Hace más de diez años, Bryan Bertino hizo su debut como director con Los extraños, una película que se popularizó de forma rápida que contaba la terrorífica invasión de enmascarados que sufre una familia en su propiedad. La película se hizo con un presupuesto de tan solo 9 millones y recaudó 82,3 millones de dólares, lo que propició a su secuela llamada Los extraños: Cacería nocturna, sin embargo, no fue tan exitosa como la primera.
Ahora, Bertino regresa al cine de terror con Demoniaca una historia que trae de regreso su estilo característico de su debut como la sensación de pavor y atmósferas intensas, sin ignorar profundizar en las relaciones distanciadas de los protagonistas.
Demoniaca logra envolverte en su terror de forma rápida
Demoniaca está ambientada en una desolada granja de Texas protagonizada por Marin Ireland y Michael Abbot Jr. como Louise y Michael; una hermana y un hermano distantes que regresan a su hogar en el lecho de muerte de su padre. Sin embargo, antes de su viaje, su madre les advierte que es mejor que no vayan, un consejo que obviamente ignoran, de modo que cuando llegan se dan cuenta que su madre (Julie Oliver-Touchstone) es una persona temerosa y su padre (Michael Zagst) está listo para morir.
Con el paso del tiempo, es espectador se da cuenta que no solo existe una relación familiar fracturada y un ambiente melancólico por la muerte del padre, sino que también a los alrededores de la propiedad está pasando algo siniestro que pronto se convierte en una pesadilla infernal.
Algo destacable de Demoniaca es que no tendrás que esperar mucho para comenzar a envolverte en la tensión familiar que se siente a lo largo de la película, en especial, porque muy pronto se hace evidente que las advertencias de la madre para que se mantengan alejados, provienen de un mal dentro del hogar, que se vuelve cada vez más desconcertante cada día.
La sensación de que algo no está del todo bien se impregna los momentos iniciales de la película y el tono característico de Bertino pronto se hace evidente con al utilizar ruidos espeluznantes, animales con comportamientos extraños, una banda sonora que acompaña los momentos de tensión y juegos de sombras a lo largo de las paredes.
Las relaciones familiares tóxicas expuestas en Demoniaca
Bryan Bertino tiende a usar el horror para acentuar y explorar las relaciones vacías entre amigos, relaciones amorosas y familiares que se han distanciado por varias razones. En este caso, los hermanos Louise y Michael luchan contra la culpa que conlleva la incapacidad de recordar la última vez que llamaron a casa o estuvieron al pendiente de la vida de sus padres.
Es obvio que existe una relación fracturada que se demuestra en que todo el tiempo se siente el desapego e incomodidad de los personajes, lo que los lleva a reconfigurar sus propias creencias de fe, su personalidad y las razones de su actual situación que se agravan al enfrentar sus propios “demonios”. Asimismo, abordan temas generales como la muerte, el suicidio, el mal y el bien y la complejidad de las relaciones humanas.
Algo destacable de Demoniaca es que regularmente estamos acostumbrados a ver películas de terror en las que la realización de una situación ofrece la salvación absoluta de los personajes y sabemos cuál es la salida, en cambio, aquí como espectadores, sabemos que no existe un plan de escape o, por lo menos, no te lo demuestran, ya que ni siquiera te dicen por qué los padres están siendo atacados o cuál es la entidad que los atormente. Por lo tanto, los espectadores se sienten parte de la película y de la difícil situación que avanza y qué no se pueden obtener respuestas de forma sencilla.