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El nuevo live-action de Cómo Entrenar a tu Dragón pinta para convertirse en una nueva franquicia para Universal Pictures.
Apostando por mantener la esencia original de la película y más bien hacer una recreación exacta de los elementos icónicos de la versión animada, la cinta no sólo es muy innovadora, sino que sí es una propuesta que redefine lo que pensábamos de la icónica saga.
Así, la película no sólo captura la historia entre Hipo y Chimuelo, también sorprendió con las hazañas técnicas para lograr las impresionantes secuencias de vuelo que abundan en la cinta.
Y de acuerdo a lo que el director Dean Deblois y el protagonista, Mason Thames le dijo a Fuera de Foco, para lograr esta recreación se tuvieron que tomar acciones nunca antes vistas en la historia del cine.
Cómo Entrenar a Tu Dragón y el vuelo que desafió a la tecnología cinematográfica
Para lograr la emblemática secuencia donde Hipo y Chimuelo vuelan juntos por primera vez —llamada internamente “Test Drive”—, DeBlois explicó que el equipo tuvo que innovar más allá de cualquier técnica conocida.
“Requirió un montón de planeación y pensar fuera de la caja porque lo que hicimos, jamás había sido realizado en ninguna otra película”, afirmó.
El objetivo para él, fue hacer que Mason se moviera con el dragón como si fueran uno solo, replicando la dinámica de un jinete real con su caballo.
“Construimos un cardán de varios metros de alto, que se movía en seis ejes distintos… encima colocamos un cuerpo robótico de dragón. Así que hay un torso y un cuello y una cabeza que se mueven independientemente, y encima colocamos la silla de montar y a Mason sobre todo”.
Dean Deblois, Fuera de Foco
Esta estructura permitía simular caídas, ascensos y giros con precisión, afectando físicamente al actor para lograr una sensación realista y visceral.
Desde la experiencia de Mason Thames, esto se asemejó en un toro mecánico.
“Creo que entre las acrobacias que más realicé fue con Chimuelo, que era en esencia un toro mecánico, que amé y en el que me divertí muchísimo.
La mayor parte del tiempo era pantalla azul, el toro mecánico y ventiladores en mi cara, pero lo disfruté al máximo”.
La ambición detrás de esta secuencia resume perfectamente el espíritu del live-action: capturar la magia de la animación original con una ejecución técnica que, literalmente, nunca se había intentado antes.
