En este artículo:
La directora Luciana Kaplan y Gabriel Sierra nos contaron las claves para entender Tratado de Invisibilidad, un documental revolucionario sobre los contrastes socioeconómicos de la Ciudad de México.
Luciana Kaplan está muy interesada en que prestemos atención a lo invisible. Con documentales como Rush Hour, su mirada como documentalista ha estado centrada en buscar la intimidad dentro del caos urbano, revelando los contrastes de diferentes estratos socioeconómicos y culturas de lo que aparenta ser un mismo estilo de vida.
Con Tratado de Invisibilidad, un ambicioso documental que se presentó en el marco del Festival Internacional de Guadalajara (FICG), Kaplan ahora aborda la vida de tres mujeres trabajadoras de limpieza en la Ciudad de México, y de una manera innovadora y revolucionaria, busca poner en perspectiva las diferencias estructurales de México, al mismo tiempo que rompe con los estigmas alrededor de los estratos socioculturales.
En Fuera de Foco, pudimos platicar con Luciana y con el director de fotografía Gabriel Sierra, sobre cómo lograron hacer que Tratado de Invisibilidad fuera una cinta tan revolucionaria.
Tratado de Invisibilidad: Rompiendo los tabúes de la precarización
Luciana Kaplan creció en una familia de intelectuales y catedráticos, quienes siempre inculcaron en ella una conciencia de clase. “Yo hago películas, no sé qué tanto pueda aportar al mundo, pero mi intención sí es empujar y hacer algo diferente con cada historia que hago, quiero mostrar que otro mundo es posible, que podemos romper las perspectivas de lo que consideramos realidad”.
A través de poderosas imágenes, que de repente nos invitan a ver cómo se barre la Cineteca Nacional de México, y otras veces una marcha feminista, Tratado de Invisibilidad no sólo busca darle voz a una clase que vive diariamente los abusos de un sistema injusto, sin tener las herramientas suficientes para defenderse o cambiar su posición. “Queríamos buscar una nueva forma de acercarnos a estas personas y conocer sus historias, pero que fuera más lúdica, que tuviera más vida”.
A través de entrevistas que se mezclan con actrices que narran las partes más difíciles de la vida de estas tres trabajadoras, vamos conociendo poco a poco las injusticias que se viven, pero enfatizando la personalidad de sus tres protagonistas, quienes también son mujeres que ríen, que sueñan, que viven y tienen opiniones.
“Hay cosas luminosas y cosas oscuras en todos lados, obviamente” nos comentó Kaplan. “La vida está llena de momentos de felicidad, de tristeza también. Y si estamos retratando la vida, ¿por qué no mostrarla tal cual es?”.
Tratado de Invisibilidad se vuelve también una historia irónica, en donde los contrastes de las clases sociales en México se hacen evidentes a través de la poderosa personalidad de sus tres protagonistas. “Construir la confianza fue fundamental para lograr esto, porque me permitieron, desde mi posición blanca de privilegio, ser una herramienta para poder abrir una conversación no sólo sobre lo que pasa en la Ciudad de México, sino desde lo que ellas opinan”.
¿Cómo lograr este contraste en una misma Ciudad?
“Luciana tenía muy claro cómo quería contar la historia. Sabía que quería dividirla en los confesionarios, en las escenas con las actrices y que la Ciudad de México fuera una especie de personaje aparte” nos comentó Gabriel Sierra, cuyo trabajo de fotografía es parte del Museo Nacional de Arte Moderno de Nueva York.
“Para mi, lo que me parecía importante era acompañar el proceso de la directora que tiene una visión política. Me encanta pensar que la imagen puede ser un lenguaje para hablar de derechos humanos, derechos laborales, derechos de las mujeres.
En Tratado de Invisibilidad, hay cosas que podrían parecer torpes, pero que vistas ya cohesionadas, eran la mejor forma de hacerle sentir a la audiencia algo específico”.
Gabriel Sierra, Fuera de Foco
La intención tanto de Luciana Kaplan como de Gabriel Sierra, era encontrar la forma de que la imagen “se quedara en la mente de las personas”, pero también “que pudieran recordar sentimientos, sensaciones, opiniones, porque nuestras protagonistas tenían mucho poder” sentenció Kaplan.
Y así, con tomas fuera de foco, una cámara que se siente que flota, Tratado de Invisibilidad es un documental que va más allá de la investigación periodística, es la prueba de que el cine tiene el potencial de ser una herramienta para contrastar los temas más controversiales de la vida, y abrir espacios para conocer otras realidades.