En este artículo:
- Los productores de 3 Body Problem confesaron que le jugaron una broma a Eiza González antes de iniciar la producción de la primera temporada.
- Hicieron con ChatGPT un monólogo falso que tenía 3 páginas de diálogos que al parecer no tenían sentido.
- David Benioff y D. B Weiss son conocidos por sus bromas, ya que también jugaron mucho con el cast de Game of Thrones.
Eiza González protagonizó recientemente la serie de ciencia ficción de Netflix, 3 Body Problem, un proyecto desarrollado por la pareja de creadores, David Benioff y Dan Weiss, conocidos por su destacable trabajo como showrruners en Game of Thrones.
Pero, además de su habilidad para crear series aclamadas, Benioff y Weiss son famosos en la industria por su sentido del humor y sus bromas a los actores, destinadas a aliviar la tensión en el set. En esta ocasión, la broma tuvo como objetivo a Eiza González, a quien le entregaron un guion falso generado por ChatGPT que contenía varios detalles sin sentido.
A continuación te platicamos los detalles de la broma.
Eiza González creyó que tenía que aprender un monólogo eterno
Durante una entrevista con The Hollywood Reporter, David Benioff y Dan Weiss, junto con su colega showrunner Alexander Woo, revelaron una divertida broma que le hicieron a Eiza González, quien interpreta a la pionera en nanotecnología Auggie en la serie 3 Body Problem.
Según contaron, los creadores le entregaron a Eiza González un monólogo de tres páginas que, en su mayor parte, había sido escrito por ChatGPT y que ella debía aprender para el día siguiente. «Le pedimos a ChatGPT que escribiera el monólogo, luego lo revisamos para que pareciera lo suficientemente real como para un guion», explicó Benioff.
El monólogo, que giraba en torno a una piscina, constaba de tres páginas llenas de palabras, pero dado que una página generalmente equivale a un minuto de tiempo en pantalla, decir el discurso completo significa hablar aproximadamente tres minutos sin parar. Para un actor, esto puede sentirse como una eternidad cuando se enfrenta solo a la cámara.
Además de esto, el discurso resultó ser no solo extenso, sino también en gran medida incoherente, ya que también debía saberse de memoria el número Pi completo. “Eso implicó que ella aprendiera alrededor de 50 o 60 dígitos del número Pi”, agrega Weiss. “¿O creo que sí? No conozco Pi lo suficiente como para saberlo”.
Afortunadamente, la broma no fue demasiado lejos, puesto que poco después de enviarle a Eiza González el guion, la productora ejecutiva, Bernadette Caulfield, intervino y le aseguró a la actriz que era solo una broma de los creadores. “Bernie estaba tan cansada que en ese momento pensó: ‘No tengo energía para fingir que están sucediendo cosas falsas porque hay 500 cosas reales que están sucediendo’”, dice Weiss. “Le dijo [a González]: ‘No, no tienes que aprenderte un monólogo sobre una piscina que dure tres páginas”.
Por suerte para Eiza González, la escena nunca llegó a filmarse y David Benioff y Dan Weiss aclararon que, en cualquier caso, no habrían permitido que la broma llegará a ese punto y solo estaban tratando de divertirse un rato.
Eiza González no ha sido la única víctima de los productores
Los showrunners David Benioff y Dan Weiss son conocidos en la industria por sus bromas a actores con quienes tienen una relación cercana y que les agradan especialmente. Una de las más populares fue cuando durante la primera temporada de Game of Thrones, sorprendieron a su protagonista Kit Harington con un guion falso en el que su personaje, Jon Snow, sufría una severa quemadura en la cara y se le informaba que pasaría el resto de la serie con una apariencia de «ghoul».
«Dimos por sentado que, como a la mayoría de los chicos guapos, le gusta ser guapo. Así que, mientras rodábamos la primera temporada, cuando distribuimos nuevos borradores del episodio 108, le dimos a Kit una copia con estas escenas de Jon Snow en lugar de las escenas reales».
David Benioff
De igual forma, en temporadas posteriores, Benioff y Weiss le dijeron al actor John Bradley que su personaje, Samwell Tarly, recibiría un nuevo traje, solo para enviarlo a una prueba de vestuario en donde le hicieron ponerse un extravagante atuendo al estilo Enrique VIII, completo con una llamativa bragueta morada.