499: Los Fantasmas de la Conquista Española

499 se aproxima a los fantasmas que siguen a la colectividad mexicana: la violencia que históricamente ha consumido a su pueblo.

499 se aproxima a los fantasmas que siguen a la colectividad mexicana: la violencia que históricamente ha consumido a su pueblo. 

En 1519, la expedición española dirigida por Hernán Cortés llegó a la costa de Veracruz, tres años fueron necesarios para su arribo y la conquista de la capital donde el imperio azteca fundamentaba su imperio: Tenochtitlán. Aquel evento casi aniquiló una cultura entera y por lo tanto marcó el inconsciente colectivo en México, autores como Octavio Paz ensayaban en El laberinto de la soledad sobre como nuestro comportamiento hacia la vida estaba definido por ese trauma primigenio. 

Nos encontramos a meses de que se cumplan 500 años del susodicho evento y al igual que el escritor mexicano, el cineasta Rodrigo Reyes utiliza en 499 los ya mencionados sucesos para analizar en que cosas ha cambiado o no el panorama nacional. 

499

La tierra que perdió su brillo

La premisa ya es interesante por si misma: por cuestiones inexplicables un general que acompañaba a Cortés aparece en el mismo punto donde comenzó todo pero en la actualidad, su camino será el mismo que conllevó sus grandes glorías militares de Veracruz a la CDMX. Sin embargo, en el trayecto enfrentará una clase de penitencia por sus actos, será enfrentado a escuchar y observar diversas historias de las personas que habitan este país y como sus vidas han sido marcadas por la violencia

En su primera secuencia ya parece advertirnos lo que se viene, como en El Séptimo Sello de Ingmar Bergman su protagonista despierta en la playa, ha vuelto a casa y le espera un recorrido donde la muerte lo seguirá a cada paso, pero a diferencia de la obra realizada por el sueco, la misma no se presenta en forma física sino en el relato adolorido de otros/as, el cual estará obligado a escuchar tras perder la voz y por lo tanto el ego que fungía de sus palabras. 

499

Quizá al inicio el choque de su personaje con elementos contemporáneos podría generar alguna risa, pero el enfoque brindado por su director logra superar esta primera impresión y estipular un tono reflexivo que transita en una narrativa donde la ficción se encuentra con el formato documental.

Ambos mundos son intercalados por el montaje de Andrea Chignoli y Daniel Chávez Ontiveros, otra veces chocan irremediablemente. En una línea argumental el conquistador interpretado por Eduardo San Juan, recorre los espacios desoladores de la nación mientras escuchamos sus pensamientos bajo su voz en off, los cuales son escritos a manera poética por Sixto Cabrera.  

Cuando el Presente y el Pasado se Unen

Sus versos realizan analogías que conectan el ayer y hoy, sobre los mismos las imágenes dialogan sobre el avance o estatismo en diversos ámbitos sociales: mientras expone el esclavismo al que estaba sometida la Malinche, la cámara realiza un paralelismo con el mundo de la prostitución. Igualmente homologa las aspiraciones de sus tropas con los/as migrantes, el anhelo de una vida mejor lejos de sus tierras, los muchos/as que quedan en el camino y el edén prometido que ahora radica en Estados Unidos. 

Para finalmente sorprenderse al llegar a la antigua Tenochtitlán, observar aquel territorio que en su momento poseía una majestuosidad mayor a la de Roma, bajo la fotografía oscura y desoladora a cargo de Alejandro Mejía, donde sus habitantes albergan una enorme tristeza de tanto pelear y llorar a sus muertos. 

El segundo arco narrativo del guión coescrito por Reyes y Lorena Padilla,  se centra en los testimonios de personas que han experimentado esto último y quienes fueron contactados/as gracias a la periodista Daniela Rea: una mujer que busca a su hijo, un ex militar coludido con el narco y una madre con el objetivo de encontrar justicia por el asesinato de su hija Fátima. 

499

Las personas espectadoras vivimos el mismo recorrido con su protagonista, las historias son narradas directamente a nosotros/as, al igual que el conquistador acabamos destrozados. 

Así 499 realiza una dura radiografía sobre nuestro pasado y actualidad nacional, las diversas problemáticas que enfrenta una sociedad ante la cual sus habitantes han sido abandonados/as ante una cotidianidad que los ha enfrentado a la tristeza y desesperanza.