Cásate Conmigo es una comedia romántica sin pretenciones. ¿Por qué está conectando tanto con la audiencia? ¿Qué ofrece de diferente?
Este fin de semana vio el estreno de Cásate Conmigo, la nueva comedia romántica protagonizada por Jennifer Lopez, Owen Wilson y Maluma (quien hace su debut actoral en live-action tras darle voz a Mariano en Encanto de Disney). Después de su anuncio, la película fue el objeto de burlas debido a la calidad del marketing, su concepto y elenco.
Sin embargo, aún cuando el largometraje no ha recibido grandes elogios ni tiene grandes posibilidades de ser una de las contendientes al Oscar de 2023, la recepción crítica ha sido mucho más positiva de lo que cualquiera hubiera imaginado.
Con un 58% de aprobación en Rotten Tomatoes es lo suficientemente alto para ser una de las comedias recientes mejor calificadas de los últimos años (al menos que se hayan estrenado en cines). Y su impresionante 92% que consiguió por parte del público nos indica que la película y sus protagonistas sí están conectando con la audiencia general. ¿Puede haber algo más detrás de esta película?
Un viaje al pasado
Aunque Cásate Conmigo dista de ser una revelación que revolucionará al séptimo arte, el por qué detrás de su sorpresivo éxito es realmente bastante sencillo y se resume a un viejo dicho que parece definir a gran parte del Hollywood actual: ya no las hacen como antes.
Estamos frente a una simple y sencilla comedia romántica, que sigue al pie de la letra la fórmula de dicho género sin ninguna pretensión más allá que el mantener a su público meta entretenido en un mundo donde toda lógica y sentido común son completamente ajenos a su realidad. Envuelto en una nube rosa de algodón de azúcar donde sin importar las «adversidades» que le presenten a sus protagonistas, todo terminará con un agradable «y vivieron felices por siempre» dentro de un lapso de 90 minutos o 2 horas (a lo mucho).
Este tipo de comedias dominaron la industria durante las décadas de los 90 e inicios de los 2000, con cintas como Cuando Harry Conoció a Sally, Lo Que Ellas Quieren, Si Tuviera 30, Como Si Fuera la Primera Vez, Ella Es Así, La Nueva Cenicienta, Como Si Fuera Cierto, entre muchas más. La calidad de cada una podría varias entre lo decente, lo pésimo y el ocasional diamante en bruto, pero pareciera ser que este género, una vez uno de los dominantes en Hollywood, ahora es un muy distante recuerdo de una era olvidada en la gran pantalla.
Salas Libres de Risas
Aquí les va una pequeña pregunta: ¿Cuándo fue la última vez que vieron una comedia en el cine? No una película de acción, superhéroes o algún otro subgénero con elementos de comedia en ella, sino una simple comedia.
Parece que los grandes estudios han abandonado casi por completo el modelo de una película de bajo-a-mediano presupuesto, con una corta duración, con la única intención de hacernos reír. Muchos directores hablan acerca de cómo el dominio de los grandes blockbusters sobre las salas de cine le han quitado la oportunidad de exhibición a dramas y cintas independientes, siendo relegados al mundo del streaming. Pero poca atención se le da al hecho que la comedia ha sufrido un destino similar.
Hoy en día, pareciera ser que si queremos distraernos por un par de horas con un par de buenas risas, tenemos que buscar en qué plataforma de streaming se encuentran nuestros clásicos de confort del género y la gran mayoría de las producciones cómics de hoy en día son manejadas totalmente por Netflix, Disney+, y las demás plataformas, y pareciera ser que los únicos aún determinados a traer largometrajes de comedia de manera constante a los cines del mundo son Seth Rogen y compañía o Ryan Reynolds.
Cómo lo simple a veces es justo lo que necesitamos
Cásate Conmigo no es una excelente película, pero yo diría que es una mejor de lo que me hubiera imaginado hace tan solo un par de semanas. Su historia, desarrollo y personajes son un conjunto de clichés y fórmulas del género que hemos visto mil veces, por lo que si han visto casi cualquier comedia romántica en los últimos 20 años, van a saber exactamente hacia dónde se dirige en cuestión de minutos. Este filme tiene precisamente cero sorpresas o esfuerzos para interferir de cualquier forma con dichas formulas.
Sin embargo, también logra un par de secuencias genuinamente efectivas en su ternura, si bien no es un festival de carcajadas, el carisma de Owen Wilson y los personajes secundarios encabezados por las comediantes Sarah Silverman y Michelle Buteau logran sacar varias sonrisas constantemente, la química entre Wilson y Lopez es sorprendentemente fuerte, creando una dupla muy entrañable y dulce y los talentos de Lopez y Maluma crean un soundtrack apropiadamente pegajoso.
¿Es una película por la cual deberían correr a su cine favorito inmediatamente? No, no realmente. En realidad me trajo varios recuerdos de aquellas primeras citas en la preparatoria o noches en familia rentando justamente este tipo de películas, trayendo consigo una memoria de una era más… llamémosle inocente del género, lo cual podría ser otra explicación de su inesperado éxito.
Si bien es un largometraje por el cual podrían esperar sin ningún problema para cuando llegue a streaming sin perderse de mucho, también creo que si están buscando algo con qué pasar un par de horas en una sala este San Valentín, ciertamente podrían conseguir algo mucho peor que Cásate Conmigo.