Ya ha pasado un tiempo desde que descubrimos quién fue el personaje que finalmente pudo sentarse en el Trono de Hierro y convertirse en Protector de los Siete Reinos (al menos en la serie de televisión desarrollada por David Benioff y D.B. Weiss).
¡Pero nunca es tarde para seguir explorando el fantástico mundo de Westeros que George R. R. Martin construyó para todos nosotros. Mientras esperamos el lanzamiento de The Winds of Winter, te platicamos las mayores diferencias entre el primer libro de Canción de Hielo y Fuego con la primer temporada de la serie Game of Thrones producida por HBO.
¡Las edades!
Si antes de ver la serie de Game of Thrones (por allá del lejano 2011) ya le habías dedicado tiempo de lectura a la obra de Martin, seguramente este fue el primer cambio que notaste al sintonizar Winter is Coming a través de HBO. Una decisión creativa llevó a Benioff y Weiss a añadirle varios años a casi todos los personajes de la historia, ¿por qué? Simplemente porque todo lo que les acontecería sería mucho más creíble y fácil de desarrollar en pantalla.
Por ejemplo, ¿sabías que Ned Stark comienza la historia con 35 años de edad? ¿O que Daenerys Targaryen tenía solamente 13 años cuando la casaron con Khal Drogo? ¿O que Jon Snow había vivido únicamente 14 “días del nombre” (como llaman en el libro a los cumpleaños) cuando decidió dedicarle su vida a la Guardia de la Noche? Robb Stark tenía solamente 15 años cuando venció a Tywin Lannister en dos ocasiones en el campo de batalla y Bran 7 cuando quedó lisiado.
Personalmente, me parece un gran acierto el hecho de que los creadores le añadieran algunos años más a todos los personajes, pero creo que lo mejor hubiera sido acompañar la iniciativa con añadirle madurez a algunos como Jon o Robb. Digo esto porque en la serie se mantienen muchos de los diálogos que George R. R. Martin escribió en papel, que funcionan a la perfección para personajes tan jóvenes; pero para unos más maduros, no tanto.
El hecho de que llamen “el joven lobo” a Robb no hace mucho sentido si tiene los 20/22 años que aparenta Richard Madden al inicio, porque en la época medieval, a esa edad uno ya es todo un adulto. O los berrinches que hace Jon cuando no lo eligen como explorador de la Guardia de la Noche se pueden entender a un chico de 14 años… A uno de 19 o 20, no tanto.
En el caso de personajes como Dany, la decisión quedó a la perfección porque hubiera sido exageradamente perturbador ver a una actriz de 13 años embarazada, o comiendo un corazón de caballo o entrando a una hoguera completamente desnuda. Eso en televisión no hubiera funcionado jamás.
En general, creo que fue un acierto aplicar esta diferencia porque la trama de Game of thrones es completamente adulta, y casi todo lo que le acontece a la mayoría de los personajes es mucho más sencillo de ver, digerir y comprender si la mayoría de los personajes ya se encuentran gozando de la adultez mientras viven bajo el reinado de Robert Baratheon en Poniente.
Batallas
Cuando se planea realizar una serie de televisión tan ambiciosa como pintaba ser Game of Thrones (y vaya que lo fue), se debe asegurar un presupuesto que pueda garantizar actores de renombre, un buen equipo creativo de producción, locaciones sorprendentes para grabar, vestuarios, extras y muchas cosas más. La serie inspirada en Canción de Hielo y Fuego, no iba a ser la excepción.
Benioff y Weiss lograron conseguir la luz verde de parte de HBO para proseguir con una temporada completa y gracias al presupuesto brindado, pudieron conseguir todo lo planteado anteriormente; aunque, claro, nunca es suficiente. Hubo solo una cosa que faltó cubrir con los gastos: las batallas.
En en libro de Game of Thrones, la batalla de mayor importancia es la de la Forca Verde, aunque también se hacen flashbacks a la Batalla del Tridente, en la cual Robert Baratheon mató al príncipe Rhaegar Targaryen y posteriormente se coronó rey. Y se muestran varios altercados menores, los cuales casi todos lograron hacer la transición a la pantalla chica. Casi.
En la serie, recordamos cómo Tywin Lannister le encarga a Tyrion, su hijo, el flanco izquierdo de batalla pensando que por ahí atacarían las fuerzas de Robb. En el escrito, la pelea tiene sus dosis de proporciones épicas y resulta en la victoria de los norteños, pero en la serie no pudimos ver esto. Benioff y Weiss explicaron en una entrevista que el presupuesto para la primer temporada aún no lograba cubrir todos los gastos que ellos necesitaban para llevar a cabo esta pelea, así que hicieron un cambio en donde Tyrion sufre un golpe al inicio y todo sucede mientras está inconsciente.
Es fácil entender esta situación, sobre todo considerando la magnífica calidad de producción que Game of Thrones tuvo desde la primera hasta la última temporada. Además, todas las expectativas se fueron acumulando para la Batalla del Aguasnegras en la segunda temporada, y vaya que cumplió…
Viajes y traslados
Cuando sostenemos un libro en nuestras manos, las probabilidades de dejarnos sorprender por el autor son muy grandes; ya que casi literalmente cualquier cosa puede suceder. En el caso de Juego de Tronos, hablamos de un escrito situado en un mundo muy grande que cubre Poniente, Essos y un par de continentes más; y, por consiguiente, nuestros héroes deben viajar mucho para continuar con sus aventuras y velar por sus intereses.
