¡Guionistas de And Just Like That defienden el polémico final!

Los guionistas de And Just Like That defendieron la polémica decisión sobre el final de Carrie Bradshaw.

Tras tres temporadas, la secuela de Sex and the City, titulada And Just Like That, llegó a su desenlace definitivo el pasado 14 de agosto con un final que dividió a la audiencia. La historia de Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker) cerró un ciclo de 27 años que incluyó seis temporadas de la serie original, dos películas y ahora este revival que también reunió a Miranda Hobbes (Cynthia Nixon) y Charlotte York-Goldenblatt (Kristin Davis).

El último episodio, titulado “Party of One”, mostró a una Carrie más independiente que nunca: rompió definitivamente con Aidan Shaw (John Corbett), tuvo un breve romance con su vecino escritor (Jonathan Cake) y, en la última escena, apareció sola en su departamento de Gramercy Park cantando a Barry White y comiendo pay. La frase final —“Ella no estaba sola. Estaba consigo misma”— dejó en claro que esta vez el personaje no necesitaba un hombre para validar su felicidad.

Sin embargo, la decisión de terminar la serie de esta manera no pasó desapercibida. Críticos y fans se manifestaron en redes sociales con opiniones encontradas, generando un debate tan intenso como el que rodeó el final de Sex and the City en 2004, cuando Carrie terminó con Big (Chris Noth).

En entrevista con The Hollywood Reporter, las guionistas y productoras ejecutivas Julie Rottenberg y Elisa Zuritsky explicaron por qué eligieron este desenlace, cómo enfrentaron las críticas y qué significa Carrie Bradshaw para una generación que creció con ella.

And Just Like That y la decisión de dejar a Carrie sola

De acuerdo con lo que le dijo Elisa Zuritsky a The Hollywood Reporter, el equipo creativo vivió esta vez un proceso mucho más claro que en el pasado:

“La primera vez hubo discusiones intensas sobre si Carrie debía quedarse con Big o no. Ahora fue lo contrario. Todos estábamos de acuerdo en que este era el final más auténtico. Como los personajes, nosotros también hemos evolucionado”.

Por su parte, Julie Rottenberg aseguró que la idea central no era emparejar a Carrie, sino darle paz:

“Espero que el deseo de que Carrie sea feliz pese más que la necesidad de verla en pareja. Nos pareció la decisión más honesta, y venga lo que venga”.

Ambas guionistas señalaron que el desenlace responde a una realidad cada vez más visible: la independencia femenina. Zuritsky lo explicó así:

“Hoy conocemos a muchas mujeres viudas, divorciadas o simplemente solteras que disfrutan de su independencia y su soledad. Nos parecía necesario mostrar que esa versión también puede ser plena”.

De hecho, varias mujeres cercanas a las guionistas agradecieron el desenlace. Según Rottenberg:

“Muchas personas me han dicho que sintieron alivio. Y no solo mujeres solteras, también mujeres casadas. Creo que, en el fondo, todas queríamos ver a Carrie en paz, sin importar si estaba o no acompañada”.

Este desenlace, además, se planteó como una especie de espejo del final original de Sex and the City. Mientras en 2004 Carrie concluía su viaje con Big, esta vez se cierra con un acto de autoafirmación: estar bien consigo misma.


La reacción del público y el legado de Carrie

Pese a la claridad del equipo creativo, la reacción del público fue intensa. En redes sociales surgieron críticas y artículos cuestionando la decisión, lo que llevó a las guionistas a reflexionar sobre la magnitud del personaje.

“Carrie representa demasiado para demasiada gente. Es imposible complacer a todos. Cualquier decisión se vuelve personal porque estos personajes han acompañado a las personas durante décadas”.

Incluso la propia Sarah Jessica Parker, en entrevista con The New York Times, fue consultada sobre el fenómeno del hate-watching que acompañó a la serie. Su respuesta fue contundente: “No me importa realmente”.

Zuritsky, por su parte, destacó que las críticas también reflejan un contexto social más amplio:“Vivimos un momento público muy agresivo, especialmente en redes sociales. La gente está enojada con muchas cosas, y a veces la serie se convierte en un lugar seguro para volcar esa frustración”.

Ambas guionistas recordaron que la controversia tampoco es nueva: Sex and the City también recibió críticas durante su transmisión original, y con el tiempo terminó siendo considerada una serie innovadora y fundamental en la representación de las mujeres en televisión.

Finalmente, Zuritsky dejó abierta la posibilidad de un regreso en el futuro: “No puedo firmar que nunca volveremos a ver a estos personajes. Lo que sí sé es que, en estas tres temporadas, demostramos que siguen vivos en la mente de la audiencia. Mientras las actrices estén, todo puede pasar”.

En conclusión, aunque el final de And Just Like That dividió a los fans, también reforzó el lugar de Carrie Bradshaw como un personaje complejo, contradictorio y universal. Ya sea amada u odiada, su historia sigue provocando debate y demuestra que, después de casi tres décadas, el legado de Sex and the City continúa más vivo que nunca.