¿Cómo es que Hamilton, una obra sobre uno de los Padres Fundadores de Estados Unidos, termina siendo aclamada a nivel global? Una respuesta simple: Lin-Manuel Miranda, un genio musical que escribió, produjo y en sí creó este proyecto que recientemente puede verse a través de Disney+.
Existe un efecto inmediato cuando uno está presenciando esta puesta en escena teatral; y eso es sentirse hipnotizado, maravillado, atraído y atónito ante la magna performance de un elenco comprometido en alma y piel para sorprender a un público que trasciende el habitual que visita Broadway, para llegar a los corazones de miles de personas, incluyendo a nosotros como latinos.
Por alrededor las 2 horas con 40 minutos y más de 50 canciones, este musical cuenta la curiosa e interesante historia de Alexander Hamilton, hombre que vino de las situaciones más difíciles y llegó a dejar su nombre en los libros. Mano derecha de George Washington y primer Secretario del Tesoro en Estados Unidos no son poca cosa, lo cual parece increíble sabiendo los inicios de quien siempre fue una persona soñadora.
Just You Wait…
Pero lo que hace tan impresionante esta obra es que no se siente como una lección académica de historia, y cómo podría serlo cuando existen palabras afiladas, estudiadas, versadas y vociferadas de una manera tan excepcional.
Uno conecta rápidamente a la vibrante combinación entre hip-hop, rap y hasta R&B, pasando por supuesto por otras más cercanas al estilo tradicional de ópera. A las dos o tres canciones ya estarán moviendo la cabeza tal cual estuvieran en un concierto (por cierto, es recomendable que vean esta obra con un buen sistema de sonido).
Y es que hay que comprender el apartado técnico que tiene esta obra, una verdadera maravilla artística, por que es a raíz de Hamilton que ahora conozca lo del término «motif«, que puede ser el «tema musical recurrente en una composición y, por extensión, motivo central recurrente de una obra literaria o cinematográfica».
En Hamilton, no solamente es en la música, sino con mucho mayor peso y significado: frases y palabras.
La manera en que se presenta Alexander Hamilton, o cómo dice que esperen a que se transforme en lo que está destinado a ser (Just You Wait), o cómo Aaron Burr -antagonista- al contrario dice que es mejor esperar y ser pasivo ante otras acciones (Wait For It), o como Eliza se siente «helpless» son ejemplos de estos «motif».
Al comprender la manipulación de estas frases y la inclusión magistral en momentos específicos de la obra, es que no queda más que escuchar una y otra vez el álbum completo (disponible en Spotify) y admirar el talento innegable de Lin-Manuel Miranda.
Rise Up!
También hay que señalar que Hamilton cuenta con momentos emotivos que pasan por lo cómico, lo valiente y lo conmovedor, fluyendo con una naturalidad fenomenal. Como público uno disfruta el viaje por la conexión humana que se genera en cada una de esas etapas.
Otro valor importante a señalar es que hay algunas caras conocidas entre los que participan, entre ellos Daveed Diggs, a quien actualmente lo pueden ver en la serie Snowpiercer, disponible en Netflix. Además está Jonathan Groff, quien al menos yo lo conocí por la gran serie Mindhunter.
Pero igual hay que destacar el trabajo de Leslie Odom Jr., Phillipa Soo, Renée Elise Goldsberry, Daveed Diggs, Anthony Ramos y Jasmine Cephas Jones.
Conclusión
Hamilton está hecho para quienes estamos metidos en el mundo actual de las series de tv y el cine. No sé si sirva para aquellos que al solo escuchar musical ya hacen mala cara, sin embargo diría que aún así le dieran una oportunidad.
No soy tampoco fan de los musicales y jamás había visto una obra de teatro (que es lo que se ve en esta «película» con diferentes ángulos de cámara pero al final sobre un escenario), aún así las canciones me han quedado revoloteando en la cabeza.
¿Y saben algo? Me siento satisfecho de haber destinado tiempo en ver una obra tan magnífica, tanto así que probablemente la vea al menos una vez más.