Gracias a la atrapante trama de Corre, esta película ya se convirtió en la cinta más exitosa de Netflix
Aunque “Corre” ya tenía su lanzamiento digital desde el año pasado en la plataforma de Hulu, los derechos de distribución los compró Netflix, y gracias a eso, ahora podemos disfrutarla en Latinoamérica.
Dirigida por Aneesh Chaganty y escrita por ella misma y Sev Ohanian, la película está protagonizada por Sarah Paulson (a quien recordamos por su reciente interpretación de la enfermera Ratched) y Kiera Allen, quienes hacen realmente un papel extraordinario en los roles de madre e hija.
“Corre” puede describirse como una cinta de suspenso. Atrapante, polémica y aborda el ya conocido terror psicológico provocado dentro del marco de una vida aparentemente cotidiana y común. Temas que se han demostrado que pueden ser igual o incluso más aterrador que una película con monstruos o demonios.
¿Por qué es tan buena?
Se puede desmenuzar desde diferentes aspectos. Pero me parece oportuno hablar de tres características que hacen a esta película realmente buena: la trama, las interpretaciones y por supuesto, la música compuesta por Torin Borrowdale, quien ya tiene camino recorrido en la composición de música de suspenso y misterio gracias a la serie de Locke & Key y la película de The Toll.
Sin dejar de lado el extraordinario trabajo del Director Aneesh por dar una propuesta que en su narrativa es coherente y deja también un margen de libertad al espectador para repensar qué podría haber pasado en una u otra escena de la cinta, de una manera sutil, discreta y bien pensada.
Una maternidad oscura
Si bien, la trama de la película al principio te hace pensar que tenemos en la puesta en escena a Diane Sherman (Paulson), una madre entregada a su hija quien, desafortunadamente, padece desde su nacimiento diversas enfermedades que la vuelven vulnerable y dependiente de los cuidados de su madre en todo momento. Tanto para los medicamentos, la comida y los estudios.
Sarah Paulson hace un trabajo tan creíble balanceando el difícil estilo que presenta Diane Sherman, ya que oscila entre el amor incondicional que toda madre debe tener y una frialdad y oscuridad de quien esconde los secretos más profundos. Sin duda, su actuación es lo que lleva la película y conocer más sobre ella y hasta dónde es capaz de llegar nos tiene al borde del asiento durante todo el metraje.
Por otro lado, quien también hace un trabajo sublime es Kiera Allen como la hija de Diane, Chloe. Sus ávidas ambiciones por ingresar a la universidad, se mezcla con la fragilidad de sus padecimientos. Allen se convierte en un gran equipo para Paulson, y sus interacciones pasan de lo conmovedor a la tensión con tal habilidad que cada escena que comparten juntas es toda una montaña rusa de emociones.
Sin dar más spóilers por si no han visto esta cinta, podemos comentar que los sueños de esta chica se alejan más y más conforme avanza la película, ya que mientras se va deshaciendo la maraña de mentiras y secretos que esconde su madre, el peligro que corre Chloe es suficiente para hacer que el espectador empatice con ella y busque desesperadamente una forma de ayudarla para terminar de revelar la verdad.
La polémica
Corre también aborda temas socialmente complejos y hechos que llegan a ocurrir en el mundo, como secuestro, pérdida o muerte de los hijos, la depresión profunda y la histeria descontrolada en una patología disfrazada de sobreprotección. Además, también hablan sobre los comportamientos enfermizos relacionados con la medicación.
Visualmente está bastante bien, los efectos están bien logrados y cada puesta en cuadro cumple su función adecuadamente para hacer de Corre una de las películas más vistas de Netflix.
Si no te has dado la oportunidad de ver esta película, aprovecha un fin de semana y adéntrate en esta trama que seguramente te dejará con la boca abierta, con sentimientos posiblemente de coraje, odio y de venganza en cada minuto que transcurra esta cinta.