una teoría que circulaba en internet ya desde el estreno de Split.

Lo Malo

Por momentos Glass está un poco mal estructurada y no queda claro hacia dónde se dirige la historia. También tiende a estancarse y a sentirse redundante al dar vuelta tras vuelta sobre el mismo asunto.

A pesar de que estructura muy bien a los personajes principales, no ocurre así con los secundarios. Nunca queda clara la razón por la cual estos tres personajes están, ni el peso que tienen en la trama; da la impresión de que sólo sirven para justificar el final de la cinta.

Si bien se enlaza brillantemente con las dos películas anteriores, no termina de pertenecer del todo a una o a otra. Es como si Glass fuera un elemento ajeno que Shyamalan trata de encajar a la fuerza. Hay propuestas interesantes en el diseño de producción y las ambientaciones, pero todo esto se va descuidando conforme avanza la película.

 

A pesar de esto…

Glass no da malos resultados. No obstante, es cierto que las altas expectativas producidas por las películas anteriores pueden afectar la experiencia del espectador. Si ustedes ya la vieron, cuéntenos que les pareció. ¿Creen que es un digno final para esta historia?