El cine mexicano está pasando por una época extraña. Entre las declaraciones del Senado sobre regular el doblaje y concentrar sus esfuerzos de producción y distribución en películas comerciales, mucho se ha discutido alrededor de las oportunidades que tienen los creadores de cine en México, la importancia de seguir brindando apoyo, de abrir la competencia y mejorar su calidad.
Pero estas discusiones alrededor del cine mexicano se centran más en la lucha por que nos demos cuenta que hay más en la vida que comedias románticas y remakes. Pero al parecer la pelea se centra en promover más las historias serias y los dramas épicos.
No obstante, solemos olvidar que, dentro del gran potencial que tiene el cine mexicano, se encuentra la ciencia ficción. Un género tan olvidado en el cine nacional actual, pero en el que México ha logrado experimentar y presentar obras diferentes y muy interesantes.
Así que, en el Día del Cine Mexicano, lo mejor es celebrar esas películas que lograron innovar, cambiar y mostrar una mirada diferente a través del lente de la ciencia ficción.
La Nave de Los Monstruos
Las décadas de los 50, 60 y 70 fueron una gran época para la ciencia ficción mexicana. Películas de luchadores como El Santo vs. Las Mujeres Vampiro (1962) o La Invasión de los Muertos (1972) del Profesor Zovek y Blue Demon, fueron grandes muestras del ingenio y la creatividad que México le impregnó a las películas de monstruos.
Pero quizá la que es más diferente es La Nave de los Monstruos (1960), ya que no sólo incluyó a Piporro (Eulalio González), un cantante cómico como protagonista, sino que junto con Lorena Velázquez y Ana Bertha Lepe, la película explora, dentro de los límites de su tiempo, la libertad sexual femenina y la independencia, pues nos cuenta la historia de dos extraterrestres que llegan a la Tierra en busca de un espécimen masculino para aumentar sus oportunidades reproductivas.
Además, como en esa época era muy costoso darles vida a las criaturas, el director Rogelio González se aseguró de explotarlos y que estuvieran en pantalla el mayor tiempo posible, por lo que tenemos una película fantástica y llena de seres locos.
El Año de la Peste
Todo el mundo recuerda la crisis que azotó a México en 2009 por el virus de la influenza AH1N1, pero pocos saben que esa historia la había contado Gabriel García Márquez 30 años antes con El Año de la Peste (1979).
Esta película cuenta cómo una epidemia parecida a la que ocurrió en Europa de la Edad Media se esparce por una ciudad en México. Sin embargo, las autoridades ignoran todo tipo de advertencia y deciden esconder y destruir los estudios y pruebas científicas de que la sociedad mexicana está entrando en crisis.
El Año de la Peste es una película muy significativa para entender la burocracia, el desinterés y la negligencia de los organismos institucionales en México. Y sin duda, causa escalofríos pensar en lo cercana y real que se siente una historia contada muchos años atrás.
La Región Salvaje
Amat Escalante logró revitalizar el género de la ciencia ficción mexicana con La Región Salvaje (2016), una película que trata sobre una familia que se encuentra con una extraña criatura que llegó del espacio y que causa un gran placer y felicidad a todos los que se cruzan en su camino.
El monstruo en esta cinta va más allá del miedo a lo desconocido. Escalante quiso explotar los límites de lo humano, del género, de la sexualidad y de la dependencia emocional, de una manera transgresora e incómoda, pero más sutil y efectiva de lo que logró Emiliano Rocha Minter con Tenemos la Carne (2016).
La Región Salvaje no sólo es espeluznante e incómoda, es una increíble película que cuestiona las costumbres y las creencias que damos por sentado dentro de la sociedad mexicana, y eso es una gran bocanada de aire fresco para la industria del cine mexicano.
El Incidente
¿Hay otra cosa peor que repetir lo mismo una y otra vez? En El Incidente (2014) Isaac Ezban retrata dos historias en paralelo afligidas por el mismo mal: un par de hombres se quedan atrapados en una escalera infinita, mientras que una familia no puede salir de la carretera sin importar qué tanto lo intenten.
La película es sofocante y tiene un encanto especial, pues al menos intenta comentar sobre la calidad de la vida, los arrepentimientos y nuestra propensión a repetir los mismos errores una y otra vez.
La Ciencia Ficción mexicana puede ser un género reducido en la historia de nuestro cine, pero sin duda, aquellos que se aventuran y apuestan por este tipo de historias han logrado entregar películas diferentes, desafiantes, que buscan cambiar la forma en la que entendemos el cine mexicano.