¡Disney en crisis legal por VFX de Beauty and the Beast!

Empresa de VFX asegura que Disney usó su tecnología sin permiso para Beauty and the Beast, por lo que el estudio enfrenta una difícil demanda.

  • En 2017, Beauty and the Beast de Disney recaudó más de $1.27 mil millones de dólares tras su estreno en cines.
  • DD3, estudio detrás de los VFX de Beauty and the Beast usó una innovadora tecnología llamada MOVA, para la cual aparentemente no tenían sin autorización de su creador, por lo que ahora Disney enfrenta una complicada demanda.
  • Rearden, creador de la tecnología usada en la cinta, asegura que el éxito de la misma se debió al trabajo de VFX, por lo que exigen compensación millonaria por el uso del programa en Beauty and the Beast y otras 3 cintas de Disney.

Otro día, otra crisis legal frente a Disney. Pues ahora, el estudio se encuentra en medio de una complicada disputa debido a los efectos especiales utilizados en la cinta Beauty and the Beast de 2017.

Y es que a su estreno, la cinta fue grandemente aplaudida por sus logros en VFX, tecnología que su director y creativos destacaron al ser un programa innovador para capturar el movimiento del actor Dan Stevens y trasladarlo a la creación digital de la Bestia. 

Sin embargo, dicha tecnología no fue autorizada para su uso por DD3, el estudio de VFX con el que Disney se alió para la película, por lo que ahora la compañía del ratón podría enfrentar una dura pérdida si no resuelve la crisis legal por el uso del programa —llamado MOVA— en Beauty and the Beast y otro puñado de cintas.

¡Disney en crisis legal por VFX de Beauty and the Beast!
Imagen: Disney

¿Disney usó tecnología VFX sin permiso?

Hacia el estreno de Beauty and the Beast en 2017 —la cuál sumó un total de 1.27 mil millones de dólares en taquilla—, Disney posicionó a la cinta como un gran logro de efectos visuales al utilizar MOVA, tecnología de VFX que captura hasta las mínimas expresiones de los actores para replicarlas en personajes creados con CGI, en este caso, el rostro de la Bestia.

El director Bill Condon incluso destacó que gran parte de la interpretación de Dan Stevens pudo trasladarse al rostro digital de la Bestia gracias a dicha tecnología, con la cuál también Disney comenzó su campaña para nominar al live-action a logro en VFX dentro de los Oscar.

Sin embargo, se dio a conocer que DD3, la compañía que trabajó con Disney en la película, no era precisamente dueña de la tecnología implementada en la película y a la cual se le acredita gran parte de su éxito en taquilla.

Y es que entre un caso de bancarrota y una venta aparentemente fraudulenta, existió una gran confusión alrededor de las licencias del programa MOVA, por lo que cinco meses tras el estreno de la película, Disney fue demandado por usar la tecnología en otras tres cintas, entre las que destacaron Guardians of the Galaxy y dos entregas de Avengers.

Por ello, el estudio donde se originó MOVA demandó que se le compensara justamente por el uso de la tecnología, y al reiniciar el caso esta semana, los dueños han exigido que se les otorgue parte de las ganancias de Beauty and the Beast.

Por su lado, el caso también estudia si Disney debe ser responsable de la infracción cometida por DD3, pues en caso de que la compañía estuviera consciente de que el estudio de VFX poseía tecnología no autorizada, Rearden —dueños de MOVA— se vería beneficiado.

¡Disney en crisis legal por VFX de Beauty and the Beast!
Imagen: Disney

¿MOVA es una tecnología muy cotizada dentro de Hollywood?

La tecnología de captura MOVA se utiliza para replicar expresiones faciales realistas sobre efectos gráficos y CGI. Uno de sus usos más aplaudidos fue a través de la cinta The Curious Case of Benjamin Button, con la que se rejuveneció el rostro de Brad Pitt de los 87 años hasta los 25.

Más adelante, MOVA fue utilizada en películas como Transformers: Dark of the Moon, The Amazing Spider-Man y Harry Potter and the Deathly Hallows: Part 1, además de otras películas que entre todas, suman más de $9.5 mil millones de dólares recaudados en taquilla.

En 2015, MOVA fue reconocida por el gran logro tecnológico que representaba para la industria, momento en que también empezaron sus problemas legales, pues el dueño de Rearden, Steve Pearlman, destacó que quien recibía el premio no era el autor de la tecnología, sino un empleado antiguo quien había llevado la tecnología a su propio estudio llamado Digital Domain.

“Es horrible ver una década de mi trabajo siendo acreditado a alguien que no era más que un trainee para el resultado final” reclamó Perlman a la Academia. En 2016, la empresa Rearden y Digital Domain detuvieron su disputa por la licencia de MOVA, para proceder entonces en contra de DD3, quien había adquirido el programa a través de la firma Shenzhen Haiticheng Science and Technology, quien a su vez, la adquirió de LaSalle en 2013, empresa que había trabajado junto a Digital Domain, pero que legalmente no era dueña del programa.

Aparentemente, la transferencia del programa a DD3 nunca fue completamente lícita, por lo que el dueño original, Rearden, comenzó a perseguir a los estudios que habían utilizado el programa MOVA a través de DD3, entre ellos, Disney.

¡Disney en crisis legal por VFX de Beauty and the Beast!
Imagen: Digital Domain

¿Disney podría librarse de la demanda?

En el juicio, Disney tendrá que apelar por su posición fuera del conflicto entre Rearden y DD3, por lo que no se le debería considerar dentro del caso final, de la misma manera en que no tuvo un rol a jugar entre la disputa original entre SHST y Rearden.

Documentos de la corte señalan que Disney desconocía el conflicto de infringimiento de la propiedad intelectual por parte de DD3 mientras se desarrollaba la cinta, presentando evidencia alrededor de que el vendedor LaSalle sí estaba tomando pasos legales para adquirir el programa cuando Rearden ya no era dueño de la tecnología.

Rearden, por otro lado, insistirá en que entre 8 y 11% de las ganancias de Beauty and the Beast le sean entregadas; argumento contra el que Disney ha sido aconsejado con remarcar el verdadero rol de la tecnología dentro de la cinta y el porcentaje qué ésta tuvo en la ruta hacia el éxito en taquilla del live-action, asegurando que otros factores —como el appealing de sus actores, más el interés de la audiencia por la cinta de Disney de 1991— son los que atrajeron al público más que los logros en VFX.

Por otro lado, también se estima que el jurado puede determinar una compensación para Rearden por daños, lo que obligaría a Disney a pagar entre $100 y $139 millones de dólares. Entre otros de sus argumentos, Disney se defendería al desentenderse del conflicto por la tecnología, asegurando que “DD3 es uno de cientos de comisionados con los que trabajamos VFX”, y que MOVA sólo es una herramienta de otra veintena de programas que se usaron para el rostro de la Bestia en el live-action.

Se espera que el juicio dure hasta una semana, con ambos lados teniendo 16 horas cada uno para presentar sus casos. Más allá del resultado específico de la actual disputa, un segundo juicio alrededor del mismo programa podría estar listo para entrar a la corte, aunque esta vez por el uso de MOVA en Avengers: Infinity War y Avengers: Endgame, y cuyos ingresos suman más de $6 mil millones de dólares.

¡Disney en crisis legal por VFX de Beauty and the Beast!
Imagen: Disney