En este caso, un autor podría deshacerse de escribir trayectos escribiendo frases como “El camino de Catelyn hacia el Nido de Águilas duró varios días y estuvieron a punto de morir varias veces. Finalmente llegó a donde su hermana Lysa se resguardaba.” (Evidentemente, el señor George R. R. Martin escribe infinidad de veces mejor que yo) Pero el autor decide no hacer esto; ya que toma la oportunidad para contarnos cómo los traslados de los personajes contribuyen a sus respectivos desarrollos.
Catelyn Stark no era la misma cuando llegó al Nido de Águilas que era cuando partió de Desembarco del Rey. ¿Por qué? Porque el autor necesita que tú como lector veas que las posibilidades de perecer en el camino existen y así logras valorar el esfuerzo que costó llegar al destino. Así pasa con muchos personajes, como el camino de Invernalia a Desembarco del Rey para Arya y Sansa; por ejemplo.
En una serie de televisión, en donde estás limitado por infinidad de cosas como lo son minutos en pantalla, locaciones, equipo de producción, actores… Y muchas, muchas cosas más; este es el tipo de momentos de los que se pueden prescindir en la pantalla, y la solución puede ser explicar en un diálogo cómo fue el camino o por qué puntos pasaron. Esta omisión es un acierto para la serie.
La Rebelión de Robert
Este ya hubiera sido un capricho personal, pero a mí me hubiera fascinado ver parte de la Rebelión de Robert en la serie de Game of Thrones. En el libro, tanto Ned como Robert hablan en muchas ocasiones sobre el movimiento bélico que tuvo su cumbre en la Batalla del Tridente, la muerte de Aerys Targaryen (el Rey Loco) a manos de Jaime Lannister (evento que le hizo acreedor de su apodo: el Matarreyes), el amor entre Lyanna Stark y Robert… Y muchas otras cosas más.
La primera escena de la serie es casi un calco del prólogo del libro: tres miembros de la Guardia de la Noche salen más allá del Muro y se encuentran a los Caminantes Blancos. Debido a que esa iba a ser una historia a desarrollar más adelante en el programa, ¿no hubiera sido mejor que la primer escena fuera una contextualización sobre cómo funcionaba el mundo en Poniente antes de los eventos que veríamos?
Ahí se pudieron haber incluido escenas sobre los acontecimientos mencionados y hasta la audiencia hubiera generado algo más de admiración y/o respeto hacia el rey Robert Baratheon, el primero de su nombre, Rey de los Ándalos, los Rhoynar y los Primeros Hombres, Señor de los Siete Reinos y Protector del Reino... Porque no creo que nadie haya sentido temor ante el Robert que vimos.
Desarrollo de personajes
Esto es un tanto obvio, pero claramente es una de las diferencias más grandes entre el primer libro y la primer temporada de Game of thrones: el hecho de que la audiencia logra encariñarse con los personajes tan rápido y que de verdad les importe por lo que ellos están atravesando.
En mi caso personal, yo detesté al personaje de Jon Snow hasta el episodio de la Batalla del Castillo Negro (4ta temporada). ¿Por qué? Porque las acciones del muchacho me parecían estúpidas, en general (sus actitudes, sus comportamientos, su inmadurez…). Por el otro lado, hace falta leer únicamente un capítulo desde la perspectiva de Jon Nieve para que de verdad te importe todo lo que le está sucediendo. Lo complicada que es su vida al ser bastardo, el tener que decidir el rumbo de su vida a los catorce años, el haber sido elegido como mayordomo antes de explorador… Un libro siempre te dará la oportunidad de conocer mucho mejor a tus personajes.
Y así como con Jon, sucede con todos. Sansa es el personaje que menos me gusta en la serie (y en el libro tampoco me encanta), pero cuando la lees logras comprender mucho mejor su panorama; igualmente con Catelyn, Tyrion, Arya, Bran… En el caso de Ned, su muerte de verdad te afecta cuando lees porque es el personaje al que mayor desarrollo le dieron y así como con su cabeza, su historia se cortó de pronto y eso claro que genera una desesperación, Maldito seas, Martin.
Por último, personajes como Renly Baratheon, Baristan Selmy, la Vieja Tata, Khal Drogo, el maestre Luwin y muchos más tienen la oportunidad de desarrollarse muchísimo mejor en sus contrapartes escritas a las que pudimos ver en la pantalla. Con respecto a esta situación, no había mucho por hacer por parte de los creadores por todo lo que hemos platicado.
Para finalizar, a mí me gusta pensar que Canción de HIelo y Fuego es una historia que (al menos con respecto a la primer temporada y el primer libro; que son los elementos que yo tengo para emitir un juicio) deben ser complementarias tanto el libro como la serie. Si eres un verdadero fan de la serie, te hago una gran invitación a continuar adentrándote a Poniente para que conozcas toda la experiencia que Juego de Tronos se supone que debe ser.