Muchas veces, una película tiene esos momentos legendarios, cuando los que están a cuadro alzan la voz.
Este TOP no es de los gritos clásicos de terror (ese ranking será en otra ocasión). Estos gritos, resumen a la perfección los ideales o personalidad de los personajes; son el climax por excelencia.
Se impregnaron de tal manera en la cultura popular, que son desde parodiados, hasta adoptados dentro del lenguaje coloquial.
Dicho esto, aquí están ¡10 de los GRITOS MÁS LEGENDARIOS DEL CINE!
10. WAKANDA FOREVER!
El grito de guerra perfecto. Su originalidad y la potencia con la que Chadwick Boseman y Danai Gurira lo exclaman, han hecho que se vuelva parte fundamental de la cultura pop afroamericana.
9. YOU CAN’T HANDLE THE TRUTH!
Jack Nicholson en una de sus mejores actuaciones como antagonista. Al ser asediado por el joven abogado interpretado por Tom Cruise, el coronel explota y confiesa.
Al tratar de convencer a los abogados de su jerárquica visión del mundo, abre su discurso con una frase que podría hacerte ganar cualquier discusión.
8. WILSON, I’M SORRY!
En Náufrago de Robert Zemeckis, tenemos varios momentos memorables. Pero a todos nos conquistó el pequeño balón de volleyball Wilson.
La excelente interpretación de Tom Hanks llega a su punto más alto cuando, completamente fatigado, intenta rescatar a su inanimado amigo que flota hacia el horizonte. Ni siquiera en un mundial se llora tanto por culpa de un balón.
7. HERE’S JOHNNY
Así es, el señor Nicholson de nuevo. Bajo la dirección del inigualable Stanley Kubrick, pudo dejar su legado en el cine de terror.
Un estudio publicado por The Guardian en 2013, revela que esta escena es la más aterradora de la historia. Logrando en los espectadores pulsaciones y tensión más altas que cuando proyectaron Pesadilla en la calle del infierno y El Exorcista. Si lo hubiera susurrado no tendría el mismo efecto.
6. WHAT’S IN THE BOX?!
El inesperado final de esta cinta escrita por Andrew Kevin Walker y dirigida por David Fincher es una genialidad. A plena luz del día y con esperanza de que este complicado caso acabe, Brad Pitt nos regala una de sus mejores actuaciones.
¡¿¡¿QUÉ HAY EN LA CAJA?!?! es lo que todos nos preguntamos, antes de que un sociópata Kevin Spacey confiese cínicamente.
5. FREEDOM!
El trágico final de William Wallace no sería legendario sin esta escena. Torturado y condenado a muerte, le ofrecen pedir clemencia para que la ejecución sea rápida.
Con su último aliento y con todas sus fuerzas grita ¡LIBERTAD! un perfecto resumen de su causa.
4. THIS IS SPARTA!
El gran Rey Leonidas no se anda con cuentos. Tratar de intimidar a un espartano nunca fue buena idea.
Si nunca has querido imitar esta escena en una fila del banco o del cine, te estás mintiendo a ti mismo.
3. ADRIAN!
El semental italiano, el epítome del subestimado que al final lo logra. Rodeado de la prensa y los fanáticos, Rocky Balboa sólo busca al amor de su vida; y eso resume perfectamente la esencia de este famosos boxeador.
2. STELLA!!!
El salto a la fama del ahora finado, Marlon Brando, hubiera tardado más, de no ser por Un tranvía llamado Deseo (1951).
Ahogado en remordimientos (y alcohol) un desesperado Stanley grita por su amada, regalándonos una escena ícónica de la historia del cine.
1. ¡¡¡TORITO!!!
A finales de la década de los 40, el cine mexicano estaba en su mejor momento.
En 1948 la segunda parte de Nosotros los pobres; Ustedes los Ricos, continuaban narrando la vida de Pepe “el Toro” quien esta ocasión sería envestido por la peor de las tragedias: perder a un hijo.
Desconsolado y abatido grita el apodo de su hijo calcinado. Una escena por demás desgarradora.
Cuenta la leyenda, que Pedro Infante tardó meses en salir de la depresión que le ocasionó filmar esta parte de la película.
MENCIONES HONORÍFICAS
FULL METAL JACKET
¿Qué sería de esta joya del cine, sin los interminables gritos del Sargento de artillería Hartman? Simplemente se roba la película.
PULP FICTION
La película que consagró a Quentin Tarantino, no sería lo mismo sin la escena inicial y un patilludo Samuel L. Jackson recitando pasajes bíblicos a todo pulmón.
Cinéfilo ¿Qué gritos nos faltaron?