Crear arte es difícil. No por nada el legendario director Michel Gondry se tardó 8 años en crear El Libro de las Soluciones, una frenética comedia sobre los altibajos de ser un artista, la salud mental y la procrastinación que es parte de la muestra 27 del Tour de Cine Francés.
Gondry tal vez es mejor conocido por la cinta Eterno Resplandor de una Mente Sin Recuerdos. Pero aquí, lo que busca un poco es alejarse de las narrativas complejas y explorar de manera cómica lo que sufre un artista para materializarlas, aunque en el camino también propone ideas muy interesantes sobre el arte y el ego.
El Libro de las Soluciones: ¿Exactamente qué soluciona?
Marc (Pierre Niney) es un cineasta que lleva mucho tiempo trabajando el quinto acto de su película. Después de miles de cambios, alteraciones, reescrituras y más cambios, los productores están desesperados, su equipo cansado y nadie realmente ve el fin.
Lo único que saca la película a flote es el inquebrantable espíritu de Marc, quien se ve enamorado del quehacer cinematográfico, pero incapaz de terminar alguno de sus proyectos.
La presión aumenta, y el carisma de Marc ya no es suficiente para esconder los apremiantes problemas que tiene su producción. Y por eso, el cineasta huye a la casa de su tía con la película, en un desesperado intento por encontrar inspiración.
La frenética interpretación de Niney es lo que levanta el principio de El Libro de Las Soluciones y la hace una comedia tan atractiva. Marc no es una mala persona, sólo es indeciso, y obsesivo-compulsivo, pero eso ya comenzó a dañar a todas las personas involucradas en la filmación de su cinta (que tiene pensado durar 4 horas).
Una de las cosas más interesantes de El Libro de las soluciones es la forma en la que explora la neurodivergencia. El personaje de Marc está pasando por una crisis creativa, y no le ayuda el haber decidido dejar sus antidepresivos, pero jamás deja de ser carismático y muy real.
Especialmente porque las razones de su procrastinación están intrínsecamente ligadas a su desarrollo emocional. Él tiene miedo de no poder terminar la cinta, pero también de no poder hacer todas las cosas que tiene pensado hacer. Y esa incapacidad de decidir qué hará en su día a día no sólo es muy divertido, también se siente íntimo.
Especialmente porque sí vemos cómo afecta a las personas a su alrededor, especialmente a su editora, Charlotte (Blanche Gardin) y a su equipo de trabajo.
Dentro de la frenética comedia que parece nunca acabar por las ocurrencias de Marc, El Libro de las Soluciones también explora cómo se desdibuja el abuso laboral cuando las líneas entre lo personal y lo profesional se desdibujan. A pesar de que las partes no estén del todo conscientes de lo que está ocurriendo.
¿Una película muy personal?
Michel Gondry reveló que El Libro de las Soluciones es una especie de semi-biografía en donde él busca explorar su propio proceso creativo. Y aunque la trama es divertida y ligera, el desarrollo de la historia suele ir de un lado a otro, como resistiéndose ante la idea de tener que terminar.
Por eso, aunque sea fácil empatizar con Marc y su proceso, es inevitable sentir rumbo al final que el Libro de las Soluciones decide tomar elementos más comunes de las comedias de autoayuda inspiradoras para darle un rumbo catártico a la audiencia, pero el final no se siente tanto como un final.
Eso puede quedarle a deber a quienes no estén familiarizados con el trabajo de Gondry o su filosofía de vida, ya que el personaje de Marc y sus vicisitudes quedan un poco a la deriva. Pero sin duda es una gran cinta para conocer al director.
El Libro de las Soluciones es una cinta divertida y ligera, pero que también ofrece una exploración íntima y graciosa sobre el proceso creativo y la depresión. Además de que lanza un par de críticas a los abusos y problemas intrínsecos de la industria cinematográfica.